La confusión estratégica de Obama

La decisión es una bofetada a los aliados polacos y checos de EEUU, que habí­an enfrentado la intimidación de Rusia al ofrecerse ser anfitriones de los sitios. Pero el paso de Obama también tendrá profundas implicaciones en muchas de las otras alianzas de Estados Unidos, especialmente en Asia.

Un ropósito central de la defensa antimisiles en Europa, a las puertas de Rusia, fue la creación de alianzas. Su virtud es que convenció a los aliados de Estados Unidos que nuestra defensa común incluye un sistema global de defensa de misiles balísticos. En el corto plazo servía para demostrar que cuando se trata de la amenaza planteada por Irán, los EEUU y sus aliados de la OTAN están junto. El mayor error de Obama es que, al igual que el Tercer Sitio estaba destinado a construir alianzas, con su cancelación se socavan. ASIA TIMES.- Tras su aparente debilitamiento tras ocho meses de presidencia,(…) Obama ha atacado. Repitiendo un patrón familiar en su carrera política. Su decisión el jueves, de desguazar los planes de su predecesor, George W. Bush, para construir un escudo antimisiles terrestre en el corazón de Europa con vistas a las fronteras occidentales de Rusia puede parecer justificada, pero es sin embargo una sorprendente inversión de la seguridad nacional. EEUU. The Wall Street Journal La confusión estratégica de Obama Brian. T. Kennedy La decisión del Presidente Obama del jueves de abandonar el llamado Tercer Sitio del sistema de defensa antimisiles en Polonia y la República Checa está generando un intenso debate y causando una gran consternación. La decisión es una bofetada a los aliados polacos y checos de EEUU, que habían enfrentado la intimidación de Rusia al ofrecerse ser anfitriones de los sitios. Pero el paso de Obama también tendrá profundas implicaciones en muchas de las otras alianzas de Estados Unidos, especialmente en Asia. Un problema importante es el endeble fundamento estratégico ofrecido por la administración para su decisión. La cancelación del Tercer Sitio, supuestamente se justifica porque el programa de misiles balísticos de largo alcance de Irán, no está lo suficientemente avanzado como para representar una amenaza inmediata. Pero, por supuesto, es precisamente ahora cuando este sistema defensivo debe ser construido, probado y puesto en marcha. Este sistema, junto con otros componentes de una defensa de misiles de varios niveles, contribuiría a disuadir a los iraníes de no acabar un programa del que estuvieran convencidos que no tendría éxito. En cambio, EEUU propone un plan a 10 años insuficientemente financiado para hacer frente a las amenazas de más corto alcance. La explicación tan poco seria que la Administración ofrece para acabar con el Tercer Sitio, envía una mala señal sobre la seriedad con la que el Sr. Obama analiza las amenazas nucleares en general. Ese es, sin embargo, sólo un aspecto del error de Obama, debido a que el Tercer Sitio, sólo en parte versa sobre la defensa antimisiles. Nadie cree que el establecimiento de bases de radares en la República Checa y 10 interceptores en Polonia fuera un golpe maestro de la geometría estratégica defensiva. Los interceptores, de hecho, podrían detener a un puñado de misiles balísticos iraníes de largo alcance, pero las tecnologías espaciales o marítimas siguen siendo el objetivo final. Más bien, un propósito central de la defensa antimisiles en Europa, a las puertas de Rusia, fue la creación de alianzas. Su virtud es que convenció a los aliados de Estados Unidos que nuestra defensa común incluye un sistema global de defensa de misiles balísticos. En el corto plazo servía para demostrar que cuando se trata de la amenaza planteada por Irán, los EEUU y sus aliados de la OTAN están juntos: Irán -con la ayuda y la complicidad de Rusia- no se conformaría con tener en sus manos a Europa y los poderes de la OTAN se enfrentarían a la amenaza de las armas nucleares en manos de un régimen islámico radical. El mayor error de Obama es que, al igual que el Tercer Sitio estaba destinado a construir alianzas, con su cancelación se socavan. Esto llevará a los aliados norteamericanos en Asia a la preocupación. Después de todo, con la decisión de la administración Obama de haber abandonado de manera efectiva a Europa, ¿qué pueden esperar sus aliados en Asia, como el nuevo primer ministro, Yukio Hatoyama en Japón y el Presidente Ma Ying-jeou de Taiwán, del anuncio del jueves? El Sr. Hatoyama tendrá que preguntarse hasta dónde llega ahora la alianza de seguridad Estados Unidos-Japón. La alianza de EEUU con Japón, ahora en su séptima década, no es algo a lo que se pueda renunciar o dar por sentado. Sin embargo, el abandono