Selección de prensa internacional

India y la defensa antimisiles

Ninguna reacción hoy a las sorprendentes declaraciones de ayer del primer ministro chino acerca de su preocupación por el valor de los bonos del Tesoro norteamericanos en manos de Pekí­n. Ni la prensa china -el Diario del Pueblo le dedica apenas un renglón a la noticia- ni la prensa norteamericana le dedica más comentarios. No sabemos si es que prefieren dejar pasar el asunto o es que están preparando una respuesta más a fondo. Habrá que estar atento los próximos dí­as.

Mientras tanto, y continuando en Asia, reroducimos hoy un artículo del Indian Express que pone de manifiesto el recelo con que los gobernantes indios empiezan a ver a la nueva Administración Obama. Después de una presidencia de Bush, sobre todo en su segundo mandato, caracterizada por un fuerte acercamiento a India, la firma de un acuerdo sobre intercambio de tecnología nuclear y la perspectiva de una cooptación de India por parte de Washington para incluirla en el “directorio ampliado” de grandes potencias mundiales como contrapeso regional al emergente poder chino, los primeros movimientos de Obama han relegado de momento a India de los principales escenarios mundiales. Exclusión de Nueva Delhi de la primera gira asiática de Clinton, enfriamiento –y veremos si paralización –del proyecto de escudo antimisiles del que India esperaba obtener suculentas transferencias de alta tecnología militar, negociaciones de desarme nuclear con Rusia, mayor implicación norteamericana en Afganistan –lo que implica un menor protagonismo del que ha tenido hasta ahora India– y, sobre todo, estrechamiento de las relaciones de Washington con Pekín, el gran vecino y rival. Movimientos todos ellos que dibujan un cuadro del que el emergente poder indio no puede estar nada satisfecho. Y todo ello, además, en unas condiciones en que a su proverbial debilidad política –fragmentado internamente por un complejísimo modelo de distribución política y territorial del poder– y la amenaza siempre latente de la radicalización de las divisiones religiosas en su seno, se suma ahora el estallido de una crisis cuyas consecuencias sobre una economía en desarrollo pero con unas bases económicas, políticas y sociales mucho más débiles que la del resto de países emergentes. La combinación de todos estos factores con la súbita “descolocación” internacional que para India ha supuesto la nueva línea internacional de Obama, hacen de todo punto imprevisible el desarrollo de los acontecimientos en el gigante surasiático. Pero habrá que estar atento a él, porque en según qué circunstancias, puede convertirse, él mismo o su área regional de influencia, en una de las fallas tectónicas del nuevo escenario mundial. India. Indian Express LA POLÍTICA DE DEFENSA ANTIMISILES Mientras India celebraba el tercer éxito en las pruebas antimisiles llevado a cabo frente a la costa de Orissa, el viernes, Nueva Delhi podría seguir teniendo problemas para la gestión de su política de defensa antimisiles en casa y en el extranjero. Hace ocho años, el ministro de asuntos exteriores Jaswant Singh sorprendió al mundo al adoptar el controvertido plan del Presidente George W Bush para acelerar el desarrollo y despliegue de los misiles que pueden derribar otros misiles, especialmente los armados con armas nucleares. Al tiempo que un agradecido Washington se ofrecía a compartir su tecnología de defensa de misiles con Nueva Delhi, había pocos partidarios de ella en el seno del gobierno. Fuera de él, una oposición suave del Partido del Congreso, salvaje de los comunistas, y en una forma confusa los tradicionalistas en política exterior atacaron el nuevo interés de India en la defensa contra misiles. En el frente externo, nuestros viejos amigos en Moscú estaban trastornados y nuestros vecinos en Pekín enojados por el entusiasmo de India en la defensa antimisiles. Cuando el poder cambió de manos en Nueva Delhi y el Primer Ministro Manmohan Singh negoció el acuerdo nuclear con Estados Unidos en 2005, hubo una segunda oportunidad para India de avanzar en la defensa antiaérea de misiles. EEUU se ofreció a hacer una declaración conjunta sobre la defensa antimisiles como punto central de la visita del Presidente Bush a la India en marzo de 2006. Por miedo al líder del Partido del Congreso, Prakash Karat, la UPA se contuvo. El Gobierno también estuvo bajo gran presión de Moscú y Beijing para unirse a ellos en su campaña mundial contra la defensa antimisiles. Después que la India anunciara en noviembre de 2006 la primera prueba de su propia defensa antimisiles, los conservadores en política exterior empezaron a considerarlo como un “logro nacional", la