Perdidas las elecciones, Eusko Alkartasuna se escinde

La derrota étnica les divide

El sector crí­tico en Eusko Alkartasuna (EA), liderado por Iñaki Galdos, ya habí­a anunciado la posible ruptura el pasado sábado. Ahora confirma que abandonará el partido para crear una nueva formación polí­tica, bajo el nombre de Alkarbide, con la que «buscan rescatar la lí­nea fundacional» del partido. Después de un proceso de reflexión, Suspertu, que iniciaron tras los comicios autonómicos, quieren «ayudar al relanzamiento de Eusko Alkartasuna y del nacionalismo institucional» porque están en desacuerdo con el «giro estratégico hacia un polo soberanista con las fuerzas de la autodenominada izquierda abertzale». La derrota electoral de las fuerzas étnicas y su desalojo del gobierno vasco ha sacado a la luz las diferencias internas en EA. Frente a la lí­nea dominante, representativa del nacionalismo más excluyente en connivencia con el entorno etarra, se opone una lí­nea que intenta una polí­tica posibilista.

De hecho, el sector que lidera Galdos afirmó el asado sábado su intención de “articular un nuevo movimiento de ámbito nacional, abertzale, democrático y socialdemócrata”, destacó que no compartía la estrategia de alianza con la llamada “izquierda abertxale”, y que ellos no tenían “nada que ver con un mundo que no respeta los derechos humanos”. Recordemos que la derrota electoral del pasado 1 de marzo supuso que EA se convirtiera en la mínima expresión parlamentaria al perder seis de sus siete escaños en la Cámara vasca. Y sobre todo hay que recordar que el máximo representante de EA en el gobierno de Ibarretxe era Joseba Azkarraga, consejero de Justicia, es decir, ni más ni menos que poner al zorro a cuidar del gallinero. Este siniestro personaje cumplía la función pública de defender, apoyar y ayudar a los representantes políticos de ETA en todos los ámbitos autonómicos y en todos los foros políticos. Era su valedor público. De la función soterrada de connivencia con el mundo etarra ya se encargaba la camarilla de Ibarretxe, Arzallus y compañía, que era la expresión genuina del régimen étnico basado en el terror, el miedo y el silencio.

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