Literatura

í‰rase una vez el Amor pero tuve que matarlo

«La literatura colombiana, tan planchada y tan pulcra, esperaba la llegada de un bárbaro»: así­ recibió la crí­tica de su paí­s la aparición, en 1997, de «í‰rase una vez el amor pero tuve que matarlo», de Efraim Medina Reyes, una novela «con casi tanto desorden como desenfreno». Formado por el rock, la tele, el cómic y el cine, Medina Reyes no es un hijo de Macondo, sino de la nueva cultura globalizada, que, a pesar de todo, no olvida sus orí­genes ni los traiciona.

Efraim Medina Reyes, nacido en Cartagena de Indias (Colombia) en 1970, es uno de los "enfants" terribles de la nueva literatura hisana de hoy, capaz tanto de fundar empresas como "Fracaso Ltda." (cuyo lema era "Donde se necesite un fracaso allí estaremos") como de escribir libros con títulos como "Técnicas de masturbación entre Batman y Robin". Con "Érase una vez el amor pero tuve que matarlo" Reyes ganó, increíblemente, el Premio Nacional de Novela del Ministerio de Cultura. Novela egocéntrica, ecléctica y furiosa, que traspasa los límites de lo que la literatura hispana nos había ofrecido hasta ahora, "Érase una vez…" transcurre en una Colombia dura, espinosa, desgarrada, en la que Bogotá es una especie de Nueva York hispano bajo la raya del ecuador, y Cartagena una ciudad inmóvil, congelada, detenida en el tiempo. En este panorama dual, Reptil ("Rep" para los amigos), el protagonista, irrumpe como un "héroe" de vitalidad cruel e iconoclasta, como un maestro de vida burlón y procaz, escindido entre la agresividad y la desesperación. Rep (un machista confeso "de ojos negros y hundidos como agujeros de escopeta a punto de disparar, la boca sensual y una verga de 25 centímetros en los días calurosos") quiere comenzar una nueva vida, olvidar a la chica que lo abandonó, perderse en el infinito caos de la metrópoli e inventarse una película: y, mientras eso ocurre, intenta sobrellevar su existencia con sus mitos rockeros: el amor devastado de Sid Vicious y Nancy y el caos interior de Kurt Cobain. Efraim Medina nos ofrece, con un lenguaje nervioso y punzante, una vida que se decide en primera línea, siempre a dos pasos del vacío, en incesante espectáculo erótico y apasionadas relaciones de amistad, alternando sin parar la ira y la alegría, en la que su protagonista vive columpiándose, empujado por una inagotable ansia de liberación. Traducida al inglés, ha recibido críticas muy positivas: "Una novela vibrante, cruel, ácida. Escrita a un ritmo endemoniado que te arrastra escaleras abajo del alucinante tráfago de este joven y genial escritor". Leer "Érase una vez…" es una experiencia literaria que no va a dejar indiferente al lector, que acaba inevitablemente contagiado por la pasión y el coraje que Efraim Medina ha puesto en esta novela "rompedora", que Editorial Destino ha puesto al alcance del lector español.

Deja una respuesta