SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

La lí­nea González

Hasta el 20 de febrero hay una magní­fica conjunción astral en el firmamento. Eso dicen los periódicos. De madrugada es posible contemplar la siguiente alineación: Mercurio, Venus, Saturno, Marte y Júpiter. Desde hace unos dí­as, les acompaña la Luna. Cuadro poético, si no lo estropean las nubes y las luces de la ciudad. Hace diez años que no se veí­a nada semejante.

Hasta el 20 de febrero hay una magnífica conjunción astral en el firmamento. Eso dicen los periódicos. De madrugada es posible contemplar la siguiente alineación: Mercurio, Venus, Saturno, Marte y Júpiter. Desde hace unos días, les acompaña la Luna. Cuadro poético, si no lo estropean las nubes y las luces de la ciudad. Hace diez años que no se veía nada semejante.Si esta semana se hubiesen colocado en línea Felipe González, Joaquín Almunia, José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba, el secretario general Pedro Sánchez mañana no saldría con vida del comité federal del PSOE. Dejo a la imaginación del lector la asociación de cada uno de los exsecretarios generales con los planetas alineados estos días de Acuario. No creo que hubiese dificultades para identificar a Júpiter y habría una viva discusión sobre el devorador Saturno.

Sánchez no podría soportar la presión de todos los exsecretarios generales juntos, más el viento del Sur, más las maniobras orquestales de José Bono (el manifiesto en favor de la gran coalición firmado esta semana por exministros socialistas y populares), más el castizo desdén de algunas viejas glorias del partido, convocadas ayer en un restaurante madrileño por la pareja Joaquín Leguina-José Luis Corcuera, encantados de haberse reencontrado en las tertulias de 13TV. Una conjunción de esas características no la resistían ni el Capitán Trueno, ni El Jabato.

Todos las piezas del Partido Socialista contrarias a la exploración de un pacto de investidura con Podemos están sobre el tablero, pero los exsecretarios generales no se han querido situar en línea, pese a que ninguno de ellos comparte la estrategia de Pedro Sánchez. El más contrario de todos –a estas alturas ya lo sabe todo Madrid– es Rodríguez Zapatero, encariñado políticamente con Susana Díaz y convencido de que es imposible sostener un Gobierno estable sobre una base de 90 diputados. El hombre de León lo explica así a sus interlocutores: “Yo sé lo que es gobernar con 162 diputados, sé lo que cuesta; intentarlo con 90 me parece casi imposible”. Pérez Rubalcaba, más condescendiente con Sánchez en los últimos meses, habla con sus silencios y con sus notas en Facebook. La última de ellas, furi-bunda contra la manera cómo Pablo Iglesias anunció la disponibilidad de Podemos a formar un gobierno paritario con los socialistas. “Es la primera vez que oigo en mi vida ofrecer un acuerdo de gobierno insultando gravemente al partido con el que quieres acordar”, escribió hace una semana.No son difíciles de imaginar las razones por las que Almunia, ex vicepresidente de la Comisión Europea, puede estar disconforme con la aproximación del PSOE a un partido que cuestiona frontalmente la labor del Directorio Europeo. Almunia, sin embargo, mantiene un silencio muy prudente desde que regresó a Madrid, una vez concluido su trabajo en Bruselas.Queda, Júpiter. “Esto sólo lo puede parar Felipe González” es la oración más repetida en Madrid –en el Madrid de la Castellana, especialmente–. Y González ha hablado, por fin. Ha hablado para la hermenéutica. ¡Interpretadme!El expresidente se ha pronunciado con una serie de aforismos, casi orientales, en una extensa entrevista publicada ayer por el diario El País. Un González turco, sentado en el Diván de Estambul, dice que sólo podrá atravesar la Sublime Puerta el partido que no se quede aislado. “Si el PP puede gobernar, el PSOE no se lo debe impedir, y viceversa”. Puesto que González considera que Podemos es la pérfida reencarnación del tren blindado de Lenin en 1917, no hay duda que rechaza todo pacto con ellos. Su aforismo invita a Ciudadanos a jugar fuerte. Si el partido de Rivera llegase a un acuerdo con el PP, el PSOE debería abstenerse. Si Sánchez lograse una entente con el partido naranja, que se aparte la derecha. Con mirada gatuna, González emplaza a Ciudadanos a desempeñar un papel más activo en las próximas semanas, puesto que es el partido objetivamente menos interesado en la repetición electoral. González no frena nada –ahora–, dibuja el perímetro de lo admisible y se reserva para más adelante.Los exsecretarios generales no se han puesto en línea de combate, porque frenar ahora a Sánchez –ahora, este fin de semana–, podría abrir un tremendo boquete en el PSOE, con efectos nefastos ante una hipotética repetición electoral. Si el Comité Federal se convirtiese mañana en un Vietnam, ardían todos.Y Rajoy está tocado. Ahora, sí. Con la redada de Valencia aflora un nuevo escándalo, sangra la llaga de la financiación ilegal del PP, crece el hastío, y la Moncloa en funciones parece débil.

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