de Obama del Tercer Sitio plantea interrogantes acerca de si los EEUU están dispuestos o en condiciones de ayudar a Japón a abordar dos amenazas importantes: el fortalecimiento militar de China, y el programa nuclear de Corea del Norte. El mejor enfoque para todos los afectados sería que EEUU y Japón construyeran defensas conjuntas que les protejan tanto a sí mismos como al resto de Asia. Sin embargo, ausente ese liderazgo de Washington, a día de hoy el Japón se ve obligado a desarrollar un sistema de defensa antimisiles basado solo en el mar para detener un ataque contra territorio japonés. Mientras tanto, los misiles de corto y medio alcance de Pekín ciertamente deben preocuparse a Taiwán y Washington. Aunque hay enormes razones económicas para que haya buenas relaciones entre China continental y Taiwán, los misiles han sido colocados allí por alguna razón. Tienen el propósito de advertir a Taiwán de que la resistencia militar será inútil y que en determinadas circunstancias, la gente en Taiwán podría ser borrada del mapa. Pero ningún debate serio sobre la defensa de misiles de Taiwán es posible encontrar en EEUU, y ahora es poco probable que suceda. La dura realidad es que, a falta de una defensa de misiles que pueda detener los misiles balísticos de China, EEUU tendrá dificultades para mantener los compromisos de seguridad en Asia, dados los avances que China ha hecho en sus fuerzas nucleares ofensivas. La Séptima Flota de EEUU, por muy capaz que sea, no puede soportar el tipo de misiles nucleares y misiles de crucero que China podría emplear contra ella. Y dado que Estados Unidos carece de suficientes medios militares convencionales, EEUU tendría que recurrir a una guerra nuclear a gran escala para defender a sus aliados de Asia de un ataque de China. Aunque no está en la mente de nadie un aumento de las hostilidades a este nivel, ningún responsable político serio puede preferir esta situación de vulnerabilidad a la clase de estabilidad que un sistema defensivo sólido proporciona. Y esto sin entrar siquiera a considerar la amenaza que representan las armas nucleares en manos de un régimen inestable e impredecible como el de Pyongyang. El actual sistema terrestre instalado en Alaska y California tal vez pueda detener a un puñado de misiles que Corea del Norte ponga en marcha contra la Costa Oeste de los EEUU. Sin embargo, hasta que EEUU esté dispuesto a construir un sistema con varios niveles -incluyendo el uso de interceptores basados en el espacio- para detener cualquier misil ruso o chino, EEUU no podrá verdaderamente defender el mundo libre. En el momento en que Rusia y China se están dotando de la capacidad de ejercer toda la influencia que puedan, EEUU no parece dispuesto a enfrentarse a sus cargas, incluso cuando se trata de la supervivencia nacional de Estados Unidos. La cancelación del Tercer Sitio demuestra la confusión más completa de la administración de Obama sobre la defensa estratégica. Cualquier sistema real debe incluir la defensa del territorio de EEUU y de sus aliados en todo el mundo. Este sistema estaría preparado para detener cualquier tipo de misiles balísticos que pudieran causar daño a EEUU o a sus aliados. Al dejar de lado Obama el Tercer Sitio, EEUU no abandona simplemente un sistema defensivo contra los misiles balísticos iraníes de largo alcance capaces de golpear Europa, sino también renuncia a un sistema para detener los misiles balísticos rusos o chinos capaces de destruir EEUU. No es extraño que podamos abandonar a Europa o a los aliados de Asia, cuando no creemos que el territorio estadounidense sea digno de defensa. Esta vulnerabilidad estratégica no puede durar para siempre. O bien EEUU y sus aliados se dan cuenta de la locura de este camino y construyen defensas estratégicas o llegará un día en que tendrán que pagar un alto precio. THE WALL STREET JOURNAL. 20-9-2009 Hong-Kong. Asia Times Obama deja caer una bomba de misiles M K Bhadrakumar Tras su aparente debilitamiento tras ocho meses de presidencia,(…) Obama ha atacado. Repitiendo un patrón familiar en su carrera política. Su decisión el jueves, de desguazar los planes de su predecesor, George W. Bush, para construir un escudo antimisiles terrestre en el corazón de Europa con vistas a las fronteras occidentales de Rusia puede parecer justificada, pero es sin embargo una sorprendente inversión de la seguridad nacional. Iba a ser un sistema de defensa de misiles de tecnología no probada, pagado con dinero que Estados Unidos no podía permitirse, y concebido contra una amenaza que probablemente no existe. Sin embargo, la defensa de misiles es una obsesión republicana que se remonta a Ronald Reagan y la “Guerra de las