Mingote, maestro del humor

La Generación de » La Codorniz»

Dibujante, articulista, escritor de novelas policiacas y académicoMingote ha sido maestro de muchos de los mejores humoristas. Pero hablar de Mingote es hablar de la Codorniz y de todos aquellos que la hicieron posible. El humor más revulsivo de La Codorniz, caricaturizaba todo lo que se consideraba respetable, burlándose de las costumbres más pacatas, cursis y acartonadas contra los tópicos patrióticos y religiosos frente a la censura y la incomprensión

Antonio Mingote patriarca del humor gráfico en España inició su carrera como humorista gráfico en la revista “La Codorniz”. Desde el 53 hasta hoy colaboraba con el decano ABC para el que realizó un sinfín de portadas, y casi 25.000 caricaturas y viñetas con las que satirizaba la actualidad sin perder nunca la rebeldía de La Codorniz . El trabajo, el estilo propio y el talento han sido el aval para ocho décadas de oficio. Su estilo directo hacía inconfundibles sus dibujos. Gran amigo del guionista Rafael Azcona o Manuel Alcántara fue el primer humorista gráfico que entró en la RAE. A lo largo de los años 60′, 70´, 80´y también en los 90´ trabajó para el cine y la televisión. Fue director de producción y decorador en la serie “Historias para no dormir” de Chicho Ibáñez Serrador. En el cine trabajó como ilustrador y diseñador de títulos de crédito en películas como “Cuarenta grados a la sombra” o “Cómo está el servicio “entre otras o cómo guionista en la serie “Un señor de negro” protagonizada por López Vázquez personaje rescatado de sus viñetas. Su obra ha sido y publicada y traducida en diarios internacionales como “The New York Times” o “The Dayly Telgraph”.

Mingote y la “otra” generación del 27

Pero hablar de Mingote es hablar de “La Codorniz”- la revista más audaz para la gente más inteligente- y de todos aquellos que la hicieron posible: Miguel Mihura, Antonio de Lara (Tono), Edgar Neville, Wenceslao Fernández Flórez, Enrique Jardiel Poncela, Alvaro de la Iglesia; José López Rubio, Rafael Azcona… Antonio Mingote formó parte de una pléyade de escritores y dibujantes excepcionales. Uno de los últimos miembros de “La otra generación del 27”, Mingote es un destacado representante de una generación, y luego de una saga de artistas irrepetibles. “En «La Codorniz» del inolvidable Álvaro nos iniciamos los que ahora somos los mayores en este oficio estrafalario de hacer humor en los periódicos” dice. “Y, ya ancianos, calvas nuestras cabezas y blancas nuestras barbas, pero aún ilusionado el corazón, vemos con gozo a los cachorros de las nuevas generaciones, herederos del humor, el desenfado y la generosidad de aquellos gigantes que nos enseñaron a distinguir lo poético de lo cursi, lo importante de lo solemne, lo inteligente de lo ampuloso, lo serio de lo aburrido y la carne del pescado.” declaraba Mingote

La aparición de la Codorniz, por la que pasaron todos los grandes del género, dirigida por Mihura y por Antonio de la Iglesia alivió a una generación recién salida de la guerra civil. Escuela de grandes humoristas como Gila, José Luis Coll, Chumy Chúmez… Luego vendrían Hermano Lobo y ya en la democracia: “El Cocodrilo”, “Sal y Pimienta” , “El jueves”…. El humor más revulsivo de La Codorniz, caricaturizaba todo lo que se consideraba respetable, burlándose de las costumbres más pacatas, cursis y acartonadas contra los tópicos patrióticos y religiosos frente a la censura y la incomprensión. Una revista que a pesar de las limitaciones técnicas cada número era distinto y único. Trampolín de la “otra generación del 27” junto con la vanguardista ” La Ametralladora” fueron las revistas de más éxito de la época. Este conjunto de escritores que surgió paralelamente a la denominada generación del 27 renovaron la comedia frente al astracán con el humor más inteligente y desconcertante.«El humor más revulsivo de La Codorniz, caricaturizaba todo lo que se consideraba respetable»

Durante el periodo de entreguerras una explosión artística, cultural e intelectual revolucionó las artes y letras de una España entonces en decadencia y descomposición. No en vano a este periodo se le conocerá-por comparación con el Siglo de Oro- como la “Edad de Plata” de la cultura española. La España de entreguerras conoció la explosión de creatividad más importante de su historia moderna con la irrupción de la generación del 27( Lorca, Buñuel, Dalí, Cernuda, Alexandre, Dámaso Alonso, Jorge Guillén…) y el universo intelectual y cultural que rodeaba a la Residencia de Estudiantes. Pero también Ortega y Gasset en filosofía, Ramón y Cajal en ciencia, Picasso, Dalí, o Miró en pintura, Manuel de Falla en música o Sánchez. Y aunque su vértice más elevado sea la Generación del 27 contagió y desbordó todos los campos incluido el humor. Fernández Floréz, Julio Camba y Ramón Gómez de la Serna formaban el trío de grandes humoristas de los primeros años del siglo maestros de los que luego hicieron la Codorniz. Pero será Ramón Gómez de la Serna quién inició una línea de humor inteligente con sus famosas Greguerías (metáforas graciosas) continuada por Mihura en “La Ametralladora”, durante la guerra civil en el bando nacional y que continuó después de la guerra con “La Codorniz”. Miguel Mihura se convirtió en uno de los mejores autores de teatro y guionistas de los años 40´y 50´ reclamado por los mejores directores. Dialoguista de Bienvenido Mr Marshall, suyas son las canciones, las más famosa de ellas aquella con la que los habitantes de “Villar del Rio” reciben a los americanos. El mismo humor negro y subversivo de “Plácido” lo encontramos en las colaboraciones de Azcona, “el hombre invisible” del cine español, en La Codorniz.

Una aventura americana

Esta otra generación eclipsada por la” oficial” se lanzaron a conquistar Hollywood en los años treinta. Con la irrupción del cine sonoro Hollywood necesitaba buscar dialoguistas para las versiones dobladas al castellano para el mercado hispano. Incluso buscaban guionistas para adaptar las tramas a los gustos del mercado hispanoamericano. Las firmas americanas contrataron en 1930 y 1931 a nuestros mejores dramaturgos y actores ( Múñoz Seca, Imperio argentina, Benito Perojo, Edgar Neville, López Rubio, Florian Rey….)

Con Edgard Neville a la cabeza, todos a excepción de Mihura desembarcaron en los estudios de la Fox y de la Metro: Tono, Jardiel Poncela, López Rubio…incluso Buñuel. Edgar Neville hizo amistas con Chaplín, cenaba con Douglas Fairbanks e incluso visitó el rancho de W. R Hearst… Pero en 1932 la crisis llegó a Hollywood , las cifras de la taquilla descendieron vertiginosamente, se cerraron los estudios de la Paramount en París, se anularon los contratos y se produjeron despidos masivos. La mayor parte de los actores regresó a España, sólo algunos resistieron en Hollywood .La aparición del sistema de doblaje hacía ya innecesaria la producción de dobles versiones, pero la Fox que había invertido grandes sumas de dinero y que tenía bajo contrato a una numerosa nómina de actores y escritores continúo la producción con temas y autores españoles. Capítulo olvidado en la historia del cine español la experiencia cinematografía de Hollywood permitió aprender y conocer la técnica por parte de artistas y técnicos que con el acceso a los estudios americanos iniciaron el desarrollo del cine español que logró su consolidación a la llegada de la II República, edad de oro del cine español.

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