«Feito insiste en que es necesaria una contracción salarial en España para reavivar la competitividad y la recuperación económica. A su juicio, resulta «indispensable» que los costes salariales nominales por unidad de producto crezcan menos que los de los competidores de España. El dirigente de la patronal también propone que la productividad española crezca por encima de la de sus competidores. Pero, precisa Feito, a corto plazo y estando en recesión, la única vía para que aumente la productividad es que caiga el empleo más de lo que cae el PIB». (EL PAÍS)
EL CORREO.- La economía esañola se enfrenta a un panorama tan convulso que sólo cabe actuar con rapidez y contundencia. Ese es, en síntesis, el mensaje que el presidente del BBVA, Francisco González, transmitió ayer a los accionistas del banco. Ante tan oscuras perspectivas, Francisco González puso ‘deberes’ al Gobierno de Zapatero. Le pidió la puesta en marcha de medidas «urgentes» y «de calado» para lograr que España no pierda «la credibilidad de los mercados que nos financian»; algo que, según advirtió, no se puede permitir. EXPANSIÓN.- La calma con que las cajas de ahorros se toman su irremisible proceso de reconversión, al socaire de los soberanismos autonómicos de turno, irrita cada vez más al sector financiero, y está desembocando en una creciente alarma en el mercado. Una voz autorizada como es la de González-Páramo, miembro de la dirección del BCE, alertaba esta semana en EXPANSIÓN sobre el agravamiento del problema que puede suponer la fusión de cajas de una misma región por el solapamiento de redes, por la redundancia de operar en mercados superpuestos y por el reforzamiento de la injerencia política. Economía. El País La CEOE pide menos salarios “por persona y hora” El presidente de la Comisión de Economía de la patronal CEOE, José Luis Feito, ha afirmado que "cuanto más caigan los salarios por persona ocupada y hora trabajada, mayores serán las posibilidades de aumentar el empleo e impulsar la actividad productiva". Feito sostiene esta idea en un artículo titulado La crisis, los costes salariales y el empleo, que ha sido publicado en la revista de la Cámara de Comercio de Madrid. Feito insiste en que es necesaria una contracción salarial en España para reavivar la competitividad y la recuperación económica. A su juicio, resulta "indispensable" que los costes salariales nominales por unidad de producto crezcan menos que los de los competidores de España. El dirigente de la patronal también propone que la productividad española crezca por encima de la de sus competidores. Pero, precisa Feito, a corto plazo y estando en recesión, la única vía para que aumente la productividad es que caiga el empleo más de lo que cae el PIB. El responsable económico de la CEOE ha dicho que las subidas reales de los costes salariales en 2008 y 2009 (con un 2,3% y un 4%, respectivamente, frente al 0,1% y el 1,1% de la media europea) "han exacerbado" la destrucción de empleo durante la crisis. "En una crisis económica, cuanto más rígidos a la baja sean los salarios reales, menores serán las posibilidades de crecimiento a medio plazo de estos salarios", ha advertido Feito. UGT ve "obscenas" las declaraciones de Feito El secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, cree que empieza a ser "obsceno" que el presidente de la Comisión de Economía de la CEOE, José Luis Feito, plantee como única salida a la recesión recortar salarios. La realidad, ha dicho Ferrer, es que la causa hay que buscarla en el sector financiero. El sindicalista considera que Feito tiene una visión "pasiva" de cómo mejorar la competitividad de las empresas pues, al no poder devaluarse la moneda, lo que propone, en suma, es una "devaluación salarial". Ferrer ve "indignante" que el presidente de la Comisión de Economía de la CEOE salga con éstas cuando hace poco más de un mes su organización firmó con los sindicatos el acuerdo de negociación colectiva. Tal acuerdo apuesta por la recuperación de la economía y del empleo a través del impulso al consumo y a la inversión, siendo una parte fundamental para ello el crecimiento moderado de los salarios. Una caída de éstos, asegura el de UGT, equivaldría a subir los tipos de interés, provocando a su vez una depresión del consumo. EL PAÍS. 13-3-2010 Economía. El Correo El BBVA pide reformas “urgentes” para que España no pierda la credibilidad Carmelo Lezana