Las turbulencias en los equilibrios de poder mundial -pacíficas o no, en todo caso profundas- que se avecinan con el estallido de la crisis y el cambio de línea en el imperio, no dejan de remover las aguas de la escena internacional. Incluso las aparentemente remansadas de la política europea de seguridad y defensa. Un grupo de fundaciones acaba de hacer público un informe en que se propone la creación de una Escuela Militar Europea, la instalación de un Cuartel General de Operaciones en Bruselas y la asignación de un Fondo Especial. Tres propuestas encaminadas a cubrir el período de transición hasta que la UE se dote de un sistema de defensa real y efectivo.