La decisión afgana

«El presidente Obama tiene previsto anunciar el martes un aumento sustancial de la misión de EEUU en Afganistán: más formación para el ejército afgano, más apoyo para el gobierno afgano y decenas de miles de soldados estadounidenses más. Es una elección difí­cil, pero también la correcta. Aunque no hay garantí­as de que las nuevas medidas invertirán lo que ahora es un retroceso, las alternativas en estudio -desde una estrategia más centrada en el terrorismo a limitarse a mantener la fuerza actual- ya se han probado y han fracasado»

Si ahora se roponer seguir adelante con una campaña para derrotar a los talibanes y estabilizar el país, Obama tiene que insistir en por qué se necesita y cómo puede funcionar. Tanto los norteamericanos como los afganos se preguntan si el presidente cree en la guerra y tiene la voluntad de ganarla. Entre sus retos del martes estará disipar esas dudas. (THE WASHINGTON POST) DIARIO DEL PUEBLO.- La respuesta a los graves desafíos y amenazas globales está relacionada con el bienestar de los pueblos de los diversos países. Es sumamente importante para la defensa de la paz y la estabilidad del mundo y para promover el desarrollo común de todos los países. Es necesario mantener el ambiente político favorable para superar estos desafíos y amenazas. Todos los países deben superar sus divergencias y contradicciones por medio de diálogos y consultas. Deben establecer un mecanismo multilateral de cooperación internacional para beneficio mutuo. La cooperación debe encarnar la justicia y la equidad, teniendo en cuenta las etapas de desarrollo, la situación real y la capacidad de cada uno de los países EEUU. The Washington Post La decisión afgana El presidente Obama tiene previsto anunciar el martes un aumento sustancial de la misión de EEUU en Afganistán: más formación para el ejército afgano, más apoyo para el gobierno afgano y decenas de miles de soldados estadounidenses más. Es una elección difícil, pero también la correcta. Aunque no hay garantías de que las nuevas medidas invertirán lo que ahora es un retroceso, las alternativas en estudio –desde una estrategia más centrada en el terrorismo a limitarse a mantener la fuerza actual– ya se han probado y han fracasado. Aunque el envío de más estadounidenses a la guerra implicará un costo doloroso en vidas, el abandono de Afganistán a la guerra civil o al gobierno de los talibanes sería inmoral, y pondría en peligro intereses clave estadounidenses. Las prolongadas deliberaciones de Obama y algunos de sus comentarios públicos han dejado claro que va a embarcarse en este nuevo curso de mala gana. Eso es comprensible, dados los problemas en Afganistán y la falta de apoyo de los demócratas para una expansión de la guerra. Sin embargo, una vez que ha elegido su estrategia, es vital que el presidente se comprometa plenamente con su éxito. Lo que requiere el envío de tropas suficientes para contrarrestar el impulso de los talibanes y describir el nuevo compromiso de una manera que convenza a los afganos, los aliados, los talibanes y los líderes del vecino Pakistán que Estados Unidos está decidida a triunfar. Esto significa también evitar rodeos y condiciones que podrían condenar la escalada antes de que comience. Uno de los dilemas de Obama esta semana será la necesidad de abordar múltiples audiencias con intereses contrapuestos, desde moderados demócratas de la Cámara a sospechosos generales pakistaníes. El presidente ya ha destinado garantías a su audiencia doméstica, como su promesa de la semana pasada para "terminar el trabajo" en Afganistán y la declaración de su portavoz que "no vamos a estar ahí otros ocho o nueve años". Pero los mensajes más importantes serán los recibidos en la zona de guerra. Los expertos coinciden en que una gran mayoría de los afganos no desean ver un resurgimiento de los talibanes, pero que muchos se sentirán inclinados a apoyar el lado que ellos creen que es más probable que prevalezca. Los comandantes militares de Pakistán, también, medirán cuidadosamente la resolución de EEUU antes de decidirse a romper definitivamente con los líderes talibán afganos, con base en su país. Si la nueva estrategia americana está llena de "rampas de salida" o estrechamente vinculada a un calendario, el efecto de las tropas adicionales se