La ONU condena la prueba nuclear de Corea del Norte

La diplomacia nuclear se mantiene firme

El Gobierno de Corea del Norte, a través de un comunicado, reiteró este lunes su postura respecto al derecho soberano de desarrollar su defensa, después de realizar un nuevo ensayo nuclear y el lanzamiento de dos misiles de corto alcance. En el documento, la nación asiática cuestiona las presiones que impulsa Estados Unidos en su contra, bajo el argumento que el desarrollo nuclear norcoreano es peligroso para la comunidad internacional. Recuerda que las crí­ticas hacia las pruebas realizadas por Corea del Norte provienen, principalmente, de Estados Unidos, paí­s que ha sido el único en atacar a otra nación con armas nucleares, luego de lanzar bombas atómicas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945.

El gobierno de Corea del Norte también acusa a Estados Unidos de almacenar ojivas nucleares y de realizar ruebas con esas armas, tanto dentro como fuera de su territorio. «El doble rasero de los Estados Unidos es evidente en toda su polí­tica internacional. Mientras ese paí­s almacena miles de ojivas nucleares, realizando pruebas dentro y fuera de su territorio, y siendo la única nación que las ha usado contra otros pueblos, acusa a la RPD de Corea de ‘provocadora’ y ‘peligrosa’ nación que actúa contra la opinión pública internacional», apunta el texto.Además añade que o tras potencias nucleares como Francia o Israel realizan ensayos de mucha más magnitud y de forma regular sin recibir ningún tipo de condena. Califica como una campaña imperialista las acciones que llama Estados Unidos a emprender contra Corea del Norte a nivel internacional. Asimismo, las resoluciones del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) también fueron objeto de rechazo por parte del paí­s asiático, al considerarlas como un instrumento de algunos paí­ses para justificar planes hegemónicos, como la invasión de Estados Unidos a Irak en 2006.Explica que tal señalamiento se debe a que «es absurdo proseguir en conversaciones de paz y acercamiento con los Estados Unidos mientras éstos siguen imponiendo sanciones y violando el derecho básico de Corea del Norte». También se exhorta a Estados Unidos a respetar al Gobierno de Corea de Norte, que desea la paz pero sin ningún tipo de sumisión. «Los EE.UU. deben saber que la RPD de Corea jamás se someterá a un proceso de sumisión. Estados Unidos debe aprender a respetar y tratar como un igual a nuestro Gobierno», agrega la misiva. La RPD de Corea desea la paz, pero no se arrodillará ante EE.UU. para conseguirla», dice el texto.El lanzamiento suscitó la condena por parte del Consejo de Seguridad de la ONU luego de efectuar un ensayo nuclear subterráneo y probar tres misiles de corto alcance. «El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas condena unánimenente la prueba nuclear realizada este mismo lunes (por ayer) por Corea del Norte», señaló el presidente del organismo, el ruso Vitali Churkin, en nombre de los 15 miembros. «En los próximos dí­as emitiremos una dura resolución en contra de Pyongyang», agregó el diplomático desde Nueva York.Fuentes de la defensa surcoreana consideran que Corea del Norte tiene en total unos 800 misiles, entre ellos algunos de largo alcance Taepodong, como el que lanzó en 2006. Al mismo tiempo, se estima que tiene suficiente plutonio para fabricar entre 6 y 12 pequeñas bombas atómicas. En las últimas horas, Pyongyang ha mandado un mensaje muy claro y contundente al resto de la comunidad internacional. El Ejército y pueblo norcoreanos están preparados para una batalla contra cualquier intento de «ataque preventivo» por parte de EE UU y sus aliados, recogí­a hoy el diario del Partido de los Trabajadores norcoreano, Rodong Sinmun, citado por la agencia KCNA.El presidente norteamericano afirmo: «Estas acciones constituyen una grave amenaza para la paz y por eso es necesaria una respuesta firme de la comunidad internacional», sostuvo el mandatario. Al mismo tiempo, Obama señaló que su gobierno continuará trabajando con sus socios del Grupo de los Seis (China, Estados Unidos, Rusia, Japón y las dos Coreas) y con los otros miembros del Consejo de Seguridad de la ONU para reanudar las negociaciones con Pyongyang interrumpidas por este gobierno para lograr el abandono de su programa nuclear. Sin embargo, Obama no dejó de remarcar las consecuencias negativas que acarrearán estos ensayos. «El comportamiento de Corea del Norte aumenta las tensiones mundiales y socava la estabilidad en el nordeste de Asia. Tales provocaciones sólo servirán para reforzar su propio aislamiento», aseguró.Desde Pekí­n, el llamamiento fue para que Corea del Norte se abstenga de tomar cualquier otra medida que pueda empeorar la situación. «El gobierno de la República Popular China condena los ensayos realizados por el gobierno de Pyongyang e insta a sus autoridades a que pongan fin a cualquier acción que pueda enconar la situación», detalló un comunicado emitido por la Cancillerí­a china. En tanto, desde Moscú el tono fue similar al norteamericano. «Las acciones llevadas a cabo por el gobierno de Corea del Norte constituyen una escalada en el noreste de Asia y representan una amenaza para la seguridad en la región», estimó el Ministerio de Relaciones Exteriores de ese paí­s.Desde la crisis desatada por el experimento nuclear norcoreano, en septiembre de 2006, Washington aumentó las presiones y consiguió que la ONU aplicara duras sanciones económicas contra Pyongyang. Finalmente el gobierno norcoreano accedió en 2007 a negociar el desmantelamiento de sus usinas nucleares a cambio del levantamiento de las sanciones y resarcimiento económico, lo que fue aceptado por EEUU. Corea del Norte cerró el principal reactor nuclear, Yongbyon, en julio de 2008 para satisfacer los términos de su acuerdo con China, Estados Unidos, Japón, Rusia y Corea del Sur. En junio de 2008, el paí­s suministró una relación de sus actividades nucleares (seis meses tarde) y demolió la torre de congelamiento en la planta Yongbyon. Pero en protesta por no ser sacado de la lista estadounidense de terroristas y la falta de avance en las contraprestaciones acordadas en ayudas alimentarias, el levantamiento del bloqueo comercial y de capitales. Corea del Norte decidió en septiembre de 2008 reactivar las instalaciones y prohibió el subsecuente acceso a los inspectores de Naciones Unidas.Corea que en anteriores ocasiones ha actuado así­ gracias a la placet de China. Es significativo que esta vez el gobierno de Pekí­n le haya pedido «contención e insta a sus autoridades a que pongan fin a cualquier acción que pueda enconar la situación» a Pyongyang. China ha jugado muchas veces la baza de Corea, pero esta vez, en un momento en que las autoridades chinas lo que menos quieren es conflictos en la zona, sino continuar con su polí­tica de coexistencia pacifica, de cara a sus grandes proyectos de desarrollo y desplegar su peso polí­tico y diplomático en el tablero mundial.Que corea sacuda el avispero, de vez en cuando exhibiendo, su «diplomacia atómica», la cual, desde hace años propone una lí­nea dura, para dejar claro que también tienen derecho a un trato de igual a igual y que la única forma de conseguir la atención del imperio y acabar con las sanciones y el ostracismo, es exhibiendo lo único que pone nervioso a Washington, desestabilizar y amenazar a su pivote estratégico en la zona, Corea del sur. Pero que lo haga con tanta persistencia, puede conllevar una agudización de las contradicciones sobre el Mar Amarillo. Zona donde no solo chocan Pyongyang contra Seúl o Tokio. Sobre sus aguas colisionan las esferas de influencia de una superpotencia en declive y la cabeza de un Asia en ascenso.

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