Internacional, Peru firma TLC

Perú firma el tratado de «Libre comercio» con EE UU

A partir del primero de febrero entrará en efecto el pacto comercial entre ambos paí­ses, que llevaba cuatro años de negociaciones, tiempo en el cual el poder legislativo de Perú tuvo que crear 102 decretos para poder adaptar la constitución peruana a las exigencias estadounidenses.

El Gobierno saliente de George W. Bush, cuatro dí­as antes de dejar el oder, declaró este viernes la entrada en vigor de un Tratado de Libre Comercio con la nación peruana, lo que trajo objeciones de los principales negociadores demócratas y de los sindicatos.A partir del primero de febrero entrará en efecto el pacto comercial entre ambos paí­ses, que llevaba cuatro años de negociaciones, tiempo en el cual el poder legislativo de Perú tuvo que crear 102 decretos para poder adaptar la constitución peruana a las exigencias estadounidenses.El tratado permitirá que desde este viernes las empresas estadounidenses gocen de una entrada libre de impuestos al mercado peruano para el 80 por ciento de sus manufacturas y para dos tercios de sus alimentos, según explicó la Oficina de Comercio Exterior de Estados UnidosEl resto de los aranceles se eliminará de forma paulatina. El acuerdo también contempla protecciones adicionales de la propiedad intelectual y de los inversores estadounidenses en Perú.El Tratado de Libre Comercio se esconde tras la fachada de pretender solo la liberación de pagos arancelarios para la libre exportación de los productos ayudando así­ al crecimiento económico del paí­s, lo cierto es que lo único que esconde este tratado es la intención de monopolizar la polí­tica, la cultura y la biodiversidad como se ha demostrado en las diversas negociaciones con los piases latinoamericanos.La inclusión del tema de la Propiedad Intelectual en las negociaciones de TLC La inclusión del tema de la Propiedad Intelectual en las negociaciones de TLC es lo que realmente le interesa a EE.UU, puesto que lo único que quiere este paí­s es romper las barreras legales que en Latinoamérica les impiden patentar animales y plantas y, en general, cualquier ser vivo diferente a un microorganismo; así­ como el poder tener el derecho a patentar las investigaciones que ya se han realizado en el paí­s perjudicando enormemente la biodiversidad.A partir del primero de febrero entrará en efecto el pacto comercial entre ambos paí­ses, que llevaba cuatro años de negociaciones, tiempo en el cual el poder legislativo de Perú tuvo que crear 102 decretos para poder adaptar la constitución peruana a las exigencias estadounidenses.Es lo mismo en el caso de productos farmacéuticos que por demoras en el proceso de autorización de su comercialización. Aumentara los años de la patente, y no solo eso sino que también propone que los medicamentos genéricos no puedan ser producidos por todos los laboratorios, permitiendo que solo los laboratorios con patentes puedan producir los medicamentos, y no hay que olvidar que en la actualidad solo seis gigantescas corporaciones controlan el 70% del mercado mundial de plaguicidas y fármacos y cuentan con todos los derechos de las patentes.Bajo los términos del TLC, el Estado queda, además, imposibilitado de fijar precios máximos para los medicamentos y hasta de autorizar la producción o importación por terceros de medicinas que por alguna razón comercial el dueño de la patente no quisiera vender en el paí­s.En Perú, un estudio sobre 43 productos farmacéuticos, que quedarí­an sujetos a exclusividad de datos con las normas del TLC, estimó que su costo promedio aumentarí­a entre un 94.3% y un 114.4%.El TLC es el aparato de dominación económico de EE UU para Latinoamérica. Hasta el mismo nombre es capcioso, «Libre comercio» pero en igualdad de condiciones?la consecuencia inmediata de la protección de la propiedad intelectual es un beneficio económico muy alto, de carácter monopólico, para los paí­ses desarrollados, más especí­ficamente sus corporaciones transnacionales, que poseen los conocimientos y la capacidad de invención, así­ como un enorme incremento de los costos de acceso para aquéllos que no los poseen , los paí­ses en desarrollo. Los paí­ses desarrollados lograron desarrollarse, al inicio, muchas veces sencillamente copiando la tecnologí­a de paí­ses más adelantados, sin pagar nada por ella. La ausencia de una legislación sobre patentes o derechos de propiedad intelectual, o que no los reconocí­a para empresas o personas extranjeras, permitió a sus industrias nacientes de muchos paí­ses hoy desarrollados examinar y copiar sin costo alguno productos y procesos, y desarrollar una capacidad de producción local. Esto significa que para los paí­ses Latinoamericanos, muchos de los cuales atraviesan graves restricciones económicas, el acceso a las nuevas tecnologí­as y a los productos patentados o «de marca», incluyendo medicamentos, no es posible sin pagar un tributo a los propietarios de estos derechos monopólicos, que a veces. Deben transferir a los paí­ses desarrollados billones de dólares en concepto de pagos por rentas de monopolio, bajo la forma de pagos de altos precios por los productos bajo protección.

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