Galaxias". Los republicanos harán bandera de esto y llevarán el debate hasta el final. Lucharán en los mares y océanos, en el aire, en las playas y campos de aterrizaje, en los campos y en las calles, en las colinas, y no se entregarán. Atacarán a Obama por ceder ante el chantaje de Rusia. Obama ha abierto otro frente en el momento en que su plan de salud está en la sartén y él es apenas capaz de hacer frente a la guerra en Afganistán. Tal vez pueda convencer a los medios financieros y diplomáticos de la capital de abandonar el plan de defensa de misiles con el argumento de que elaborar el escudo antimisiles era un coste enorme y que se pueden usar los ahorros en otras partes. El plan fue motivo de discordia con Rusia y ahora pueden avanzar las conversaciones con Moscú en la reducción de armas nucleares, e incluso contar con que el Kremlin no emita un veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en una nueva ronda de sanciones contra Irán. No sólo Europa Central, Ucrania y Georgia, sino también Irán se aglutinan en una elevada ansiedad para analizar sobre las implicaciones de la decisión de Obama. Esta se basa en el argumento de que la amenaza planteada por Irán se encuentra actualmente en la naturaleza de los misiles de alcance corto y medio, a los que la mejor manera de contrarrestar es a través de un sistema reconfigurado de pequeños misiles SM-3 de tecnologías probadas y rentables con base en el mar, un sistema basado en el sistema Aegis que puede ser implementado en fecha tan temprana como 2011. El enfoque revisado prevé que a medida que evolucionen las tecnologías, las amenazas futuras pueden ser atendidas en forma gradual, mientras que actualmente, los contadores contra cualquier amenaza se ponen en marcha mucho antes que el programa esté listo. Significativamente, Obama concluyó con una oferta a Moscú. "Ahora bien, este enfoque también es compatible con los esfuerzos de defensa de misiles de la OTAN y prevé una colaboración internacional más estrecha de ahora adelante", dijo. El anuncio se produce apenas una semana antes de la programada reunión "privada" de Obama con su homólogo ruso, Dmitry Medvedev, en Nueva York en el marco del período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas. Igualmente, en la víspera del anuncio de Obama, el nuevo secretario general de la OTAN Anders Fogh Rasmussen pidió una "mentalidad abierta y un diálogo sin precedentes" con Rusia para reducir las tensiones de seguridad en Europa y para hacer frente a amenazas comunes. Reveló que funcionarios de la OTAN viajarían a Moscú para conocer la opinión del Kremlin sobre cómo la OTAN debe desarrollarse estratégicamente en el largo plazo. "Tenemos que implicar a Rusia y escuchar las posiciones de Rusia", dijo. Subrayó la necesidad de una conversación "franca y abierta [con Moscú], que cree un nuevo ambiente", lo que conduciría a una "asociación estratégica real" en la que la alianza y Rusia colaboraran en temas como Afganistán, el terrorismo y la piratería. Rasmussen llegó a la conclusión de que "Rusia debe darse cuenta de que la OTAN está aquí y que la OTAN es un marco para nuestra relación transatlántica. Pero también debemos tener en cuenta que Rusia tiene legítimas preocupaciones de seguridad". Ofreció que la OTAN está dispuesta a discutir la propuesta de Medvedev sobre una nueva arquitectura de seguridad en Europa. Rasmussen acababa de visitar Washington. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia no perdió tiempo en responder al anuncio de Obama sobre la defensa antimisiles. "Este hecho estaría en consonancia con los intereses de nuestras relaciones con los Estados Unidos", dijo un portavoz. Posteriormente, rechazó las sugerencias de cualquier quid pro quo [reciprocidad], detrás de la decisión de EEUU. Dijo que cualquier gran transacción con los EEUU "no es consistente con nuestra política ni nuestro enfoque para solucionar problemas con cualquier nación, no importa cuán delicados o complejos sean". Sin embargo, el hecho es que la decisión de Obama, al mismo tiempo que un aumento efectivo de las relaciones de EEUU con Rusia, también ejerce presión sobre el Kremlin. El proceso a "Seis Bandas" sobre el programa nuclear de Irán entra en una nueva fase el 1 de octubre. La gran pregunta es si realmente Moscú vetaría una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU si la situación requiere de más presión. La cuestión se producirá tan sólo una semana después de la reunión Obama-Medvedev, cuando el subsecretario de Estado para Asuntos Políticos de EEUU, William Burns, se encuentre cara a cara con el principal negociador nuclear de Irán, Saeed Jalili. Es cierto que la última declaración de la posición