izquierda fue indiferente. Mientras los camaradas verificaban el sostenimiento del programa espacial militar de India, China sorprendió al mundo en enero de 2007 mediante el ensayo de un arma anti-satélite en el espacio. Si la India perdió el gran momento de cooperación militar espacial con Bush, ahora mira la marcha atrás del Presidente Barack Obama sobre la reducción de misiles de defensa y la negociación de un acuerdo con Moscú. Para la India dos lecciones importantes se destacan: uno, el asunto de las nuevas tecnologías militares debe basarse en un reconocimiento de nuestros propios intereses de seguridad y no se pueden someter a los caprichos ideológicos de unos pocos. A medida que un Pakistán nuclear se hunde en el caos, la importancia de la defensa antimisiles seguirá creciendo para la India. Dos, a menos que nuestros científicos y diplomáticos aprendan a trabajar juntos, Nueva Delhi se encontrará en la imposibilidad de aprovechar las oportunidades de alta tecnología cuando se presenten, lo que suele ocurrir sólo en ocasiones fugaces. INDIAN EXPRESS. 8-3-2009 China. Diario del Pueblo PAUTAS PARA LAS RELACIONES CHINA-EEUU EN LA NUEVA ERA El ministro de Relaciones Exteriores de China, Yang Jiechi, que se encuentra de visita en Estados Unidos, propuso el jueves una serie de pautas básicas para que China y EEUU promuevan un estable y sólido crecimiento de las relaciones bilaterales en la nueva era. En un discurso ofrecido durante un almuerzo de trabajo en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, siglas en inglés), Yang expresó su satisfacción de que los dos países hayan cooperado para asegurar un desarrollo estable de las relaciones bilaterales en los últimos 50 días desde que la nueva administración de Obama tomara el poder (…) "Un buen comienzo ya es la mitad del éxito", declaró Yang, destacando que este buen comienzo sienta las bases para un mayor crecimiento de las relaciones entre China y EEUU. "Ahora debemos poner nuestras miras en el futuro a largo plazo y diseñar un buen plan de trabajo para las relaciones entre China y EEUU en los próximos años. Debemos realizar esfuerzos coordinados y promover el desarrollo sólido y estable de nuestras relaciones", añadió. Para lograr esto, el ministro propuso una serie de pautas que según él pueden ayudar a impulsar las relaciones bilaterales en los próximos años. En primer lugar, dijo Yang, ambas partes deben adoptar una perspectiva estratégica y a largo plazo y mantener las relaciones en el camino correcto. China y EEUU tienen ahora más intereses comunes y unas mayores bases para la cooperación en una gran cantidad de importantes y urgentes asuntos que afectan al mundo de hoy día, según el ministro. La importancia estratégica y la influencia en el mundo de las relaciones China-EEUU han aumentado, y sus relaciones en la nueva era deben ser más amplias y más profundas. El ministro opina que los dos países deben colaborar de forma total para elevar las relaciones a un nuevo y más alto nivel de cooperación en el siglo XXI sobre la base del mutuo respeto, buscando los puntos comunes y dejando a un lado las diferencias, al mismo tiempo que cooperando para lograr beneficios mutuos. En segundo lugar, afirmó Yang, ambas partes deben mantener unos diálogos y unos intercambios cercanos tanto al nivel máximo como a otros niveles y cimentar así las bases políticas de esta relación. Yang expresó su esperanza de que ambas partes puedan colaborar para lanzar el propuesto mecanismo de los "Diálogos Estratégicos y Económicos China-EEUU" lo antes posible para que a través de los continuos debates sobre asuntos estratégicos a largo plazo de interés común, puedan seguir mejorando su confianza mutua y su cooperación. En tercer lugar, dijo Yang, ambas partes deben ampliar la cooperación mutuamente beneficiosa y dar un nuevo impulso a las relaciones. La prioridad de China y de EEUU en estos momentos, afirmó Yang, es poner solución a la crisis financiera internacional a través de una mayor cooperación, y colaborar para mantener y promover la estabilidad financiera y económica mundial. El ministro declaró que China y EEUU comparten importantes intereses comunes con respecto al cambio climático, la energía y el medio ambiente, y que tienen grandes perspectivas de seguir cooperando en terrenos como la lucha contra el terrorismo, la no proliferación, las relaciones inter-militares, la ciencia y la tecnología, la cultura y la sanidad. En cuarto lugar, añadió el ministro, cada parte debe respetar y adaptarse a los intereses básicos de la otra, y hacer todo lo posible para minimizar los posibles daños a las relaciones. El ministro pidió a la parte estadounidense que trate los