Cómic

La Cárcel de Papel

Rompiendo con la norma, hoy no escribiré sobre ningún álbum de reciente publicación, aunque si hablaré de alguien premiado en el último Salón del Cómic de Barcelona. Este es Álvaro Pons, que a través de su web La Cárcel de Papel, ejerce diariamente un trabajo divulgativo desinteresado, que supera con creces a todas y cada una de las publicaciones escritas que nunca han existido en nuestro paí­s. Reseñas, entrevistas, ví­nculos a otros artí­culos, noticias sobre presentaciones, avances de nuevas publicaciones, crí­ticas esmeradas y nada desdeñables (algunos presumidos crí­ticos deberí­an de tomar nota de su integridad), y un sinfí­n de caracteres escritos «on-line» que le han valido el reconocimiento del Premio a la Divulgación de la Historieta. Un galardón que, haciendo gala de su humildad de trabajador, casi pasa desapercibido en su publicación diaria.

El que escribe debe reconocer que el señor Pons es uno de sus referentes, y uno de sus más valiosos aliados a la hora de discernir que tio de noticias deben cobrar la importancia suficiente para aparecer en esta sección. Recogiendo la mejor tradición de los historietistas de nuestro país, su trabajo pasa a veces desapercibido, impermeable a las modas o a los criterios de los grandes monopolios de la información o las editoriales. En sus tipos escritos con algo más que pasión, solo cabe el rigor, el criterio y el amor hacia un medio, con el que ha convivido desde que aprendió a leer.Desde la última novedad más vanguardista y transgresora llegada desde tierras lejanas, hasta los personajes más clásicos de la historia del cómic español, todos caben en esta publicación interactiva que desafía los cánones de la prensa impresa. Eso sí, en La Cárcel de Papel siempre se prestará especial atención a todo aquello que haya sido producido por autores españoles, por pequeño que sea, haciendo piña, y defendiendo con la práctica diaria la supervivencia de una industria que desde siempre ha caminado sobre un hilo de seda, desafiando a la gravedad.Por si fuera poco, el señor Álvaro Pons, único responsable de esta inmensa publicación, abomina cualquier tipo de culto personal propio de un periodista, autor, crítico o como quiera llamársele. Su trabajo apenas le da para vivir, su trato con los profesionales es siempre ejemplar -algo de lo que debería aprender más de un crítico cinematográfico frustrado y comprado por un gran grupo mediático-, y sus textos están disponibles gratuitamente para todo el mundo, con el permiso explícito del autor para que sean reproducidos como se juzgue –claro está, siempre que se cite su procedencia-.Una catarata de alabanzas completamente merecidas para un profesional como la copa de un pino, al que desde esta sección recomendamos visitar, e invitamos a que los lectores feliciten por su nuevo reconocimiento.Gracias Álvaro y enhorabuena. Dios Eisner salve al cómic.

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