de Rusia dada por el ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, hace una semana fue inequívoca. Dejó en claro que Moscú bloqueará cualquier nueva ronda de sanciones contra Irán y rechazó que EEUU marque la agenda para garantizar el progreso de Irán en lo que respecta a poner fin a su programa de enriquecimiento de uranio. Lavrov dijo: "No creo que estas sanciones sean aprobadas por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas … Ellos [Irán] necesitan un asiento de igual a igual en este diálogo regional. Irán es un socio que nunca ha hecho daño a Rusia de ninguna manera". Lavrov añadió que incluso un movimiento de EEUU de abandonar sus planes de una estación del sistema de defensa antimisiles en Europa Oriental no sería visto como una concesión a Rusia, ya que, según él, esta medida no haría más que corregir un error previo de EEUU. Sin embargo, una semana es mucho tiempo en política. Cuatro días después de que Lavrov hablara -y dos días antes de que lo hiciera Obama- dijo Medvedev: "Las sanciones no son muy eficaces en su conjunto, pero a veces no hay más remedio que embarcarse en las sanciones". Los analistas occidentales de Rusia rápidamente percibieron un "cambio sutil" en la posición del Kremlin, mientras que las diferencias Estados Unidos-Rusia sobre Irán son demasiado profundas y fundamentales para ser fácilmente eludidas. La decisión de Obama estimulará en el Kremlin la idea del mundo multipolar. Un relevante estudioso de la OTAN en la Academia Diplomática del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Vladimir Shtol, señaló sutilimente que cualquier replanteamiento del sistema de defensa antimisiles de EEUU, probablemente sería el resultado de las presiones económicas relacionadas con la crisis mundial, y no de un acuerdo político con Rusia . "No creo que los EEUU rechacen totalmente nunca el escudo antimisiles, ya que está en sus intereses a largo plazo y en estrecha relación con su estrategia en Europa", dijo Shtol. Los realistas en Moscú resaltaron que aún cuando Obama hablaba en Washington, Dennis Blair, el jefe de inteligencia de Estados Unidos, hacía público el último Informe Nacional de Inteligencia sobre la estrategia de EEUU, que se elabora cada cuatro años. El informe advierte específicamente que Rusia "puede seguir buscando vías para reafirmar un poder y una influencia que entorpece los intereses de EEUU". El martes, Rusia firmó acuerdos de defensa con las regiones separatistas de Georgia de Abjasia y Osetia del Sur, lo que permitirá a Moscú mantener bases militares allí durante el próximo medio siglo. El cuartel general militar de Rusia en Abjasia estará en el puerto del Mar Negro de Gudauta, lo que asegura que incluso si el régimen pro-estadounidense de Kiev obliga al cierre de Sebastopol, Moscú frustrará los intentos de EEUU de convertir el Mar Negro en un "lago de la OTAN". Puesto en perspectiva, por lo tanto, Moscú sopesará cuidadosamente la "Apertura de Obama". La prueba de fuego será la voluntad de los Estados Unidos de abandonar la expansión de la OTAN. La integración de los países de Europa del Este “en las estructuras occidentales euro-atlánticas” es contraria a las garantías ofrecidas al ex presidente ruso Mikhail Gorbachev. Una vez más, Rusia no es la Unión Soviética, pero los “guerreros fríos” no pueden comprender esto. El concepto de Moscú de la soberanía nacional y sus reclamaciones de intereses especiales en el espacio post-soviético provocan sentimientos negativos en Occidente. Moscú no ve ninguna razón para conformarse con el papel de socio menor cuando calcula que EEUU es una potencia en declive y el foco de la política mundial se está desplazando hacia el este. Además, Washington aplica una política de "compromisos selectivos, contención selectiva". En Afganistán o Irán Washington necesita el apoyo de Rusia, mientras que el problema del espacio post-soviético sigue siendo grave y Rusia se siente excluida de las medidas de seguridad euro-atlánticas, mientras que la "desmilitarización" de las relaciones entre Rusia y Occidente sigue siendo esquiva. Lo más inteligente para Obama sería enmarcar su decisión sobre la defensa antimisiles dentro de un formato de trabajo de "restablecer" las relaciones con Rusia, más que como una medida que merece un quid pro quo [gesto recíproco] sobre Irán. Moscú sólo evaluará la decisión de Obama como un paso pragmático obligado por la crisis económica de Estados Unidos. Mientras tanto, Rusia habla de cooperar en nuevo START (Tratado de Reducción de Armas Estratégicas) o ayudar a EEUU en Afganistán, lo que está en sus intereses también. ASIA TIMES. 19-9-2009

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