Conferencia regional en Teheran

Irán, Afganistán y Pakistán firman acuerdo de cooperación

Aunque la presencia de fuerzas extranjeras en nuestra región se origina con el pretexto de establecer seguridad, no ha sido de mucha ayuda para tener seguridad permanente, crecimiento polí­tico y económico, dijo Ahmadinejad en la reunión de un dí­a centrada en los temas de terrorismo y lucha contra el tráfico de drogas.

El área donde convergen los tres aí­ses es llamada el triángulo de oro y la utilizan traficantes para sacar enervantes ví­a Irán. Ahmadinejad consideró que la imposición de soluciones militares desde el exterior no servirá para acabar con el extremismo y el tráfico de drogas y, por el contrario, será la causa de más acciones radicales de rechazo a la intervención extranjera.Karzai difirió de Ahmadinejad sobre los problemas regionales al señalar que su origen está en el extremismo. Zardari no señaló causas, pero sugirió que los tres gobernantes se reúnan nuevamente para tratar los temas de interés común, aunque por ahora no fijaron fecha ni lugar.»Tenemos un enemigo común y el deber de combatirlo y crear un futuro seguro; de otra forma, las generaciones futuras no nos perdonarán», dijo Ahmadineyad en la cumbre trilateral centrada en la lucha contra el terrorismo y el tráfico de drogas, así­ como en las recientes tensiones causadas por los milicianos islamistas en las áreas fronterizas.Durante el encuentro, los mandatarios firmaron un comunicado final sobre seguridad regional y cooperación económica y energética. Además, reafirmaron su compromiso para mantener como prioridad la lucha contra el narcotráfico. Los tres paí­ses comparten una de las fronteras del mundo con mayor tráfico de estupefacientes, ya que Afganistán está considerado el primer paí­s productor de opiáceos del planeta.En territorio afgano y paquistaní­ actúan, asimismo, grupos islamistas asociados a la milicia talibán dedicados al tráfico de armas y que en ocasiones se infiltran en territorio iraní­, sobre todo desde la frontera afgana.De tal suerte, Ahmadineyad opinó que aunque la presencia de las tropas de EU «se mantiene bajo el pretexto de la estabilidad, en ningún caso contribuye al desarrollo económico y de la seguridad regional».Una idea similar expresó su colega paquistaní­, Ali Asif Zardari, quien en declaraciones divulgadas por la agencia semioficial de noticias Fars subrayó que «la zona hace frente a diferentes retos, incluido el de haber permitido a las grandes potencias convertirse en nuestros vecinos».En este sentido, tanto el mandatario paquistaní­ como su colega iraní­ reafirmaron que la solución final debe ser regional y compartida por los tres paí­ses. «Resolver los problemas de hoy exige recuperar las relaciones de amistad y hermandad y reafirmar los lazos comunes para solucionar los problemas de una región que comparte historia, amigos y enemigos», afirmó Ahmadineyad.Zardari puntualizó, por su parte, que «es nuestro deber hacer uso de todos nuestros potenciales para ofrecer una vida mejor a las generaciones venideras».Además, Teherán está muy preocupado por la posibilidad de que la presencia militar estadounidense en el vecino Afganistán se transforme, a su vez, en una flagrante injerencia polí­tica.Esos temores crecieron esta misma semana, una vez que el diario The New York Times publicó que el ex representante diplomático de Washington en Afganistán, Irak y Naciones Unidas, Zalmay Khalilzad, podrí­a convertirse en la mano derecha del actual presidente afgano.Por su parte, Karzai consideró que el terrorismo y el islamismo ensombrecieron los potenciales de cooperación económica fructí­fera entre los tres estado vecinos, pero dijo que «no es tarde para solucionar los problemas» mediante la cooperación.Zardari se refirió a que ninguno de los tres puede distanciarse de la realidad geopolí­tica en un momento difí­cil.

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