Hacienda reestructura su personal y multiplica la inspección de asalariados y pymes

La caza de brujas tributaria

La Agencia Tributaria ha reestructurado el personal encargado del fraude fiscal y destinará mas de la mitad de los 3.500 inspectores y técnicos de Hacienda que se dedicaban al trabajo directo a investigar a los asalariados y las pymes.

O lo que es lo mismo, a los que tengan rentas inferiores a los cuatro millones de euros, reduciendo notablemente los técnicos que se dedicaban a investigar a los grandes contribuyentes, aroximadamente unos mil inspectores menos. En definitiva, más control a los que estamos sufriendo las dentelladas de la crisis y mucho menos a las grandes empresas y grandes fortunas. Según el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, dice que este cambio se hace aunque parezca paradójico para perseguir mejor formas “mas complejas y sofisticadas” de fraude fiscal. Vaya tomadura de pelo, resulta que es mas sofisticado el chorizo, la mortadela o el tintorro que comer en el Bulli de Ferrán Adria. Pero aún hay mas, los sindicatos denuncian que además los profesionales que se dedican a la inspección reciben una parte de su salario, entre un 15 y un 20% ligado a una paga de productividad, que se consigue llegando a un número de objetivos de detección de fraudes, por lo que al centrarse gran parte de efectivos en pequeñas rentas la escabechina está servida. Otro dato, se realizan más de cuatro millones de inspecciones de pequeñas rentas, cumpliendo el objetivo al 120%, mientras que las inspecciones de grandes empresas no llegan a 125.000. Hacienda no somos todos. A buen entendedor pocas palabras bastan.

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