Se extienden las movilizaciones en defensa de la Sanidad Pública

La defensa de la Sanidad Pública: una batalla que se contagia a toda España

Desde estas páginas -siempre comprometidas con la defensa de la Sanidad Pública, con sus trabajadores sanitarios y sus condiciones laborales, y con la lucha contra los recortes y la privatización- nos sumamos a la lucha de los trabajadores sanitarios, y de los colectivos de la Marea Blanca... de toda España

El deterioro de la Sanidad Pública ha quedado patente tras dejar atrás la peor etapa de la pandemia. La opinión mayoritaria entre los médicos y profesionales de la Sanidad es que nada ha mejorado, y esa misma opinión está generalizada entre la inmensa mayoría de los usuarios, así opina un 48% de los españoles según las encuestas. Se pudo ver en la histórica manifestación del 13 de noviembre en Madrid y en las movilizaciones que como un reguero de pólvora se extienden por toda España.

Las organizaciones del sector y los profesionales alertan de la falta de médicos, especialmente en la Atención Primaria, de la sobrecarga asistencial, con 60 o más pacientes por jornada y el aumento en las listas de espera, del colapso en las urgencias y la precariedad de las condiciones laborales y retribuciones de los profesionales. Y en general alertan de la falta de financiación.

Mientras, la batalla en defensa de la Sanidad Pública se extiende por toda España.

En la mayoría las comunidades autónomas hay convocadas movilizaciones independientemente del color político de los gobiernos autonómicos. Especialmente concentradas en la Atención Primaria, ya que es la puerta de entrada del Sistema Público de Salud, uno de los pilares estructurales del estados de bienestar y sobre todo el eje vertebrador de toda la Sanidad Publica.

Precisamente ahí es donde se concentran los principales problemas que están haciendo saltar las costuras de la Sanidad Pública. La falta de financiación, la precariedad laboral asociada a la falta de médicos y la sobrecarga de pacientes en los centros de salud son comunes en los ambulatorios y consultorios de toda España.

Organizaciones como la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (Aepap) han decidido apoyar todas las movilizaciones de los pediatras y médicos de familia en toda España. Mientras que la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos de la Comunidad Valenciana se reúne con el Sindicato Médico Andaluz y Metges de Catalunya (Médicos de Cataluña) para coordinar las movilizaciones.

Desde el sector sanitario vienen denunciando que los médicos vivieron durante la pandemia de Covid-19 la peor etapa de su historia, y pasada aquella época, aún quedan heridas abiertas y retos sin resolver.

Como un reguero de pólvora

Las movilizaciones se siguen extendiendo como un reguero de pólvora por casi todo el territorio nacional, según recoge la revista Redacción Médica.

Huelga de los médicos de familia y pediatras de la Comunidad de Madrid

En Madrid se mantiene la huelga indefinida en el conjunto de la Atención Primaria impulsada especialmente por la Asociación de Médicos y Titulados Superiores (AMYTS), que desde el 21 de noviembre denuncian la sobrecarga de los centros de salud y reclaman la mejora de las condiciones laborales y las retribuciones de los profesionales. Mientras que otros cinco sindicatos (SummAT, Mats, CSIF, Afem y AME) ya han anunciado la convocatoria de una huelga en toda la Atención Primaria para después de las fiestas navideñas para exigir más personal y más recursos a fin de evitar «el hundimiento» del sistema sanitario público”.

Para enero y febrero hay convocadas movilizaciones en Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana y Navarra, si antes no se llega a un acuerdo.

En Andalucía, médicos y pediatras de Atención Primaria han convocado  una huelga indefinida a mediados de enero si no se mejoran las condiciones laborales en los centros de salud andaluces. Según la presidenta del Sindicato de Médicas y Médicos de Atención Primaria, Carmen González, “llevamos años sobrepasados y no hay respuestas adecuadas a las necesidades, aunque los políticos llevan años prometiendo medidas”.

Metges de Catalunya (Médicos de Cataluña), el sindicato mayoritario del sector, anuncian un ciclo de movilizaciones por la “situación insostenible de la Sanidad Pública” y llaman a convertir esa movilización en “un motor de la reconstrucción del sistema”. Lastrado por la sobrecarga asistencial y las listas de espera; la falta de médicos y la precariedad de las condiciones laborales y retributivas de los profesionales; y por la falta de la inversión necesaria. Metges alerta de que el sistema público sufre “una descapitalización sin precedentes” que pone en “riesgo serio” la continuidad del servicio público de salud.

Protesta de los profesionales del servicio de urgencias del Hospital de Alzira, en Valencia

En la Comunidad Valenciana, el Sindicato Médico de la Comunidad Valenciana (CESM-CV) anuncia que el sector irá a la huelga los días 17 y 18 de enero ante la situación actual, especialmente la “falta de profesionales, el maltrato o fuga de médicos y la sobrecarga de trabajo”, si antes no se llega a un acuerdo, como promete el conseller de Sanidad Miguel Mínguez.

Extremadura. El Sindicato Médico (Simex) ha convocado huelga en la Atención Primaria y hospitalaria los días 23 y 30 de diciembre y para el 5 de enero. Además se anuncia una huelga indefinida los viernes de cada semana a partir del 13 de enero apoyada por todas las organizaciones del sector sanitario.

En Navarra, el sindicato médico ha convocado una huelga indefinida en la red sanitaria pública de la Comunidad Foral para febrero de 2023, ante la “inacción” del Gobierno de Navarra y del Departamento de Salud y la necesidad “urgente” de mejorar las condiciones laborales de los profesionales.

