Cumbre de la Liga Árabe

La Liga Árabe respalda a El Bachir

Las discrepancias árabes, que siempre han caracterizado las relaciones entre estos paí­ses, se agudizaron esta vez el pasado enero a raí­z de la ofensiva militar israelí­ de 22 dí­as contra la Franja de Gaza, en la que murieron más de 1.400 palestinos.

Los gobernantes árabes reunidos este lunes en Doha aostaron por solucionar las intensas diferencias que los dividen, al tiempo que rechazaron la orden de detención de la Corte Penal Internacional (CPI) contra el presidente sudanés, Omar Al Bachir.Según la declaración final leí­da durante la clausura por el secretario general de la Liga Árabe, Amr Mussa, los dirigentes árabes hicieron énfasis en la necesidad de solidarizarse con Al Bachir «Expresamos firmemente nuestra solidaridad con Sudán y nuestro rechazo a las decisiones de la CPI contra el presidente Bechir (…) y apoyamos la unidad de Sudán», afirma el texto.El pasado 4 de marzo, la CPI emitió una orden de detención contra Al Bachir por considerar que puede estar implicado en crí­menes de guerra y lesa humanidad cometidos durante el conflicto armado de la región de Darfur, que estalló en enero de 2003 y en el que han muerto 300 mil personas, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).La respuesta de Al Bachir fue la expulsión de 13 ONG, medida a la que hizo referencia este lunes el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que solicitó al jefe de Estado sudanés que analizara su decisión.Al momento de su alocución, minutos después de la solicitud de Ki-moon, el mandatario de Sudán no sólo ratificó su decisión, sino que recalcó que dichas organizaciones habí­an ido «más allá» y habí­an mentido a la CPI sobre la situación en Darfur.Las referencias a la crisis económica mundial también han ocupado un espacio preferente en los discursos de la cita de Doha.En este sentido, Bachar al Asad ha criticado el monopolio de las decisiones económicas y polí­ticas mundiales y ha pedido la reestructuración del sistema económico.»La crisis hace necesaria una drástica revisión del sistema financiero mundial para encontrar uno más fiable», dijo el emir de Qatar y anfitrión de la cumbre, Hamad Bin Jalifa al Zani, secundando las palabras de Al Asad.Durante la inauguración de la XXI cumbre de la Liga Árabe, se resaltó la ausencia de los representantes de Egipto, Argelia, Marruecos y Omán, el presidente sirio, Bachar al Asad, aconsejó olvidar las diferencias y solventarlas mediante el diálogo.Las discrepancias árabes, que siempre han caracterizado las relaciones entre estos paí­ses, se agudizaron esta vez el pasado enero a raí­z de la ofensiva militar israelí­ de 22 dí­as contra la Franja de Gaza, en la que murieron más de 1.400 palestinos.Dicha fisura que se abrió entre los estados llamados «moderados», con Egipto y Arabia Saudí­ a la cabeza, y los «radicales», representados por Siria y en menor medida por Qatar, ha quedado plasmada con la ausencia de representantes egipcios de alto nivel en la reunión de este lunes.Egipto, que no ofreció ninguna versión oficial sobre su decisión de no viajar, ha acusado en varias ocasiones a Qatar por sus crí­ticas vertidas contra El Cairo por su manera de afrontar la crisis palestina.No obstante, la medida de ausencia de este paí­s no fue apoyada por sus principales aliados, los reyes de Jordania y Arabia Saudí­, que finalmente decidieron viajar a Doha.Durante el desarrollo de los discursos árabes en apoyo a la profundización de la reconciliación, el presidente libio, Muamar al Gadafi, junto al rey saudí­ Abdala Bin Abdelaziz, protagonizaron una discusión que produjo el abandono de la sala por parte del del primero.Asimismo, los gobernantes reunidos hicieron un llamamiento para «levantar el injusto bloqueo» que sufre la franja de Gaza desde junio del 2007 y critica en duros términos a Israel por el daño a los civiles en la ofensiva militar de diciembre y enero pasados.»Solicitamos a la comunidad mundial perseguir a los responsables de estos crí­menes y presentarlos ante los tribunales internacionales», dice la declaración.Por otra parte, los gobernantes reunidos hicieron un llamamiento a la comunidad internacional a hacer gestiones para que Oriente Medio sea una región libre de armas nucleares, con el fin de «consolidar la paz y la estabilidad».La Liga Árabe pidió una inspección internacional de las instalaciones nucleares israelí­es y también dijo que las naciones de la región tienen derecho a adquirir la tecnologí­a necesaria para desarrollar un programa nuclear con fines pací­ficos.

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