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La deuda pone en peligro a Occidente

Cuando Carlo Ponzi, un lavavajillas de Parma, Italia, emigró a Estados Unidos en 1903, tenía 2,50 dólares en el bolsillo y un sueño de millones de dólares en su cabeza. Él fue capaz de cumplir ese sueño, al menos temporalmente.Ponzi prometía a la gente que iba a multiplicar su dinero de una forma milagrosa: un 50 por ciento en seis semanas. Con su cabello cuidadosamente peinado y un acento encantador, engañó a los inversores y Ponzi alimentó su avaricia. Los primeros inversores confiaban en sus declaraciones fantásticas. Lo que no sabían era que Ponzi estaba simplemente usando el dinero de otros inversores para pagarles sus beneficios.El esquema continuó. Diez inversores se convirtieron en 100, y 100 inversores se convirtieron en 1000, hasta que la estafa fue descubierta. Ponzi pasó muchos años en la cárcel, y murió en la miseria en 1949. Pero su nombre sigue siendo importante para todos los criminólogos de hoy – y para todos los economistas.Los economistas utilizan el término «esquema Ponzi» para describir un mecanismo desastroso en el que alguien paga la deuda vieja mediante una progresión constante de deuda nueva. El pago de la deuda –los préstamos más recientes, más los intereses– se difiere a un futuro lejano, alimentando un eterno proceso de refinanciación de la deuda.Es la clásica pirámide o el proceso de bola de nieve, practicada por miles de artistas de la estafa después de Ponzi. El caso más espectacular fue el del financiero de Nueva York Bernard Madoff, quien fue responsable de pérdidas de alrededor de 20.000 millones de dólares en 2008. Las bolas de nieve se ponen en movimiento, llegando a ser cada vez más grandes a medida que ruedan por la pendiente. En el peor de los casos, terminan en una avalancha que se lleva con ella a todo lo demás.Las economías occidentales no han actuado de manera muy diferente al estafador Madoff. En 2011, fueron arrollados prácticamente por las malas noticias y los antiguos pecados. Casi todo el mundo –en Europa y en Estados Unidos– ha estado viviendo por encima de sus posibilidades, desde los consumidores a los políticos de todo un país. Los gobiernos se han convertido en siervos de los mercados, de los que se han vuelto dependientes.Grandes bolas de nieveSobre esta base, casi todas las semanas los informes se han hecho más preocupante y las sumas de dinero en juego más asombrosas. Muchos están preocupados de que, en este 2012 que se inicia, las bolas de nieve sólo se harán más grandes – y rodarán más rápido:Son los bancos en Europa, que tendrán que pagar alrededor de 725 mil millones de euros en deuda combinada en 2012, incluidos 280 mil millones en el primer trimestre. Con el mercado privado en gran medida fuera de su alcance, los bancos han tenido que recurrir al Banco Central Europeo (BCE) para rescatarlos. El BCE está ahora prestándoles dinero fresco –todo el que quieran– a unas tasas de interés mínimas.Hay un país como Italia, que tiene que pagar una cantidad exorbitante de deuda a principios de año. Alrededor de 160 mil millones de euros en deuda vence entre enero y abril, el total para todo el año es de aproximadamente 300 mil millones. El gobierno de Roma ya está teniendo problemas para encontrar compradores para sus bonos.Es el BCE, que está creando miles de millones esencialmente de la nada. Casi cada semana, adquiere bonos que nadie compraría a Portugal, España e Italia y, en el proceso, se está convirtiendo en un financiador de los países en apuros. Esta ayuda financiera asciende ya a 211.000 millones de euros.Es la Comisión Europea, cuyo presidente, José Manuel Barroso, apoya el uso de bonos denominados en euros (…) Es el fondo de rescate de 440.000 millones de euros, de los cuales € 150 mil millones ya están comprometidos en Grecia, Irlanda y Portugal. Pero debido a que esta cantidad no es suficiente, los ministros de Finanzas han decidido «aprovechar» el fondo, un término aparentemente inofensivo para atraer a prestamistas adicionales, lo que multiplica el volumen de crédito.Y luego está Estados Unidos, que sólo