verá afectada. El Gobierno afgano y el presidente Hamid Karzai también requieren un manejo cuidadoso. El éxito requerirá un mejor rendimiento por el Sr. Karzai, y la alianza occidental tendrá que ser creativa en la construcción de los gobiernos locales y forjar alianzas informales con los pueblos y tribus. Pero menospreciar públicamente el Sr. Karzai u ofrecer el abandono de su gobierno como una opción puede garantizar que se aferre a los señores de la guerra, rompa con nosotros o busque otros patrocinadores extranjeros. Aunque el apoyo al gobierno afgano no puede ser ilimitado, un plan que cuente con entregar la guerra a un ejército afgano de gran tamaño no funcionará a menos que se encuentre una manera de cultivar y trabajar eficazmente con los dirigentes políticos en Kabul. Mientras el Sr. Obama deliberaba, mucho de lo que ha dicho o se le ha escapado a su administración se refería a la preocupación porque la guerra podría ser imposible de ganar. Las deficiencias Karzai han sido totalmente transmitidas, junto con la larga historia de Afganistán de deglución ejércitos extranjeros, ha habido debates sobre el alto costo de más tropas y de las dudas sobre si los talibanes realmente son una amenaza para Estados Unidos. Si ahora se proponer seguir adelante con una campaña para derrotar a los talibanes y estabilizar el país, Obama tiene que insistir en por qué se necesita y cómo puede funcionar. Tanto los norteamericanos como los afganos se preguntan si el presidente cree en la guerra y tiene la voluntad de ganarla. Entre sus retos del martes estará disipar esas dudas. THE WASHINGTON POST. 29-11-2009 China. Diario del Pueblo Teoría de Hu Jintao sobre responsabilidad compartida Asistimos a una nueva agigantada oleada de la globalización económica después de la Guerra Fría. Se han roto por completo los límites de tiempo y de espacio en las relaciones humanas. La conciencia de Aldea de la Tierra adquiere amplia difusión. Paralelamente observamos que la sociedad humana está más agobiada por las catastróficas consecuencias de la enajenación de la globalización. Desde la entrada del nuevo siglo, la crisis financiera, problema de energías, problema de recursos, cambio climático, seguridad de alimentos, salud pública, serios desastres naturales, así como otros grandes desafíos globales, afectan gravemente la paz, la seguridad y la prosperidad del mundo. La crisis de subprime de EEUU, iniciada en abril de 2008, provocó la crisis financiera internacional. Como está profundamente unida con la economía y la finanza del mundo, se ha devenido en la crisis más destructiva y más impactante que se ha registrado en el mundo desde 1929. En la primavera de 2009 se observaron primeros brotes de la gripe A (H1N1) en Mëxico y EEUU. Esta epidemia se ha propagado rápidamente a los más 200 países y regiones de los cinco continentes del mundo. El informe del Banco Mundial prevé que esta epidemia puede causar pérdidas que van desde el 0,7% al 4,8% del PIB del mundo. Precisamente por los diversos riesgos imprevistos, en el proceso de la acelerada globalización económica la sociedad moderna es calificada como “sociedad de riesgos globales”. Para hacer frente a los grandes desafíos y amenazas globales, Hu Jintao sostiene la tesis de que todos los países deben, desde la altura de la supervivencia humana y su desarrollo, tratarlos con una óptica de relaciones recíprocas, adquirir la conciencia de responsabilidad compartida, poner manos en múltiples terrenos, atender los asuntos en forma coordinada, y “manejarlos” mano a mano. Para hacer frente a los desafíos y amenazas globales, la salida está en fortalecer la cooperación de la comunidad internacional. La respuesta a los graves desafíos y amenazas globales está relacionada con el bienestar de los pueblos de los diversos países. Es sumamente importante para la defensa de la paz y la estabilidad del mundo y para promover el desarrollo común de todos los países. Es necesario mantener el ambiente político favorable para superar estos desafíos y amenazas. Todos los países deben superar sus divergencias y contradicciones por medio de diálogos y consultas. Deben establecer un mecanismo multilateral de cooperación internacional para beneficio mutuo. La cooperación debe encarnar la justicia y la equidad, teniendo en cuenta