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La industria del metal destruye 11.000 empresas y 320.000 empleos desde el inicio de la crisis

La crisis que sacude el país, de origen financiero, ha tenido y está teniendo consecuencias devastadoras para la economía real. Y dentro del tejido productivo del país, no sólo la construcción y el comercio han sido devorados por la situación. La industria, también ha pagado un alto precio en estos cinco años. Las cifras son elocuentes: desde que se inició el tsumani económico en España y Europa, allá por 2008, la industria del metal en España ha perdido casi 11.000 empresas, lo que supone el 10,4% de la base industrial de este sector productivo.

En todo caso, el mayor castigo en términos de destrucción de tejido industrial ha recaído en el sector de la construcción, que ha perdido el 26% de la masa empresarial existente antes de la crisis. En términos porcentuales de caída, le siguen las actividades de madera y mueble, con un descenso del 22% de sus empresas, y las empresas de materiales de construcción con el 15,5%, según un amplio estudio que acaba de publicar la Federación del Metal y Construcción de UGT.

El duro ajuste en el metal es por tanto inferior en términos relativos al sufrido por otros sectores afines. La razón radica en la capacidad exportadora del mismo, que se ha acentuado estos últimos años y que ha permitido amortiguar algo el golpe.

Hay que tener en cuenta, además, que los sectores del metal y de la construcción en nuestro país están compuestos, básicamente, de empresas pequeñas y microempresas. Según el último dato disponible, referido a 2012, casi el 44% de estas sociedades tienen entre 1 y 49 empleados, cifra que se eleva hasta el 99,2% si consideramos aquéllas que carecen de asalariados.

En total, la reducción del número de empresas alcanzó, entre 2008 y 2012 en los sectores del metal, otras industrias transformadoras, construcción, materiales de construcción y madera y mueble las 182.234, sociedades, un 82% del total de empresas desaparecidas en la economía española.

Ese pequeño tamaño de las unidades de producción las hace más vulnerables. Prueba de ello es que el 60,3% de las empresas perdidas tenían menos de 10 asalariados.

Por sectores, cerca del 88% de las empresas de los sectores analizados correspondían al sector de la construcción, que ha perdido el 26% del tejido empresarial existente antes de la crisis. En términos porcentuales le siguen las actividades de madera y mueble, con un descenso del 22% de sus empresas, y materiales de construcción con el 15,5%.

Sangría laboral en la industria

En término de empleo, el castigo en sector industrial ha sido también notorio. El número de ocupados ha caído en 319.700 personas, es decir, en cinco años ha experimentado un retroceso del 25,1%. El balance refleja que la industria del metal empleaba a 1,27 millones de trabajadores en 2008 y ahora da trabajo, según el último datos disponibles, 953.000.

De los puestos de trabajo destruidos el 93,7% (299.800 empleos) han sido por cuenta ajena. Los efectos en el empleo no asalariado han sido menores, habiéndose perdido cerca del 14% del existente, por lo que la tasa de salarización se ha reducido cerca de dos puntos, pasando del 88,4% al 86,7% en 2012.

La construcción ha sido la actividad más afectada con la destrucción del 53,2% de su empleo, lo que supone 1.356.500 empleos menos, de los que 1.174.400 han sido asalariados.

En las actividades de madera y mueble la pérdida de empleo se ha cifrado en 142.200 empleos menos, un 49,2%, correspondiendo el 64% de dichos empleos a la actividad del mueble (91.100 ocupados menos) y los 51.300 restantes a la madera. El 52,8% de los puestos de trabajo destruidos fueron asalariados (116.500 empleos).

En cuanto al empleo en materiales de construcción, se ha visto reducido en 124.600 empleos, un 49,3%. Pero a diferencia de otros sectores, se ha producido un aumento del empleo por cuenta propia, mientras que el empleo asalariado disminuyó en 126.300 personas.

Con la aprobación de la reforma laboral, en febrero de 2012, se ha disparado el número de expedientes presentados, con un crecimiento cercano al 56% en los primeros ocho meses del año -último dato disponible-, respecto al mismo periodo de 2011, alcanzando una cifra de 8.003 expedientes, cercana a la registrada durante todo el año 2011.

El número de afectados en este período fue de 146.317, registrándose los mayores incrementos en las medidas de carácter temporal, con un aumento del 48% en los afectados por expedientes de suspensión y más del 3% en los de reducción de jornada. Los trabajadores que vieron extinguido su contrato crecieron un 27,5%.

Distinguiendo por sectores, el 42,5% de los ERE analizados se aplicaron en empresas del sector de la construcción, seguido por un 34% en el metal, 12% en madera y mueble, y cerca del 10% en materiales de construcción.

En términos de variación experimentada, destaca el fuerte aumento registrado en todos los sectores, que se sitúa en el 77% en el sector de materiales de construcción, seguido por cerca del 60% en el metal y el 57% en la construcción.

De los afectados por medidas extintivas, el 43% eran trabajadores de la construcción y el 36% del metal. El mayor incremento se ha registrado entre los trabajadores de las actividades de materiales de construcción, con un crecimiento del 112%, pasando a representar el 13% del total de afectados por dichas medidas.

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