sigue siendo solvente, porque el Congreso en Washington sigue aumentando el límite de la deuda. El gobierno de Estados Unidos adeuda ya a sus acreedores alrededor de 15 billones de dólares. Estén atentos a la próxima entrega.En otras palabras, hay un montón de bolas de nieve que comenzaron a rodar y con cada rotación son cada vez más grandes. Algunos aspectos del sistema económico en los países industrializados se asemejan a un gigantesco esquema Ponzi. La diferencia es que esta versión es completamente legal.Vivir a créditoLas viejas deudas se pagan con las nuevas, y los prestatarios no tienen el más mínimo pensamiento de devolverlas. Esto ha estado ocurriendo durante mucho tiempo, demasiado tiempo, de hecho. Fue sólo con la erupción de la crisis financiera en 2007 y los rescates escandalosamente caros de los bancos y las economías cuando mucha gente se dio cuenta de que todo el mundo está viviendo a crédito.»La deuda está llegando a un extremo que está por encima de todo lo que hemos visto, excepto durante las grandes guerras», concluyen los economistas del Banco de Pagos Internacionales (BIS) en un estudio reciente. «Los problemas de la deuda que enfrentan las economías avanzadas son aún peores de lo que pensábamos».Esto es cierto incluso en la aparentemente sólida Alemania. En el tercer trimestre de 2011, la deuda pública alemana ascendió a 2,02 billones de euros, un incremento de 10,8 mil millones en el nivel de deuda en apenas tres meses. La deuda pública de Alemania creció alrededor de 120 millones de euros al día –o más de 80.000 por minuto– entre julio y septiembre.Para empeorar las cosas, este incremento se ha producido en un trimestre marcado por la abundancia de ingresos fiscales y una reducción significativa del desempleo. Sin embargo, las deudas aumentan, independientemente de si los tiempos son buenos o malos.El fin del sistema Lo mismo está ocurriendo en casi todas partes. En la primera década de este siglo, que no era un período de debilidad económica, los países e duplicaron con creces el nivel de deuda – que se estima es en total de 55 billones de euros a finales de 2011.Estados Unidos encabeza la lista con su deuda nacional de 15 billones de dólares, seguido por Japón con cerca de 13 billones de dólares. Los 2,02 billones de euros de Alemania parecen casi insignificantes en comparación. Hoy en día, las tres agencias calificadoras dan su más alta calificación de crédito a sólo 14 países en el mundo.El hecho de que las naciones estén continuamente gastando más de lo que ingresan, no puede salir bien en el largo plazo. La palabra «crédito» viene del latín «credere», que significa «creer». El sistema sólo funcionará siempre y cuando los prestamistas crean en los prestatarios. Una vez que la creencia en la solvencia de los prestatarios se destruya, casi nadie estará dispuesto a adquirir sus títulos.Cuando eso sucede, el sistema habrá terminado.Esto es precisamente lo que sucedió con el esquema de Carlo Ponzi. Y ahora son países enteros los que están sufriendo un destino sospechosamente similar. Ya no se les toma en serio.Grecia es insolvente. Italia y España están obligados a ofrecer mayores tasas de interés para encontrar compradores para los bonos de su gobierno. Francia está amenazada con perder su impecable calificación de crédito. La crisis de la deuda ha llegado al corazón de Europa.Por otra parte, también se quema una vez más Estados Unidos, con los demócratas y los republicanos acusándose mutuamente de las deudas de la nación. En lugar de asumir la responsabilidad y la consolidación del presupuesto, el presidente Barack Obama prefiere manifestarse en contra del enfoque de los europeos para gestionar la crisis. Estos, a su vez, se niegan a tolerar cualquier interferencia, especialmente de Estados Unidos, al que culpan de ser la fuente de la crisis financiera en primer lugar.De esta manera, el Viejo Mundo y el Nuevo Mundo están tirándose la culpa uno a otro, mientras que la confianza en la política y su capacidad para evitar el colapso está disminuyendo en ambos lados del Atlántico (…)

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