Crece la esperanza de que los crímenes cometidos hoy en Gaza puedan ser juzgados más pronto de lo que imaginamos. La Audiencia Nacional acaba de admitir a trámite una querella contra siete militares israelíes, entre ellos el ex ministro de Defensa -Benjamín Ben-Eliezer- por un delito contra la humanidad cometido en un ataque a la Franja de Gaza en el 2002 en el que murieron 15 personas.
La denuncia fue resentada por el Centro Palestino para los Derechos Humanos por el lanzamiento por parte de un avión de combate israelí de una bomba de una tonelada contra la vivienda de Salah Shehade, un destacado dirigente de Hamás. El texto de la Audiencia indica que “el ataque contra la población civil ya de inicio es ilegítimo, pues el mismo tendría como objeto la comisión de un asesinato”.Siguiendo el principio de la jurisdicción universal, los crímenes contra la humanidad no prescriben y pueden ser juzgados en un tribunal de otro país distinto a donde fueron cometidos.Cuando todavía se desprende humo de las ruinas de Gaza, podemos esperar que los últimos crímenes también puedan ser juzgados. Nuestro país se ha convertido en vanguardia de la lucha contra la impunidad tras los casos de Chile y las Juntas Militares argentinas.