La economía española se enfrenta a un panorama tan convulso que sólo cabe actuar con rapidez y contundencia. Ese es, en síntesis, el mensaje que el presidente del BBVA, Francisco González, transmitió ayer a los accionistas del banco durante la junta celebrada en el Palacio Euskalduna de Bilbao. El responsable financiero dibujó durante el cónclave un complicado escenario para salir de la crisis -la recuperación será «más lenta», ratificó- marcado por un modelo de crecimiento «superado», un déficit público «insostenible» (el 11,4% del PIB) y el «deterioro» de buena parte del sistema financiero. Es decir, las cajas de ahorro. Ante tan oscuras perspectivas, Francisco González puso ‘deberes’ al Gobierno de Zapatero. Le pidió la puesta en marcha de medidas «urgentes» y «de calado» para lograr que España no pierda «la credibilidad de los mercados que nos financian»; algo que, según advirtió, no se puede permitir. El banquero no se limitó a realizar un mero enunciado, y concretó su recetario de actuaciones. En primer término, instó a la aplicación de reformas estructurales profundas que mejoren la competencia e impulsen el crecimiento. Entre ellas, iniciativas en el mercado de empleo y el sistema educativo, o que afecten a la dependencia del sistema energético. Un segunda paquete de medidas se debería concretar en un proceso «creíble y sostenido» de saneamiento de las finanzas del conjunto de las administraciones públicas. En último lugar, González secundó al 100% la petición realizada por otros bancos y pidió la «reestructuración profunda» de las finanzas, en clara alusión al proceso de reordenación de cajas, que no acaba de arrancar. En ese punto, se explayó y mandó un ‘recado’ al sector al asegurar que únicamente un sistema financiero formado por entidades «solventes, rentables, sujetas a controles apropiados y que den cuenta a alguien objetivo, como es el mercado, puede proporcionar a las familias y a las empresas el crédito necesario para apoyar el crecimiento». Así, y sumándose al coro de voces que piden que se acelere la reestructuración de las cajas, González advirtió de que «no habrá crecimiento hasta que el sector esté estabilizado». El grifo, abierto Con todo, el presidente del Bilbao Vizcaya Argentaria quiso desmarcarse una vez más de las acusaciones de que la entidad, al igual que otras muchas, ha cerrado el grifo del crédito. Aseguró que durante la crisis, el grupo ha sostenido el ritmo de concesión de tres de cada cuatro solicitudes de préstamos y que, de cara a este año, mantiene su «compromiso de dar crédito a familias y empresas para salir antes de la crisis y apoyar el crecimiento en todos los países en donde opera». Dejó claro que, pese a contar con capital y liquidez para atender la demanda de los clientes, el problema radica en que «no hay demanda», para concluir con una máxima: «no es cierto para BBVA que no hay crédito». González también dedico un parte de su intervención ante los accionistas a explicar la situación del sector financiero internacional. En ese punto, pidió una nueva regulación «más exigente y homogénea» que la actual, que, denunció, no ha logrado establecer un terreno de juego equitativo. «Existen multitud de entidades que se han beneficiado de importantes ayudas públicas como consecuencia de sus propios errores» y que compiten «con ventaja» con entidades, como el BBVA, que «no han cometido esos errores» y no han necesitado ayudas, se lamentó. Para superar esa competencia, pidió que las entidades inviables sin ayudas públicas sean «cuanto antes reestructuradas y adjudicadas a los agentes privados más sólidos» en un proceso público transparente. Pese al complejo escenario descrito durante su discurso, González presentó un BBVA fuerte, con unos resultados «sólidos» -pese a la caída del 16%- y que ocupa una posición «todavía mas fuerte» que el pasado año. El banquero insistió en que la entidad ha apostado por «adelantarnos» a la salida de la crisis y, aunque sin concretar posibles operaciones, por «aprovechar las oportunidades que se nos van presentar». Esa «fortaleza» permitió que la junta aprobara ayer un dividendo complementario de 0,15 euros por acción, lo que eleva la remuneración total a 0,42 euros. Los accionistas también dieron luz verde a las cuentas anuales, así como al programa de retribución variable y a la reelección de González y de Ángel Cano como consejero delegado. Nadie