De las negociaciones frustradas a la repetición de elecciones

La «segunda vuelta» de la batalla por el gobierno

Todo apunta a que la imposibilidad de llegar a un acuerdo de gobierno aboca, por primera vez, a la repetición de las elecciones generales. Aunque no es posible descartar un «acuerdo de última hora». ¿A quién beneficia una nueva cita con las urnas? ¿Cuáles son las razones del «bloqueo polí­tico»?

Las razones del “bloqueo”

Toda la política española está marcada por el avance de la influencia de la mayoría social contra los recortes.

El “desarrollo natural” era que el 70% de votantes que el 20-D apoyaron a las fuerzas que rechazaban las políticas ejecutadas por Rajoy se expresara en un gobierno de unidad contra los recortes.

Impedirlo ha sido la primera exigencia del hegemonismo y la oligarquía. Porque más allá del carácter de las fuerzas que lo integren o de las diferencias con el programa, un gobierno de amplia unidad contra los recortes permitiría revertir una parte importantes de los recortes de Rajoy, y crearía peores condiciones para la imposición de la nueva oleada de ajustes exigida por la UE y el FMI.

Al mismo tiempo, el rechazo social ha creado dificultades insalvables a las alternativas de gobierno lógicas que pretendía impulsar el FMI, la UE o el Ibex-35 (un gobierno de Rajoy con apoyos externos, una “gran coalición” con preeminencia del PP…).

Ni podían formar el gobierno que ellos querían, ni debía formarse el que la mayoría social demandaba. Estas son las razones del “bloqueo político”.

La demanda de un gobierno de unidad contra los recortes

Desde De Verdad hemos defendido que el gobierno que en las actuales condiciones más interesa a la mayoría es el formado por PSOE, Ciudadanos, Podemos, IU y Compromís. Y esta es una alternativa que se abierto paso entre cada vez más sectores progresistas.

Primero con el manifiesto “Necesitamos otro gobierno”, firmado por 20 intelectuales y profesionales, desde Aute a Juan Torres o Carlos Jiménez Villarejo. En él se planteaba que «satisfacer la demanda mayoritaria de los españoles y españolas que han votado en estas últimas elecciones obliga a formar OTRO gobierno», que responda al hecho de que los «tres partidos más fuertes que reclamaron, con un signo u otro, un claro cambio de tendencia (PSOE, Podemos y Ciudadanos) han sacado más del doble de los votos recibidos por el PP».

Y en los últimos días, con otro manifiesto firmado por cien personalidades de otros sectores de la izquierda, desde cantantes como Serrat y Victor Manuel, cineastas como Manuel Gutiérrez Aragón y miembros de las ejecutivas de los sindicatos UGT y CC.OO.

En él se afirma que “PSOE, Podemos y Ciudadanos, los tres partidos que abogan por el cambio y la reforma, «pueden y deben» complementar, mejorar o ampliar un acuerdo para recabar el suficiente apoyo que haga posible la investidura de un presidente”.

Junto a ellos, personalidades como la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena sigue insistiendo en que “todas las personas que están en este momento con la capacidad de llegar a un acuerdo deberían hacer lo posible para conseguir un gobierno de cambio”.

Fue la presión de esta mayoría social que exige un gobierno progresista la que hizo posible la “reunión a tres” entre PSOE, Ciudadanos y Podemos. Y quienes han bloqueado los intentos de formar un gobierno de unidad contra los recortes trabajan objetivamente contra los intereses de esta mayoría.

Desde la posición de la dirección de Podemos, declarando rotas las negociaciones unilateralmente al día siguiente de la primer reunión, cuando el PSOE ni siquiera se había pronunciado. A la manifestada por varios dirigentes de Ciudadanos, insistiendo en celebrar una nueva “reunión a tres”, pero esta vez con el PP como “socio preferente”.

Los que quieren otro gobierno… para imponer más recortes

A los que no ha afectado la “parálisis política” en España es a la UE o el FMI. Es más, han “acelerado” sus exigencias.

La Comisión Europea nos “ofrece” un plazo extra de uno o dos años para cumplir con los objetivos de reducción del déficit… a cambio de garantizar la ejecución de recortes por valor de 15.000 millones de euros.

El BCE acaba de anunciar que considera “fundamental realizar esfuerzos adicionales en la reducción del déficit y fuertes reformas para reequilibrar la economía”.

Mucho más claro ha sido el FMI, anunciando que “los recortes volverán a España”. Recalcando que el exceso de déficit de 2015 se tendrá que traducir en “un ajuste fiscal considerable”.

Para garantizar la ejecución de esta nueva oleada de recortes, frente a la mayoría social que los rechaza, el hegemonismo y la oligarquía maniobran para imponer el gobierno que les interesa.

Los intentos para forzar, antes de que expire el plazo del 2 de mayo, una “gran coalición” se ha multiplicado.

Poderosas fuerzas lo impulsan. El New York Times, uno de los principales portavoces de la gran burguesía norteamericana, ha llevado a su portada la “parálisis política” en España. Advirtiendo de que “aunque España no ha llegado a la situación de Bélgica [con un año y medio sin gobierno] se encamina a ello”. Y remarcando que “es muy probable que pasen al menos seis meses, o incluso más, en el limbo político”.

Todo un mensaje desde Washington para exigir cuanto antes un gobierno que ejecute sus mandatos en España.

Algunos analistas auguran que “tras unas nuevas elecciones, la gran coalición será más factible”. Si el PP vuelve a ganar, las presiones para que el PSOE (con el liderazgo de Pedro Sánchez o con otro) entre en la “gran coalición” se multiplicarán.

Esperan que en unas nuevas elecciones se desmovilice parte del electorado de izquierdas y progresista. Y que su carácter de “segunda vuelta” refuerce al PP como “opción de la estabilidad”, permitiéndole encabezar una alternativa de gobierno con Ciudadanos o con un PSOE debilitado si vuelve a perder escaños.

Así lo expresó Rubalcaba, en una conversación privada ante la patronal catalana Fomento del Trabajo: “Si los españoles amnistían a Rajoy, tendremos que entendernos con él”.

Una alternativa por la redistribución de la riqueza

Pase lo que pase, tanto si se convocan nuevas elecciones como si se llega a cualquier acuerdo de gobierno, ha irrumpido una mayoría social contra los recortes, por la unidad y la regeneración democrática que nadie puede ocultar, y que es la principal corriente de la política española.

Debemos acumular fuerzas en el seno del pueblo frente a los recortes y el saqueo. Este es el objetivo, con o sin nuevas elecciones, que decidirá nuestro futuro.

En torno a una linea como la que plantea Recortes Cero. Impulsando una auténtica redistribución de la riqueza, para que las enormes riquezas que existen en España estén al servicio de la mayoría.

Esto es lo que demanda la mayoría social que el 20-D se convirtió en protagonista político exigiendo un cambio de verdad.

Deja una respuesta