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El gobierno está cumpliendo con las reivindicaciones de los monopolios, como lo hiciera antes con las de la banca. De los 16.000 millones de déficit tarifario, las eléctricas podrán cobrar 10.000 millones. Una deuda que no es tal y que se cobran en plena crisis. A cambio, las compañías no subirán la luz durante cuatro años a cinco millones de hogares (los jubilados con pensiones mínimas; los hogares con todos sus miembros en paro y las familias numerosas, quienes tendrán que solicitar la congelación). Pero los restantes 20 millones de consumidores tendrán que hacer frente a subidas de precios significativas en los próximos meses. En el sector se barajan incrementos de en torno al 2% en junio y subidas de al menos el 5% anual en los próximos ejercicios.
El gobierno regalará 10 mil millones de euros a las eléctricas y estas nos subirán la luz a artir de junio. Algo no “cuadra” en esta ecuación ¿Verdad? Todo esto ocurre después de que hace unas semanas la patronal eléctrica amenazara con que el fin de las tarifas reguladas no abarataría la luz, sino que la subiría. Para justificar este incremento la patronal presentó un estudio de la situación económico-financiera de la actividad eléctrica: 1998- 2008, cuyo centro era el “déficit tarifario”, que según las eléctricas asciende a 14.575 millones de euros. Los que no menciona el informe es que en el 2008 el beneficio neto de Iberdrola alcanza los 2.860 millones de euros, un 21,5% más que en el 2007. Los beneficios de Endesa ascendieron en el 2008 a 2.014 millones de euros, un 20,5% más que en el 2007. ¿Qué es déficit tarifario? A partir del cual supuestamente se originan los 10 mil millones que el gobierno acaba de regalar y por el que las eléctricas justifican las escandalosas subidas de la luz que nos esperan los próximos meses… y años. El “déficit tarifario”, es una estafa, un engaño y una mentira. En 1999 el gobierno de Aznar acordó “regalar” a las eléctricas 1´300.000.000.000 (un billón trescientos mil millones de pesetas a las compañías eléctricas) con la excusa de los “costes de transición a la competencia”. Supuestamente para la modernización y, con ello, abaratamiento de los recursos; a cambio, las eléctricas no subirían el precio de la electricidad durante unos años y al acabar ese plazo, que se subiría con el IPC, no de golpe sino escalonádamente. Pero las eléctricas usaron esos fondos, no en modernización, sino como capitalización y la consolidación del monopolio eléctrico en España y en el exterior (por ejemplo, en el mercado iberoamericano). Con total descaro cuando hay apagones, debido a sus obsoletas instalaciones, las eléctricas dicen que sufren y se quejan porque las instalaciones son antiguas y deficitarias. En definitiva, con nuestro dinero el gobierno de Aznar financió la monopolización y la expansión exterior del sector eléctrico español y, encima, todavía les “debemos” dinero. Ahora, con Zapatero –y en plena crisis- continúa este latrocinio alcanzando niveles absolutamente ignominiosos.