las etapas de desarrollo, la situación real y la capacidad de cada uno de los países. Deben hacer valer los papeles de la ONU y otras organizaciones internacionales. Es necesario desarrollar los papeles de la ciencia y la tecnología y fortalecer la capacidad de construcción. Es preciso prestar atención especial a las situaciones de los países en vías de desarrollo, particularmente los países más pobres, ayudándolos con sinceridad a superar sus dificultades. Deben mantenerse el principio de que “todas las partes compartan la responsabilidad”. Hu Jintao sostiene que una respuesta adecuada a los graves desafíos y amenazas globales es una “responsabilidad común de todos los países del mundo”. Para hacer frente al cambio climático, sostiene que se debe mantener el papel protagonista del “Convenio Marco de la ONU para el Cambio Climático” y el “Convenio de Kyoto”, y la cooperación internacional relativa a ellos debe observar el “principio de responsabilidad compartida pero diferenciada”. Los países desarrollados deben mirar de frente su responsabilidad histórica y la realidad actual de su alta emisión contaminante por persona. Deben cumplir estrictamente las metas fijadas en el "Convenio de Kyoto” para reducir la emisión contaminante, y asumir de continuo su obligación de reducir la emisión en gran cantidad a plazo mediano. Los países desarrollados que no han ratificado el Convenio deben hacer contribuciones comparativas. Los países en vías de desarrollo deben, de acuerdo con sus situaciones nacionales y con el apoyo de los países desarrollados en materia de la transferencia de fondos y tecnología, hacer lo posible por reducir la emisión de gases de efecto invernadero y por adaptarse al cambio climático. Es necesario establecer un mecanismo eficaz de fondos. Los países desarrollados deben asumir la responsabilidad de aportar fondos a los países en vías de desarrollo. A través de los arreglos del mecanismo eficaz, se debe promover la transferencia de las tecnologías respetuosas con el ambiente y clima hacia los países en vías de desarrollo y elevar su capacidad para hacer frente al cambio climático. Con respecto a la crisis financiera internacional, Ju Jintao postula que las principales entidades económicas deben asumir su responsabilidad y obligación, adoptando políticas macroeconómicas que vayan en beneficio de la estabilidad de sus propios países y del mercado financiero internacional. Políticas que vayan en bien de los intereses de los inversores, y en contra de las diversas formas de proteccionismo en materia de comercio e inversión. Al mismo tiempo, los diversos países deben fortalecer la coordinación de las políticas macroeconómicas, llevar a cabo la reforma del sistema financiera internacional, y profundizar la cooperación en la supervisión financiera internacional con miras a promover la recuperación económica mundial. Es necesario reforzar la responsabilidad global de las empresas, especialmente las de las transnacionales. Promover en común el desarrollo sostenido de la coordinación mundial Ju Jintao sostiene que en esencia los desafíos y amenazas globales son problema de desarrollo. Es necesario atender los intereses y demandas tanto de los países desarrollados como de los países en vías de desarrollo. Fortalecer y perfeccionar el saneamiento de la economía global, y promover el desarrollo sostenido de la coordinación económica del mundo. Promover el crercimiento inclusivo y equitativo. Destaca que sin el desarrollo económico de los países en vías de desarrollo, carecerán de base los esfuerzos por superar los desafíos y amenazas globales. La comunidad internacional debe promover el desarrollo de los países en vías de desarrollo como una tarea importante suya de manera que estos países tengan capacidad para desarrollarse y para resistir los riesgos. Hay que tener una visión a largo plazo, ocuparse de los intereses de todos los sectores, tratar adecuadamente los problemas de relieve que afectan el desarrollo, especialmente el cambio climático, la seguridad de alimentos, la seguridad de energías y de recursos, salud pública, y problemas globales que están relacionados con el bienestar de los pueblos, sin perder vistas ni en un sólo aspecto. DIARIO DEL PUEBLO. 27-11-2009

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