La reestructuración del sistema financiero

La gran banca pone deberes a Zapatero

La gran banca está dispuesta para entrar de lleno en la reestructuración del sistema financiero con un objetivo claro que ya no ocultan: quedarse con una parte del negocio de las Cajas de Ahorro.

El Santander de Botín, el BBVA, el Poular y la gran patronal bancaria, la Asociación Española de la Banca (AEB) han salido en trompa y con dureza a exigir que se acelere el proceso de reestructuración del sector de las cajas. Pero sobre todo a exigir al Banco de España y al gobierno de Zapatero que la reestructuración se haga bajo unas determinadas condiciones.El presidente de la patronal bancaria AEB ha exigido que las cajas “revisen ya su modelo”, al Banco de España que no de dinero público para fusiones (“¿Por qué dar dinero a las entidades viables? No lo entiendo, que se apañen como todos”), y a los gobiernos autonómicos que dejen de poner problemas a las fusiones.Pero son las cúpulas del Santander y el BBVA, quienes están decididos a intervenir directamente para imponer las reglas del proceso. Para Alfredo Sáenz, brazo derecho de Botín en el Santander, están claros los “errores” que hay que evitar: “permitir que sigan operando bancos débiles; salvar bancos a los que no se fuerce a reestructurar su negocio, su gestión y su capacidad instalada; no premiar la prudencia de los buenos y dar ventaja a los zombis; y salvar con dinero público lo que se puede salvar con el privado”.El presidente del BBVA, Francisco González exige “una profunda reestructuración del sistema financiero”. “Sólo han de quedar en el mercado las entidades solventes, rentables y sujetas a controles apropiados…, y las entidades inviables sin ayudas públicas sean cuanto antes adjudicadas a los agentes privados más sólidos”.Botín y González no sólo quieren que el proceso de fusión de las cajas se acelere para reducir el peligro de que las agencias de calificación rebajen el rating a las entidades financieras españolas, sino en el proceso quedarse con el mercado de las entidades “zombis” o “inviables”. Y para ello han entrado directamente a ponerle deberes al gobierno y al Banco de España.Intervención del BE para reducir oficinas y entidades, nada de ayudas públicas para los “zombis e inviables” y, especialmente, manos libres para adjudicárselas: ¿por qué salvar con dinero público lo que se puede salvar con el privado, o sea lo que se pueden quedar ellos?Casi con toda seguridad vamos a asistir a una enconada batalla de intereses, no será fácil vencer las resistencias de las burguesías burocráticas y regionales para conservar sus cuotas de poder en las cajas, pero la ofensiva de la gran banca ya se ha lanzado y, sobre todo, la maquinaria ya está en marcha.

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