recordó a ‘Goiri’ Precisamente, Cano se estreno ayer como número dos del banco en sustitución de José Ignacio Goirigolzarri, que salió por sorpresa de la entidad el pasado septiembre. Ninguno de los intervinientes hizo alusión a la labor realizada por el ejecutivo tras sus 30 años en el banco y ocho como consejero delegado. En su primer discurso ante la junta, Cano aseguró que el BBVA es hoy un banco más «eficiente, capitalizado, sólido y diversificado». El consejero delegado realizó un amplio repaso a la actuación de la entidad durante 2009 y analizó las claves de las diferentes áreas de negocio. En lo que respecta a España y Portugal, aseguró que la solidez que ha demostrado permitirá al grupo «aprovechar» las oportunidades derivadas del proceso de reestructuración de cajas. EL CORREO. 13-3-2010 Editorial. Expansión Las cajas, en el centro de la discordia La calma con que las cajas de ahorros se toman su irremisible proceso de reconversión, al socaire de los soberanismos autonómicos de turno, irrita cada vez más al sector financiero, y está desembocando en una creciente alarma en el mercado. Una voz autorizada como es la de González-Páramo, miembro de la dirección del BCE, alertaba esta semana en EXPANSIÓN sobre el agravamiento del problema que puede suponer la fusión de cajas de una misma región por el solapamiento de redes, por la redundancia de operar en mercados superpuestos y por el reforzamiento de la injerencia política. En la práctica, por esta vía no se logrará el necesario adelgazamiento de estructuras y deja en el aire el problema de la capitalización. El presidente de las Cámaras de Comercio, Gómez Navarro, advierte de que el sistema está tocado y que al menos 100.000 millones de los 325.000 millones que le adeuda el sector inmobiliario nunca se cobrarán. También el presidente de la Asociación Española de Banca, Miguel Martín, se mostró ayer muy crítico con la renuencia de las cajas a agilizar el ajuste, y dijo que “no es aceptable” que digan que no se han reestructurado aún por falta de instrumentos o por las trabas de los gobernantes autonómicos. Martín reprocha la elusión de responsabilidades de las propias cajas y subraya que no pueden limitarse a pedir dinero público, porque éste debería ser para el sistema en su conjunto y no para problemas particulares, que a veces se confunden con intereses personales y de los territorios. Son varias las voces que sugieren que desaparezcan las entidades débiles, que no son viables. Alfredo Sáenz (Santander) y Ángel Ron (Banco Popular) advierten sobre los riesgos de permitir que sigan operando y de ahí la urgencia de cerrar la reestructuración. Como guinda, Moody’s avisa que el retraso en la consolidación de entidades amenaza la necesaria mejora de la fortaleza financiera de las entidades, lo que se podría traducir en rebajas de los ráting de aquellas cuyos balances no destacan precisamente por su fortaleza. A todo ello se suma la sospecha de que se esconde un agujero financiero mayor del que presentan los balances, y la certeza de que la atonía económica contribuirá a agravar más la situación, condicionada por la parálisis del negocio crediticio –el motor de la banca–, el aumento de la morosidad y el estrechamiento de los márgenes. Mientras el sector no sanee sus balances será imposible que el crédito vuelva a fluir con normalidad y sin ello será imposible que la actividad económica recobre la normalidad para espolear el crecimiento. De seguir así, muchas entidades no sólo no podrán contribuir a mejorar el escenario sino que serán un pesado lastre para la recuperación. Cuesta creer, por ello, la parsimonia con la que el Gobierno y el Banco de España están pilotando un proceso que parece dar un paso para adelante y dos para atrás. Con independencia de la contrariedad que supone que el PP abogue por una reforma de la ley de cajas, cuando sus barones regionales están poniendo palos en la rueda de las fusiones, es una lástima la oportunidad perdida que ha supuesto que el Gobierno no haya recogido el guante de los populares, que llevaron al frustrado pacto de Estado una reforma en profundidad de la regulación de dichas entidades. Hasta ahora los paliativos para ganar tiempo han permitido ir capeando el temporal, pero el tiempo se acaba, y sería grave ver caer otra entidad por miedo a tomar decisiones, como ocurrió con Caja Castilla-La Mancha. EXPANSIÓN. 12-3-2010