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Ivan Monforte, miembro del gabinete de la Agencia de Ciberseguridad de la Generalitat, ha anunciado «un nuevo paso adelante de Cataluña en el despliegue de una inteligencia propia de un territorio independiente». Esgrimiendo la relación con Israel como plataforma para la creación de esos servicios de inteligencia catalanes.
Hace unos meses El Confidencial desvelaba que el gobierno catalán había contactado con el Mossad israelí, además de con los servicios de inteligencia alemanes y franceses, demandándoles apoyo para crear “el CNI” del futuro Estado independiente, ofreciéndoles a cambio “colaboración a través de la red de fuentes de información que Cataluña ya dispone”.
No es ningún “hecho diferencial catalán”. La reestructuración de los servicios secretos españoles durante los años setenta se hizo a través de una estrecha colaboración con el Mossad israelí, que actuaba como “cabeza de puente” de la CIA.
Y es que el valor de la “pista israelí” es que siempre acaba conduciendo a Washington. Así lo confirmaba El País, en un artículo titulado “Mas pide el apoyo de Israel ante el momento único que vive Cataluña”, en el que se afirmaba que “los nacionalistas catalanes consideran que el proceso soberanista sería más fácil si actores internacionales como Israel, con gran ascendiente sobre Estados Unidos, lanzaran algún guiño a favor de la consulta”.