En la Región de Murcia ocurre otro tanto, el Sindicato Médico considera inaceptable la situación de colapso y demoras en la atención primaria y hospitalaria por las listas de espera. “No se puede seguir consistiendo, ha declarado su presidenta María José Campillo, que los facultativos dispongan nada más que de tres minutos para ver a pacientes que llevan hasta tres semanas esperando cita con su médico de cabecera”.

Los médicos y pediatras de Atención Primaria de Aragón han creado una Comisión de Crisis integrada por sindicatos y profesionales como primer paso para las movilizaciones. Y en la misma línea se preparan movilizaciones en Castilla-La Mancha, La Rioja o Canarias.

Los problemas que incendian la Sanidad

Se concentran principalmente en la Atención Primaria:

  • Precariedad de las condiciones laborales y retribuciones de los profesionales.
  • La falta de médicos (por los contratos en precario), déficit de pediatras.
  • Masificación de las consultas y sobrecarga asistencial, menos de 3 minutos por paciente.
  • Listas de espera para especialistas y quirúrgicas.
  • Colapso en las urgencias.
  • Exceso de burocracia
  • Y como base de todo: falta de la financiación necesaria

     

Editorial Nacional

La Sanidad Pública en lucha, en toda España

Tras el éxito de la multitudinaria manifestación en defensa de la Sanidad Pública en Madrid del pasado 13 de noviembre, las movilizaciones de sanitarios y de colectivos de la Marea Blanca se han «contagiado» a gran parte de España. Los sindicatos de médicos, enfermería y trabajadores de centros de Atención Primaria y hospitales de Navarra, Aragón, Extremadura, Comunidad Valenciana, Cataluña, Andalucía y Castilla-La Mancha ya han convocado movilizaciones, sumándose a la prolongada huelga que mantienen los médicos y pediatras de la Comunidad de Madrid.

Todos ellos denuncian una situación crónica del Sistema Nacional de Salud: un continuo deterioro de la calidad asistencial, colapsos en los centros de Atención Primaria o en las urgencias, sobrecarga de trabajo de los sanitarios, provocado por la falta de profesionales, que además soportan una precariedad y una temporalidad insoportables. Unas carencias que la pandemia de Covid-19 puso de relieve, pero que lejos de haber sido subsanadas, se han mantenido como una endeble base estructural en una Sanidad Pública por debajo de nuestras posibilidades.

Los recortes -de financiación, de medios y, sobre todo, de personal- en la Sanidad Pública son una epidemia que se extiende, con diferente grado de intensidad, por todo el territorio nacional. Es cierto que en los nuevos PGE de 2023, se supera en un 6% la partida sanitaria de 2022. Pero los problemas que sufre nuestra sanidad pública, tras década y media de recortes, degradación y privatizaciones, son graves y estructurales. Y -aunque esto sea imprescindible- no se resuelven simplemente aliviando paulatinamente su financiación.

Tenemos un Sistema Público de Salud que es uno de los mejores del mundo. Es gratuito -gracias a la financiación pública a cargo de los Presupuestos Generales del Estado- y con criterios de acceso universales, basados en la necesidad y no en la renta. Solo basta mirar a países como EEUU -donde cualquier persona que ingrese en Urgencias puede salir arruinada o endeudada por años y décadas- para darnos cuenta de que la Sanidad Pública es una de las grandes conquistas de la lucha popular. Defenderla, junto a la educación o las pensiones, es esencial.

Pero tras décadas de recortes y maltrato a sus profesionales, tras años y años de ofensivas externalizantes y privatizadoras, la Sanidad Pública está en peligro.

Ahora mismo estamos en cifras récord de listas de espera: 706.000 personas -uno de cada siete españoles- están esperando una operación quirúrgica, una demora que puede tener un alto coste para su salud, e incluso puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.

La continua merma de la calidad asistencial de la Sanidad Pública es una autopista hacia el auge del negocio de la Sanidad Privada.

La situación de la Atención Primaria es especialmente dramática, con unos centros de salud colapsados y faltos de personal. Las malas condiciones salariales y de trabajo han hecho que en la última década alrededor de 18.000 médicos formados en España se han ido a probar suerte al extranjero. Las razones son múltiples: un tercio de los médicos no tiene plaza fija y tienen que encadenar sucesivos contratos temporales, o hacer malabarismos para cubrir las bajas, o hacer jornadas de trabajo maratonianas. En las zonas rurales, donde faltan 6.000 médicos de familia, es aún peor. Y esta década se jubilan 80.000 profesionales.

La continua merma de la calidad asistencial de la Sanidad Pública es una autopista hacia el auge del negocio de la Sanidad Privada.

Este es el objetivo que hay detrás de los recortes en sanidad. Quieren convertir un derecho conquistado gracias a la lucha popular en un negocio privado. Al degradar la sanidad pública (aumentando las listas de espera, ofreciendo peores servicios…) están obligando a millones de personas a destinar parte de sus recursos para contratar un seguro privado. Y condenando a quienes no pueden hacerlo a una peor sanidad, recortando su salud e incluso sus años de vida.

Necesitamos una Sanidad Pública a prueba de pandemias. Destinando los recursos necesarios, protegiendo tanto a profesionales como a pacientes. Esta debe ser una exigencia que una al 90% de la sociedad. Es mucho lo que nos jugamos. El negocio privado de unos pocos no puede alimentarse de recortar los derechos de la mayoría.

Por eso, desde estas páginas -siempre comprometidas con la defensa de la Sanidad Pública, con sus trabajadores sanitarios y sus condiciones laborales, y con la lucha contra los recortes y la privatización- nos sumamos a la lucha de los trabajadores sanitarios, y de los colectivos de la Marea Blanca… de toda España

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