La parasitaria economí­a USA amenaza a la humanidad

«Se trata del desplome del modelo anglosajón que tantos estragos causó en la periferia sometida por la fuerza militar, pero también del reequilibrio implacablemente natural del quebrado orden unipolar en paralelo con el ingreso abrupto al incipiente nuevo orden multipolar que se habí­a adelantado mucho antes en la economí­a con la irrupción de los BRICS y de otros mercados emergentes muy exitosos. Pese a su conspicua decadencia vertiginosamente acelerada, EEUU insiste en imponer su unilateralismo caduco, primordialmente en materia financiera, sin importarle un comino los daños colaterales que inflige a sus vecinos (el México neoliberal que lo acepta en forma masoquista) y a sus amigos (la UE), no se diga al resto de la humanidad»

Le asiste la razón a Putin, remier ruso y zar geoenergético global, al haber calificado a EEUU de parásito de la economía global, al vivir por encima de sus limitaciones, cuando el dominio del dólar es una amenaza a los mercados financieros. Consideró que EEUU relega sus problemas al resto del mundo. Víctor Garashchenko, ex gobernador del banco central de Rusia –quien conoce todas las artimañas de sus colegas parasitarios del G-7 por haberlas padecido–, juzga adecuadamente que el problema es la unipolaridad del dólar, del que no es fácil divorciarse, y que mantiene a flote la globalización que sigue perjudicando al resto del mundo, lo cual augura un colapso inevitable. (LA JORNADA) DIARIO DEL PUEBLO.- Es imperativo que los líderes estadounidenses consideren los intereses de largo alcance para elaborar un proyecto de recorte de los déficits y un plan de recuperación económica y que tomen medidas efectivas para salvaguardar el crédito internacional de su país y de su deuda soberana, garantizando así la seguridad de los bienes en EEUU de otros países. Los países tenedores de bonos del Tesoro de EEUU deben coordinar su posición y acciones y presentar sus demandas en lo referente a la seguridad de la deuda, la garantía de los beneficios y la recompensa de las pérdidas. Es necesario proponer un adelanto en la convocatoria de la cumbre G20 para coordinar la posición y tomar acciones conjuntas ante la agitación del mercado causada por los problemas de las deudas de Europa y EEUU y de la crisis crediticia del dólar, con el fin de evitar crisis mayores. México. La Jornada La parasitaria economía de EEUU amenaza a la humanidad Afredo Jalife-Rahme El género más salvaje del capitalismo, el financierista neoliberalismo global, sufre poderosos embates centrífugos en sus dos principales polos: Estados Unidos (EU), en quiebra técnica que no se atreve a pronunciar su nombre, y la Unión Europea (UE), presa de descomunales deudas en la zona que despectivamente los oligopolios multimediáticos anglosajones (y sus repetidoras locales) califican de PIIGS (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España, por sus siglas en inglés), como si las desfondadas finanzas británicas (muy similares a su socia y sosias de EU) estuviesen en mejores condiciones. Se trata del desplome del modelo anglosajón financierista y su fantasía globalizadora desregulada que tantos estragos causó en la periferia sometida por la fuerza militar, pero también del reequilibrio implacablemente natural del quebrado orden financierista unipolar en paralelo con el ingreso abrupto al incipiente nuevo orden multipolar que se había adelantado mucho antes en la economía con la irrupción de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y de otros mercados emergentes muy exitosos. Se colapsa el desregulado neoliberalismo financierista controlado por el sionismo jázaro y su pernicioso tríptico Hollywood/oligopolios multimediáticos (al estilo Rothschild-Murdoch y sus mendaces circuitos Sky)/los bancos centrales del G-7 (en particular, la Reserva Federal, despedazada por la dupla Greenspan-Bernanke)-FMI-Banco Mundial y la banca trasnacional de Wall Street y la City totalmente rebasados por la realidad y la nueva correlación multipolar de fuerzas. El mayor problema radica en la mentalidad sui generis de los hacedores de la política en Wall Street y en Washington (en ese orden), que padecen el síndrome de negación característico de la primera fase del síndrome de estrés postraumático sumado al síndrome Sansón (“no me caigo solo, sino que arrastro a los demás conmigo) que refleja el perverso egoísmo del individualismo israelí-anglosajón consustancialmente depredador. EU, casi 3.3 por ciento de la población mundial –triunfador de dos guerras mundiales y una guerra fría, pero que ya no gana nuevas guerras a principios del siglo XXI desde Afganistán hasta Irak–, nunca ha sido sometido por nadie y todavía no sabe coexistir con el resto del género humano ni siquiera en términos de primum inter pares (el primero entre iguales). Pese a su conspicua decadencia vertiginosamente