La izquierda disputará la presidencia de Colombia

La primera vuelta de las elecciones colombianas ha dejado dos contendientes en el camino a la presidencia. Pero por primera vez en mucho tiempo, uno de ellos representa a una opción de izquierda soberanista respecto a los dictados de Washington. El candidato uribista, Iván Duque, y el izquierdista Gustavo Petro, exalcalde de Bogotá, se disputarán la presidencia en la segunda vuelta del 17 de junio.

Ninguno de los candidatos tuvo suficiente apoyo para superar la barrera del 50% de los votos y ganar en primera vuelta. Pero ganaron dos opciones en las antípodas ideológicas. Por un lado el candidato de la ultraderecha uribista, Iván Duque, que cosechó el 39,12% de los votos. Este candidato, vinculado a los círculos más reaccionarios, duros y proyanquis de la derecha colombiana, ha prometido enterrar el precario proceso de paz alcanzado entre el gobierno de Santos y las FARC si llega a la presidencia.

Por otro lado tenemos al candidato izquierdista Gustavo Petro, exalcalde de Bogotá y antiguo guerrillero de la M-19, que goza del apoyo de un variado elenco de fuerzas progresistas. Petro ha conseguido el 25,09% de los votos con un discurso antiestablishment que convenció sobre todo a los jóvenes y a las clases populares y que preocupa en Washington. Este candidato nunca disimuló sus simpatías con el frente antihegemonista latinoamericano, y por figuras como Chávez, Lula, Correa o Evo Morales. Como tercero, cerca de Petro, ha quedado el tambien izquierdista Sergio Fajardo (23,7%) de Coalición Colombia, coalición conformada por el Polo Democrático Alternativo, la Alianza Verde y el Movimiento Compromiso Ciudadano.

Por primera vez en mucho tiempo, en la segunda vuelta de unas elecciones en Colombia no concurrirán dos opciones que -con sus diferencias y matices- representan una línea de continuidad del sometimiento a Washington. Por primera vez, los conservadores y los liberales, las dos fuerzas principales sobre las que ha descansado el dominio norteamericano sobre Colombia, han quedado atrás. Por primera vez, Gustavo Petro, un candidato con aspectos antihegemonistas puede conseguir las llaves de la Casa de Nariño.

El balotaje promete ser reñido, ya que se enfretan dos opciones muy polarizadas. Aunque Duque tiene una ventaja de casi 15 puntos, se espera que los votos de Fajardo se sumen a los de Petro en la segunda vuelta.

El ascenso como principal opción electoral del ultrareaccionario Duque, delfín de Alvaro Uribe -una negra figura vinculada al paramilitarismo y al gobierno de G.W.Bush- está en correspondencia con la radicalización de la línea Trump en EEUU. Una Casa Blanca que lleva una política internacional cada vez más agresiva y que no se ha olvidado ni por un momento de su «patio trasero». Trump tiene como jefe de gabinete a John Kelly, general del cuerpo de Marines especializado en América Latina. EEUU no puede permitirse que Colombia, uno de los países más importantes en el dominio estratégico de Latinoamérica, salga de su órbita de dominio.

La participación de un candidato como Petro en la segunda vuelta, con opciones a conseguir la presidencia, es un rayo de esperanza. Pero nadie debe pensar que el camino a Nariño en Colombia está exento de enormes peligros y presiones.

Deja una respuesta