Cargando...A simple vista destaca el desatino y la improvisación que están caracterizando el llamado cambio de modelo del sector audiovisual y de televisión pública. Así, sin una Ley General que estructure y encaje las diferentes medidas que se van anunciando por parte del Gobierno de Zapatero, los mismos portavoces del Ministerio de la Presidencia no saben explicar las consecuencias concretas de la decisión del Consejo de Ministros por la que se fija una tasa del 1,5% de los ingresos de las televisiones de pago, frente al 3% que abonarán las cadenas en abierto. Claro que todo esto sólo tiene una razón básica, eliminar la publicidad en TVE, y, por tanto, financiarla con lo que las privadas tengan a bien aportar. Porque no hacerlo, no les va a suponer ninguna consecuencia fatal.
Porque esta es la madre del cordero. Que, ante la crisis, la tarta de la ublicidad quede entera para las cadenas privadas, las cuales se muestran muy hambrientas y siempre insaciables, y declaran que “confiamos en que el esfuerzo económico que supone para las televisiones privadas y otros sectores industriales su cofinanciación sirva para que TVE no sea una televisión comercial, sino que sea una televisión pública con programas de servicio público”. Las cadenas de pago beneficiadas por el Gobierno serán Imagenio de Telefónica, las de Sogecable de Prisa, los multicanales de Ono y Gol TV de Mediapro, en lo fundamental. Un “destacable” servicio prestado por el gobierno socialista de Zapatero para dar una salida de la crisis a los principales monopolios mediáticos españoles. Un gravísimo salto adelante para aumentar las ganancias de dichos grupos monopolistas y en el aumento del control informativo sobre los ciudadanos de a pie en España.