acelerada, EU insiste en imponer su unilateralismo caduco, primordialmente en materia financiera, sin importarle un comino los daños colaterales que inflige a sus vecinos (el México neoliberal que lo acepta en forma masoquista) y a sus amigos (la UE), no se diga al resto de la humanidad. Dos días antes de la degradación de un solo nivel (de AAA a AA+, con tendencia a mayor negatividad futura) de la deuda soberana de EU por la polémica calificadora Standard & Poor’s (SP), su equivalente de China, la calificadora Dagong Global Credit Rating (mucho más seria que el oligopolio tríptico anglosajón que en realidad se solapa a sí mismo: SP, Moody’s y Fitch; curiosamente las dos últimas mantuvieron increíble y antigravitatoriamente su calificación triple A+) había rebajado ya a un tercer nivel y la redujo todavía de A más a simplemente A con tendencia negativa (Xinhua, 3/8/11), inmediatamente después del alza del techo de deuda por EU, que dilapida más de lo que ingresa fiscalmente, lo cual merma la capacidad de pago de su enorme deuda (a mi humilde juicio, impagable), cuyo mayor acreedor es China, con 1.15 millones de millones de dólares (trillones en anglosajón) hasta abril. Peor: del total de los 3.2 millones de millones de dólares de reservas de divisas de China, dos tercios se encuentran en instrumentos dolarizados. La calificadora Dagong se angustia ante la expectativa de una larga recesión de la economía de EU, así como por la ausencia de protección de los acreedores de ese país. No faltan verdaderos cleptómanos del Partido Republicano, quienes abogan olímpicamente por cesar de pagar la deuda a sus acreedores externos. ¿Habrá un equivalente al corralito argentino en EU? No hay que eliminar tal posibilidad. EU debe reducir su déficit fiscal un mínimo de 4 millones de millones de dólares en los próximos cinco años para sostener su escala de obligaciones, cuando el arreglo entre Obama y el Congreso sólo lo limita a 2.4 millones de millones de dólares, lo cual refleja su falta de voluntad y su incapacidad para reducir su déficit y su deuda, dice Dagong. Zhou Xiaochuan, gobernador del Banco del Pueblo de China (su banco central) –mucho más solvente y serio que la dupla depredadora Greenspan-Bernanke del financierismo sionismo jázaro– urgió a EU a actuar con mayor responsabilidad con su deuda (Money News, 3/8/11), lo cual es mucho exigir. Si se juzgan los actos de EU, más que su vacua locuacidad, ¿a poco ignora Zhou que la deuda de EU es impagable y, además, no desea retribuir? La prensa oficial china arremetió contra la descabellada farsa actuada en Washington en el teatro de la querella montada entre el Ejecutivo y el Legislativo, y describe el grave problema de la deuda de EU como una bomba de tiempo que hace de China particularmente vulnerable. ¿Será capaz EU de decir uno de estos días a China que no le pagará su adeudo, no se diga al resto de miserables acreedores, como el México neoliberal? Le asiste la razón a Vlady Putin, premier ruso y zar geoenergético global, al haber calificado a EU de parásito de la economía global (Reuters, 1/8/11), al vivir por encima de sus limitaciones, cuando el dominio del dólar es una amenaza a los mercados financieros. Consideró que EU relega sus problemas al resto del mundo e hizo notar que Rusia posee una respetable cantidad de Bonos de Tesoro de EU, por lo que sugirió que deben existir otras divisas de reserva. No es tan sencillo y toma bastante tiempo, situación que aprovechan los parásitos depredadores, es decir, los monetaristas neoliberales centralbanquistas del G-7 y la plutocracia oligárquico-oligopólica de Wall Street y la City. Víctor Garashchenko, ex gobernador del banco central de Rusia –quien conoce todas las artimañas de sus colegas parasitarios del G-7 por haberlas padecido–, juzga adecuadamente que el problema es la unipolaridad del dólar, del que no es fácil divorciarse, y que mantiene a flote la globalización (nota: financierista) que sigue perjudicando al resto del mundo, lo cual augura un colapso inevitable (ICH, 5/8/11). Como anticipé en mi reciente libro El híbrido mundo multipolar (Orfila editores, 2011), el derrumbe del dolarcentrismo –que constituye la obligatoria y discrecional reserva mundial de divisas (hoy 60 por ciento de los intercambios mundiales), la mayor dictadura financierista global de todos los tiempos– y, en segundo término, la balcanización del euro –casi 25 por ciento–, causarán severos estragos por dos motivos: 1) no existe todavía un sucedáneo creíble, y 2) prosigue la guerra de las divisas, en lugar de un acuerdo racional entre el insolvente G-7 y los resplandecientes BRICS para reordenar las finanzas globales. Tal es la verdadera tragedia global. LA JORNADA. 