asuntos relacionados con Taiwan con prudencia y adecuación y que respete la postura del pueblo chino de defender la soberanía estatal y la integridad territorial de China también en otros asuntos delicados como los relacionados con el Tíbet. En quinto lugar, el ministro Yang afirmó que las dos partes deben promover el diálogo y los intercambios entre los pueblos de los dos países y construir un mayor apoyo público a las relaciones. "No olvidamos que las relaciones entre China y EEUU comenzaron a distenderse gracias a las visitas de nuestros equipos de ping-pong", recordó Yang. "Los tremendos progresos realizados en nuestras relaciones en los últimos 30 años no habrían sido posibles sin la implicación activa y el apoyo de los pueblos de los dos países", añadió. "Es especialmente importante mirar hacia el futuro y promover y respaldar con energía los intercambios y la cooperación entre los jóvenes de ambos países, para que la causa de la amistad entre China y EEUU sea duradera y mejore aún más", concluyó el ministro (…) DIARIO DEL PUEBLO. 13-3-2009 EEUU. The Washington Post LLAMAMIENTO A LA DEMOCRACIA A VECES se supone que el empuje para la democracia en el Oriente Medio fue inventado en Washington por la administración Bush e impuesto, a veces por la fuerza, a una región que se resiste a ella o es indiferente. De hecho, la oleada para el cambio democrático en los estados árabes y el más amplio mundo islámico comenzaron antes del cambio de siglo y continuaron creciendo incluso después que el Departamento de Estado del presidente George W. Bush sobre todo en su segundo mandato abandonara la causa. Lo que se ha demostrado recientemente en un par de llamamientos extraordinarios a la administración Obama. Uno sucedió hace dos semanas, cuando se invitó a altos funcionarios afganos a Washington a participar en una revisión de la estrategia. El gobierno de Hamid Karzai es plenamente consciente de las sugerencias por parte de altos funcionarios de la administración y de la mayoría demócrata en el Congreso que Estados Unidos debe dejar a un lado el objetivo de la democracia en Afganistán. Así que cuando el Ministro de Asuntos Exteriores, Rangin Dadfar Spanta, se encontró con la Secretario de Estado Hillary Clinton, le entregó lo que nos dijo un funcionario que era una llamamiento apasionada para que EEUU continúe la ayuda para crear un gobierno democráticamente elegido. Fuera del Departamento de Estado, el Sr. Spanta dijo públicamente ante Ms. Clinton que “Afganistán se ha comprometido … a trabajar estrechamente juntos en la democratización y la estabilización de Afganistán”. Ms Clinton no respondió públicamente, pero nos han dicho que reaccionó positivamente al llamamiento del ministro. Esperamos que esto se refleje en la estrategia para Afganistán cuando sea revelada las próximas semanas. Otro llamamiento notable fue publicado esta semana por un grupo de más de 140 políticos, académicos y activistas de la democracia de los Estados Unidos y del mundo musulmán, que dijeron al presidente Obama: “Con el fin de reconstruir las relaciones de respeto mutuo, es crítico que Estados Unidos estén en el lado correcto de la historia con respecto a los derechos humanos, civiles y políticos de los pueblos de Oriente Medio”. El grupo reiteró el punto que la nueva administración, enfocada hacia la “diplomacia directa” con los líderes estatales, está siendo lenta en entender: “La ayuda de EEUU a los autócratas árabes supuestamente debía servir a los intereses nacionales de EEUU y la estabilidad regional. En realidad, lo que produjo fue una región atormentada cada vez más por una corrupción endémica, el extremismo y la inestabilidad”. Lo que el movimiento por la democracia necesita de los Estados Unidos, dice la carta, “es un compromiso para animar la reforma política… pacífica, recompensando a los gobiernos que tomen medidas activas y mensurables hacia genuinas reformas democráticas. Por otra parte, [Estados Unidos] no debe vacilar en condenar públicamente cuando son encarcelados injustamente los activistas de la oposición en Egipto, Jordania, Arabia Saudita, Túnez, o en otros lugares”. La lista de firmantes incluye a activistas no sólo de esos países, sino también de Líbano, Siria, Libia, Marruecos, Irak, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Bahrein, Malasia, Filipinas, Turquía, Nigeria, Somalia y de la Autoridad Palestina. Su profundidad y amplitud demuestra vivamente que la administración Obama podría encontrar a muchos aliados para el cambio progresivo en el Oriente Medio con sólo mirar más allá de los gobernantes de palacio. THE WASHINGTON POST. 14-3-2009

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