SELECCIÓN DE PRENSA INTERNACIONAL

La auténtica amenaza del escándalo de corrupción en España

http://www.bloomberg.com/news/2013-02-06/the-real-threat-from-spain-s-corruption-scandal.html

Inversores preocupados por la estabilidad política de España han estado deshaciéndose de sus títulos españoles y tirando hacia arriba de la prima de riesgo desde que estalló a finales de la semana pasada un escándalo de corrupción en el que está involucrado el presidente Mariano Rajoy.Hasta ahora, la durabilidad del gobierno había sido una de las pocas ventajas que España tenia respecto a sus compañeros de la zona euro en problemas, como en el caso de Italia, un país que ha sido testigo de casi tantas elecciones como Navidades en los últimos decenios y ahora trata de poner en escena otra.En realidad, las probabilidades de que el escándalo Rajoy lleve al colapso del actual gobierno de centro-derecha son escasas. Pero los inversores tienen razón para preocuparse, ya que la estabilidad política implica algo más que la supervivencia del Gobierno de un país – requiere también de la confianza del electorado en las instituciones que lo rigen. Las acusaciones de corrupción al más alto nivel están corroyendo esa confianza en España.El 31 de enero, el diario español El País publicó copias de lo que dijo eran los libros de la contabilidad secreta en poder de Luis Bárcenas, el ex tesorero del Partido Popular gobernante, que reveló la existencia de fondos ocultos para sobornos. El diario dijo que se canalizaron 7,5 millones de euros de donaciones corporativas hacia el fondo y, al parecer, se repartieron entre 1997 y 2009 a los miembros de alto nivel, entre ellos Rajoy.El partido ha negado haber actuado mal en un comunicado, y Rajoy reiteró la posición este fin de semana y de nuevo el 4 de febrero, durante una conferencia de prensa con la canciller alemana, Angela Merkel.Las negaciones no han podido acabar con el escándalo. El líder opositor Alfredo Pérez Rubalcaba, del Partido Socialista Obrero Español, ha pedido la dimisión de Rajoy, lo que provocaría unas elecciones anticipadas. Sin embargo, no está claro cuánto ganaría con ellas Rubalcaba o su partido.Según la última encuesta de opinión realizada por la casa española Metroscopia, los socialistas y el Partido Popular están técnicamente empatados, apoyado cada uno por menos del 25 por ciento de los encuestados, y Rubalcaba con menor popularidad que Rajoy. Lo que es más, sólo el 21 por ciento del electorado quiere una nueva elección, por lo que los socialistas podrían ser castigados en las urnas si trataran de forzar una.Otro disparador potencial del colapso del Gobierno podría ser externo, como fue el caso de Italia, en agosto de 2011, cuando el Banco Central Europeo efectivamente apretó las clavijas al entonces primer ministro, Silvio Berlusconi. Lo mismo podría ocurrir en España si los intereses de los bonos suben lo suficiente como para obligar al BCE a intervenir y comprar bonos y el presidente del BCE, Mario Draghi decide que Rajoy y su Gobierno tienen que presentarse ante él antes de abrir los cordones de la bolsa. Pero esos son suposiciones arriesgadas. Un resultado más probable sería una serie de dimisiones y nombramientos nuevos a medida que la administración Rajoy decide limpiar la casa.Dicho esto, el escándalo es probable que aumente la resistencia de los votantes a las reformas impopulares que Rajoy trate de introducir. Con el segundo nivel más alto de desempleo de la zona euro –un 26 por ciento en el cuarto trimestre de 2012–, España ha sido uno de los países más afectados por esta crisis. Tratar de convencer al electorado que asuma dolorosas reformas del mercado laboral y más recortes de salarios y pensiones será más difícil para un gobierno al que se ve sumergido en el escándalo de fondos para sobornos a sus líderes.Aunque el escándalo Rajoy no colapse el gobierno, es profundamente dañino. Pondrá un clavo más en el ataúd de la confianza pública en los líderes políticos españoles y las instituciones. Confianza que ya era baja por los escándalos anteriores a la implicación de Bárcenas, el ex presidente del Tribunal Supremo Carlos Divar y el yerno del rey Juan Carlos, Iñaki Urdangarin, quien enfrenta cargos de malversación de fondos de organizaciones caritativas.Según la encuesta de Metroscopia, el 76 por ciento de los españoles no creen en los desmentidos alegados por el Partido Popular sobre el fondo para sobornos. Aún más contundente, el 58 por ciento de los simpatizantes del partido creen que está mintiendo. Todos los empresarios españoles con los que hablé tras el último escándalo esperan que la situación empeore antes de mejorar. Su suposición de que hay más esqueletos en el armario del gobierno indica la poca confianza que tienen en sus líderes.A medida que la confianza pública en el gobierno de un país se erosiona, también lo hace el funcionamiento del resto de sus instituciones. Si se deja empeorar, estas fallas crearán un ambiente de negocios en el país inestable y poco atractivo para los inversores, que se ven obligados a preocuparse por los cambios bruscos en la regulación, la corrupción e incluso la seguridad.Cualquier pérdida de confianza sería especialmente problemática para un país como España, que depende en gran medida del capital extranjero y la inversión externa para financiar su déficit por cuenta corriente. España tiene una muy alta carga de deuda externa, probablemente más del 150% del producto interno bruto en 2012. Si los inversionistas extranjeros perciben que el país es un lugar poco atractivo para hacer negocios y retiran su capital, esto provocará una grave crisis en la balanza de pagos.Hasta ahora se ha hablado de que lo de España es una crisis económica, o una crisis inmobiliaria, o una crisis bancaria, o una crisis de deuda. Es todas ellas juntas, y ahora también va camino de una crisis institucional. A menos que el Gobierno pueda afrontar este último escándalo y pruebe que las acusaciones son falsas o demuestre que por fin se pone de verdad a erradicar la corrupción, España dará otro paso más para despedirse de volver a sanar

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