El trastero de Sara

La fórmula del éxito

La nueva ficción televisiva ha sabido tomar el pulso a una América desquiciada y decadente

EEUU apuesta fuerte por las series televisivas. Más de 70 títulos se estrenan en la nueva temporada. Las grandes cadenas de televisión no han dudado en explotar el nuevo fenómeno fichando a las estrellas de Hollywood más taquilleras. Michael J. Fox y Robin Willians encabezan la larga lista de estrellas. El oscarizado director Scorsese salta a la pequeña pantalla con la lujosa Boardwalk Empire: el presupuesto del episodio piloto supera con creces la suma de presupuestos de Malas calles o Taxi Driver.

Pero los viejos vicios de Hollywood amenazan la creatividad que ha hecho de series tan arriesgadas como The Wire o Breaking Dead colocarse entre los mejores dramas de la historia de la televisión. Frente a guiones originales en esta nueva temporada las grandes cadenas apuestan por remakes y spin offs de series de los sesenta como Ironside, series de otros países como The tomorrow people (Reino Unido), Mujeres asesinas (Argentina) o Rake(Australia), o incluso basadas en películas como About a boy (Un chico grande), Dracula o Sleepy Hollow. Grandes productores como Steven Spielberg firman series de ciencia ficción, entre las que destaca Star-crossed, una idea original española para CW.

El nuevo milenio se bautizó con los Sorprano. La serie dirigida y escrita por David Chase superó todas las expectativas dejándonos a todos boquiabiertos. Después vinieron The Wire , Mad Men, Homeland, Breaking Dead… una poliédrico retablo sobre las sueños y pesadillas de la América pos 11-S. En The Wire, una galería de complejos personajes y voces construyen un retrato hiperrealista del declive social y político de América y los mecanismos más sofisticados de poder. «Las series norteamericanas han tomado el testigo al mejor cine de Hollywood»

El éxito de las series norteamericanas no solo se debe a haber apostado por el talento y la creatividad frente a los infinitos remakes y refritos de Hollywood sino porque series como por ejemplo The Wire han sabido retratar las contradicciones y ansiedades de EEUU mucho mejor de lo que lo ha hecho hoy el cine secuestrado por el juego de Hollywood.

A lo largo de cinco temporadas The Wire retrata la realidad social norteamericana con un realismo y una precisión quirúrgica que no habíamos visto antes en televisión. Contada sin ninguna concesión y con un realismo cruel y sucio, el guión de David Simons está considerado como una de las mejores crónicas del siglo XXI.

The New York Times publicaba un artículo: ¿Son las películas malas o es que sencillamente la televisión es mejor? Y es que el elefante blanco Avatar a pesar de ser una de las películas más taquilleras no está en condiciones de competir con las mejores series de la televisión. La política de la televisión por cable HBO que se puede resumir en su eslogan Algo más que televisión frente a la producción en serie de Hollywood ha sido una de las claves para esta nueva edad de oro de la televisión. Las series norteamericanas han tomado el testigo al mejor cine de Hollywood. La sombra de Hitchcock , uno de los responsable de la revalorización de la pequeña pantalla gracias a la antológica serie Alfred Hitchcock presenta….es un referente clarísimo en Mad Men. Después llegaría Berlín Alexanderplatz de Fasbinder para la WDR en 1980 o la Riget de Lars Von Trier para la DR en los 90 pero sobre todo la fundacional Twin Peaks de David Lynch y Mark Frost.

La nueva ficción televisiva sin embargo ha sabido tomar el pulso a una América desquiciada y decadente. Mientras El hombre de acero, el último remake de Superman se estrella en los cines, Don Drape, el hombre de Lucky Strike, protagonista estelar de Mad Men se precipita al vacío desde su elegante oficina en Manhattan. Las turbias atmósferas de Hitchcock laten en Mad Men ganadora de quince Premios Emmy y cuatro Globos de Oro. La agencia de publicidad Sterling Cooper funciona como un ecosistema perfecto que recrea el vértigo de la década más convulsa de la historia de EEUU. El guión de Matthew Weiner diseñado sobre los estilemas de la industria de la felicidad en los años 60 es una metáfora perfecta de un mundo corrupto que se muestra como perfecto. Vendedores de felicidad; los hombres de Madison Avenue han construido una nueva mitología seduciendo al mundo entero con el american way life. Matthew Weiner a través de los conflictos y las relaciones de los personajes de la agencia Sterling Cooper pone de manifiesto las mentiras que sostienen la sociedad americana. Relaciones personales atravesadas por el poder, el sexo, la ambición o el machismo con Kenedy o la Guerra de los misiles como música de fondo. Don Draprer es el héroe posmoderno que carga sobre sí las culpas de una América que nunca fue. «Más de 70 títulos se estrenan en la nueva temporada»

Y qué decir de la adictiva Breakind Bad. Brutal, salvaje y criminal Breaking Bad es una de las series del momento. Los guionistas han apostado a todo y nada. Breaking Bad es una tragedia americana que retrata una realidad cada vez más cruel sin escapatoria que nos convierte en extraños. Ambientada en Duke, un suburbio de Alburquerque en tierra de nadie, en la frontera entre EEUU y México cuenta con un realismo brutal la realidad del narcotráfico y la inmigración. Capítulo a capítulo Breaking Bad nos ha hecho cómplices de los crímenes de Walter enfrentándonos a un problema moral del que nadie nos ha avisado. El nuevo rey de la pantalla es un criminal.

La cuadratura del círculo

Las mejores series americanas han conseguido la cuadratura del círculo: éxito masivo de público, nuevas fronteras morales y un nuevo y sofisticado lenguaje narrativo.

El prestigioso documentalista francés Chris Marker, el inventor del ensayo fílmico, afirmaba en el diario Libération: “Mi necesidad de ficción se alimenta de aquello que es con diferencia la fuente más completa: las formidables series americanas (…) Allí hay un saber, un sentido del relato, del escorzo, de la elipsis, una ciencia del encuadre y del montaje, una dramaturgia y un juego de los actores sin equivalencia en ninguna parte, y sobre todo no en Hollywood.”

Y es que series como Homeland, thriller político que barrió en los Globos de Oro, logran alcanzar en tan solo unos pocos episodios la intensidad y complejidad que otras series consiguen después de temporadas completas. Los guionistas desarrollan las tramas a un ritmo trepidante. Protagonizada por personajes fronterizos, la relación entre Carry y Broody alcanza una complejidad y profundidad que la mayoría de los thrillers no llegan a alcanzar.

Deja una respuesta