La nefasta manía de señalar

La ANC publica una lista de “empresas independentistas”

Bajo el nombre de “Consum Estrategic”, la Assemblea Nacional Catalana (ANC), “brazo social” del procés, ha publicado una lista de empresas “comprometidas con la independencia”, o “cuanto menos neutrales”, es decir que no rechazan la fragmentación.

Señalar a los “afectos” es también una manera de señalar a los disidentes. A quienes ni “están comprometidos” ni “son neutrales”. Esta nefasta manía de señalar siempre persigue aislar y amedrentar a quien está enfrentado al poder. Franco distinguía entre buenos y malos españoles. Ya sabemos que los antifranquistas entraban en esta última categoría. Ahora, como si se reclamaran rescoldos de la “España negra”, las élites del procés se empeñan en distinguir entre buenos y malos catalanes.

La ANC arremete contra “las empresas españolas” pero afirma que “no hay problema en que se potencien bancos extranjeros”

La ANC señala que “la campaña es de no cooperación con las empresas que tienen relación con el poder del Estado español”. Pero consideran que “no hay ningún problema en que se potencien, por ejemplo, bancos extranjeros”. Para conseguir la independencia, “no hay problema” en reclamar una mayor presencia del capital extranjero.  Para la ANC “España nos roba”, pero los bancos norteamericanos o alemanes pueden ser amigos.

A las élites del procés les mueve también su empeño por someter a su control y dominio todos los ámbitos de la sociedad catalana.

La ANC apoyó en las elecciones sindicales a Intersindical-CSC. Conviene limitar la influencia de unos “sindicatos españoles”, que por ejemplo se atreven a movilizarse contra los recortes ejecutados desde la Generalitat.

Y han utilizado todos los resortes de poder que la Generalitat les proporciona para lanzar una candidatura que ha copado la presidencia de la muy influyente Cámara de Comercio de Barcelona.

Las empresas catalanas -un 40% de cuyas ventas dependen del mercado español- no están excesivamente interesadas en una independencia que sería nefasta para su cuenta de resultados. 

Conviene crear un “empresariado independentista”, que podrá tener acceso a los suculentos contratos financiados con el presupuesto de la Generalitat.

El rechazo de la mayoría de la sociedad catalana a sus iniciativas para señalar afectos y disidentes deja en evidencia sus reaccionarias intenciones.

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