Cuando todavía enfrentamos la tarea prioritaria de contener la emergencia sanitaria, se ha abierto el debate sobre la necesidad de acuerdos que se planteen también abordar los profundos efectos económicos y sociales que dejará la pandemia.
El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ha planteado “la propuesta de unos nuevos Pactos de la Moncloa”, utilizando como bandera uno de los emblemas de la transición. Rebautizándolos en el Congreso como “un gran Acuerdo Nacional para la Reconstrucción económica y social en el que participen todas las fuerzas dispuestas a arrimar el hombro, partidos políticos, pero también empresarios y sindicatos, y por supuesto las comunidades autónomas”.
¿Qué posiciones se han abierto ante esta oferta de pacto? ¿Sobre qué bases debe abordarse un “acuerdo para la reconstrucción” del país?
Quien une y quien divide
Existe una poderosa corriente que exige unidad y solidaridad para enfrentar la emergencia sanitaria, y también la crisis económica y social, cuyos efectos ya están golpeando a amplios sectores populares. Se refleja en el 92% -una unanimidad inédita en la historia demoscópica española- que en una reciente encuesta era partidario de que “todos los agentes sociales lleguen a un gran pacto que propicie una salida a la actual emergencia”.
Pero no todos han contestado igual a esta abrumadora exigencia social.
Ante la oferta de pacto presentada desde la presidencia del gobierno, numerosas fuerzas han ofrecido, por encima de diferencias políticas, la mano tendida.
Lo ha hecho Unidas Podemos, a través del vicepresidente Pablo Iglesias, declarando que apoyaría unos nuevos “Pactos de la Moncloa” si “descansan sobre el mínimo común denominador de los derechos sociales recogidos en la Constitución Española”.
Pero también Ciudadanos, que desde el pasado 4 de abril ha planteado a Pedro Sánchez la necesidad de unos “Pactos de Reconstrucción Nacional”, a modo de unos “Pactos de la Moncloa del siglo XXI”, para “proteger el bienestar de los ciudadanos y la economía del país”. Reiterando en el Congreso su predisposición a impulsar un acuerdo “moderado” pero que “no excluya a nadie”.
A esta corriente de unidad para favorecer el acuerdo y el consenso se han sumado también fuerzas a derecha e izquierda, como Mas País, Compromis, Teruel Existe o Coalición Canaria.
Pero se ha levantado también una extraña coalición que intenta torpedear cualquier posibilidad de acuerdo.
Encabezada por los sectores más reaccionarios del PP, con un Pablo Casado afirmando que “si el gobierno quiere enmascarar en los Pactos de la Moncloa un cambio de régimen o lo contrario a lo que fueron en el 77 (flexibilidad y ortodoxia económica), nosotros no vamos a reescribir la buena historia de España”.
Una extraña coalición, desde PP y Vox a las élites del procés, intenta torpedear cualquier posibilidad de acuerdo
Que cuenta como ariete con la ultraderecha de Vox, cuyo líder, Santiago Abascal se negó siquiera a atender la llamada de Pedro Sánchez, y exige la dimisión del gobierno.
Y de la que participan las fuerzas de la fragmentación, desde JunsxCatalunya a ERC o Bildu, que han rechazado su presencia “en unos pactos que blanquean al régimen”.
Luis Ratia dice:
Nada de esto debería resultarnos sorprendente. 250 años de historia política nos contemplan y ahora toca que se repitan cosas como farsa.
anarkoÑ dice:
Exactamente…
Rosa dice:
POLITICA, Segun.la definición del Catedratico.de la Univ. PAIS VASCO en la IMPORTANCIA DE PONERSE DE A ACUERDO – El.Pais 15/10/12 «DEMOCRACIA es equilibrio entre
ACUERDO.y DESACUERDO
DESCONFIANZA y RESPETO
COOPERACION y COMPETENCIA
PRINCIPIOS y CIRCUNSTANCIAS POLITICAS