9-8-2011 China. Diario del Pueblo Rebaja crediticia de EEUU tendrá graves consecuencias Shi Jianxun La firma Standard & Poor’s, una de las tres más importantes instituciones de evaluación crediticia de EEUU, rebajó este fin de semana la clasificación de la deuda soberana de EEUU, de AAA a AA+, y consideró como “negativas” sus perspectivas. Se trata de la primera pérdida que sufre EEUU de la más alta clasificación, que había disfrutado durante un siglo. Lo ocurrido ha llamado la atención a escala global. Según S&P, la rebaja se debe principalmente a la falta de medidas destinadas a mantener estable la deuda a plazo intermedio, con vistas a alcanzar un acuerdo sobre la elevación del techo de endeudamiento entre la Casa Blanca y el Congreso. Anteriormente la China Grand International había rebajado de A+ a A la clasificación de la deuda soberana estadounidense, y también clasificó de “negativas” sus perspectivas. La compañía china cree que la elevación del techo de endeudamiento no podrá cambiar la situación de que la deuda soberana estadounidense se incremente más rápidamente que el ingreso económico y financiero. Esta clasificación también tiene carácter político y ha puesto en duda la habilidad de los líderes estadounidenses y su moralidad política. Antes del 2 de agosto, los republicanos y demócratas estadounidenses desatendían el prestigio estatal y persistían obstinadamente en sus esfuerzos por ganar los comicios. A ese tenor, montaron una farsa política vinculada al techo del endeudamiento. Aunque llegaron a un compromiso en el último momento, perdieron una oportunidad por el mencionado retraso, con lo cual dieron señales al mundo de que EEUU podría violar el acuerdo sobre la deuda soberana. El recorte en la clasificación crediticia estadounidense ha generado graves consecuencias para el país y los mercados económicos y financieros del mundo: En primer lugar, la rebaja crediticia estadounidense ha asestado un duro golpe a la confianza de los inversores, agregando más peligrosos factores inestables al ya vulnerable mercado financiero. La semana pasada, las bolsas experimentaron una venta febril. Se vislumbra una posible retirada de capital por parte de los tenedores de la deuda estadounidense, lo cual generaría mayor agitación en el mercado. Segundo, es posible que este recorte crediticio conduzca una elevación continua del nivel global de la prima de riesgo. La rebaja crediticia no solo causará pérdidas a EEUU, obligándole pagar más caro por la financiación, sino que también profundizará la preocupación por la crisis de deuda de Europa y hará más vulnerable la economía de la Eurozona. Los diversos efectos de desbordamiento se ampliarán y se transmitirán a todo el mundo, profundizando la crisis del crédito de EEUU y Europa. Tercero, el recorte crediticio causará influencias negativas para la recuperación de la economía global. El mismo redundará en mayor pesimismo sobre el crecimiento económico estadounidense. El incremento del costo para contraer empréstitos impedirá el desarrollo económico mediante la emisión en gran cantidad de bonos de deuda y del dólar, lo que someterá a EEUU en un círculo vicioso: la cada vez más difícil contracción de empréstitos impide el desarrollo económico, lo que hará más grave la crisis crediticia. El creciente costo de contraer empréstitos hará bajar el poder adquisitivo de los estadounidenses, cuyo país va dejando de desempeñar el papel de “consumidor definitivo”. La disminución de pedidos de EEUU desacelerará el crecimiento económico de los países que dependen de esas órdenes. Y por último, el recorte crediticio estadounidense causará pérdidas a los acreedores de la deuda soberana estadounidense, considerada por los inversores como el último puerto en medio de la tormenta financiera. Hoy la clasificación crediticia estadounidense está por debajo de la de Gran Bretaña, Alemania, Francia y Canadá. Al perder su estatus quo internacional de antaño, el dólar se devaluará en gran margen, y los tenedores de grandes cantidades de la deuda soberana estadounidense tales como China, Japón y Rusia sufrirán desastrosas pérdidas. Es imperativo que los líderes estadounidenses consideren los intereses de largo alcance para elaborar un proyecto de recorte de los déficits y un plan de recuperación económica y que tomen medidas efectivas para salvaguardar el crédito internacional de su país y de su deuda soberana, garantizando así la seguridad de los bienes en EEUU de otros países. Los países tenedores de bonos del Tesoro de EEUU deben coordinar su posición y acciones y presentar sus demandas en lo referente a la seguridad de la deuda, la garantía de los beneficios y la recompensa de las pérdidas. Es necesario proponer un adelanto en la convocatoria de la cumbre G20 para coordinar la posición y tomar acciones conjuntas ante la agitación del mercado causada por los problemas de las deudas de Europa y EEUU y de la crisis crediticia del dólar, con el fin de evitar crisis mayores. DIARIO DEL PUEBLO. 8-8-2011

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