El resultado de las elecciones generales del 28 de Abril dejó como claro veredicto un giro a la izquierda. La mayoría social progresista de nuestro país se movilizó a fondo, ante la amenaza de que llegaran al gobierno o ganaran un peso político decisivo las fuerzas que apostaban por nuevos saltos en el saqueo y en el recorte de derechos y libertades. Una movilización que tuvo su réplica en una segunda cita con las urnas, la de las elecciones europeas, autonómicas y municipales.
Esta primera batalla dejó como claro ganador al PSOE de Pedro Sánchez. No hay una alternativa viable a un gobierno que no sea con Sánchez en la Moncloa. Pero tras el encuentro de las urnas se ha abierto una segunda batalla, en la que está en juego con qué apoyos, con qué composición y con qué arquitectura parlamentaria podrán gobernar los socialistas.
No es un mero reparto de asientos. Está en juego el gobierno de una nación que es la decimocuarta economía mundial (y la cuarta de la zona euro), con múltiples vínculos con Iberoamérica y el mundo árabe, que ocupa un lugar estratégico en el diseño geopolítico del dominio norteamericano.
En la batalla por la Moncloa -en la que está por decidir si no qué carácter, al menos sí qué orientación tendrá el gobierno Sánchez- chocan poderosos y antagónicos vientos. En esta contienda confluyen todas las contradicciones de los diferentes sectores de la oligarquía, de las potencias internacionales… pero por otro lado un viento popular y patriótico, una mayoría social progresista que extiende su influjo sobre el gobierno de Sánchez y que exige que sus demandas sean atendidas.
Ante qué tipo de gobierno va a haber en Moncloa -y por tanto qué tipo de políticas van a llevarse estos próximos cuatro años- se ha abierto una enconada disputa entre los intereses oligárquico-imperialistas por una parte, y los intereses de las clases populares por otra.
Esta batalla se está decidiendo cada día y cada hora, y es la que determina los frenéticos movimientos a los que estamos asistiendo en la política nacional. Porque del resultado de este pulso también va a depender en buena medida la conformación de un nuevo modelo político todavía no totalmente cuajado, llamado a sustituir al viejo bipartidismo.
La crisis en Ciudadanos
Este pulso es el que en última instancia está provocando las crisis abiertas en las formaciones políticas más nuevas, pero al mismo tiempo más frágiles: Unidas Podemos y Ciudadanos.
Tras unos meses en los que las costuras al aire de la formación morada han ocupado titulares, parece que una crisis homóloga se ha abierto en Ciudadanos, en torno a la política de alianzas de la formación naranja y sobre si favorecer o no la investidura de Pedro Sánchez.
En las últimas semanas, las contradicciones han estallado en el seno de Ciudadanos. Por un lado, la línea encabezada por Albert Rivera, apostando a pactos con el PP como principal opción y con el apoyo de Vox, y la persistente negativa a una posible investidura de Sánchez, genera cada vez más contradicciones en el seno de Ciudadanos. Por otra parte, los que consideran que eso lleva inevitablemente a los naranjas a abandonar la centralidad del tablero, e incluso a compadrear, “mancharse las manos” y “vender el alma” a opciones tan impresentables políticamente como Vox
A Ciudadanos se le van sumando grietas. A la ruptura con Valls en Barcelona se añade ahora la dimisión de Toni Roldán, exportavoz económico, diputado y miembro de la ejecutiva permanente, de Javier Nart, eurodiputado, o de Juan Vázquez, líder en Asturias, exrector de la Universidad de Oviedo, que ha renunciado a su escaño. También las críticas abiertas de fundadores de Ciudadanos como Francesc de Carreras, de Luis Garicano, uno de los principales pesos del partido, y hasta de Francisco Igea, líder en Castilla y León.
Más allá de las decisiones y las posiciones individuales de estos dirigentes, poderosos actores de la oligarquía y de los centros de poder están presionando para que se forme -bajo una forma u otra- un gobierno de entendimiento entre PSOE y Ciudadanos. Esta es, dado el resultado del 28A, la opción deseable en los consejos de administración del Ibex35 y en muchas embajadas.
Estas presiones son las que explican que expresidentes como Rajoy salgan de su mutismo para sugerir al partido de Rivera que facilite la investidura de Sánchez para que se cierre “un gobierno estable” mediante un acuerdo PSOE-Ciudadanos con una mayoría solida de 180 diputados. Sugerencia que Felipe González hace extensiva también al PP «por responsabilidad de Estado».
Hasta se ha hecho público que el Banco de Santander -el nódulo más poderoso de la oligarquía financiera española- apuesta abiertamente por un pacto PSOE-C´s.
Una coalición entre PSOE y Ciudadanos probablemente complacería a los mercados financieros», dice el informe del banco de Ana Patricia Botín, y añade que «la postura liberal de Ciudadanos sería mejor recibida que el populismo de Unidas Podemos».
Una presiones muy similares parecen llegar desde el Eliseo o Washington. El presidente francés, hasta hace no poco admirador del partido de Rivera, ha criticado duramente los pactos de Ciudadanos con PP y Vox y le exhorta a que facilite la investidura de Sánchez. Y desde EEUU, tanto portales como Bloomberg, como Político (uno de orientación republicana, el otro demócrata) sugieren que la formación naranja debería facilitar o participar en el gobierno.
Por otra parte, y tras una reunión con Pablo Iglesias, los dos sindicatos mayoritarios, CCOO y especialmente UGT se han manifestado a favor de un Gobierno de izquierdas con la participación de Unidas Podemos, y con un programa de izquierdas que derogue “las reformas laborales y de las pensiones».
carlos dice:
La batalla por la Moncloa no lo sé,pero por el principal aparato de Estado(que Sarita coloque el post donde corresponda,es que no sé dónde ponerlo),o sea el CNI está caliente,el más poderoso de España,que ya nada más encender el odenador te están vigilando con la webcam y te vigilan hasta el correo.Que ha dimitido Alberto Saiz,curiosidades de la historia,y es que el mundo es un pañuelo,era de mi pueblo,de Cuenca, y amigo mio,aunque él ya no se acuerda,ya que todavía no era ni chusquero raso.Su hermana Emilia me enseñó inglés y viajaba mucho a los EEUU.Tenía fuertes vínculos tanto ideológicos como económicos con los yankees,por eso estaba de jefe «generalísimo» del CNI,que salía en todas las fotos con el Rey y los poderes fácticos,como el Patton.Ahora se pone Felix Sanz Roldán,también de Cuenca,que lleva la misma línea,otro «generalísimo» pro-yankee
carlos dice:
Que dice Monedero que las transnacionales mandan.Si hombre,si,que mandan una división Panzer a la ciudad del Santander,lo destrozan todo a cañonazo límpio,y ya puede decir la Botín:»huy huy huy mi gato».Como bien te dice Sun Tzu en «el arte de la guerra»:el ejército es la columna vertebral del Imperio»