Cargando...El Día de África marca el aniversario de la fundación de la Organización de la Unidad Africana y sirve para recordar al resto del planeta que la pobreza afecta a cerca de 400 millones de personas en este continente. Y quienes no deben olvidar ese y otros muchos datos dramáticos, relacionados siempre con la triste realidad de los pueblos africanos, es a sus dirigentes, responsables unos de permitir la ingerencia imperialista, que expolia los recursos de las generaciones presentes y futuras. O de aquellos dictadores, títeres del imperialismo y verdaderos monstruos para sus pueblos.
Nadie uede dudar del potencial de desarrollo de África, una zona inmensamente rica en recursos naturales, pero, según un estudio del Instituto de Desarrollo Ultramarino, los dirigentes políticos africanos han desviado entre 700.000 millones y 800.000 millones de dólares procedentes del petróleo a cuentas en el extranjero. Las estadísticas relativas al coltán – imprescindible para la fabricación de componentes electrónicos -, los diamantes, oro o cobre. Lo que calla el informe, es que el mejor recurso de los países son sus pueblos, pueblos que en el caso de África, se ven inmersos en una escalada de violencia, miseria, epidemias, hambrunas… que apuntan a una exterminación. En muchos casos con el apoyo de gobiernos corrompidos, pero siempre con el factor común de los corruptores imperialistas. Otro informe que ha sido realizado por el Instituto Internacional para el Medio Ambiente y el Desarrollo , a petición de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA). Advierte que las adquisiciones masivas de tierras se están incrementando en África, aumentando el riesgo -si no se hacen de forma correcta- de que los pobres se vean desposeídos o se les impida el acceso a la tierra, el agua y otros recursos. Por un lado el informe apunta que estas operaciones pueden crear muchas oportunidades (salidas comerciales, empleo, inversiones en infraestructuras, incremento de la productividad agrícola), pero también pueden ser muy perjudiciales si se excluye a la población local de la toma de decisiones sobre la adjudicación de tierras y si no se protege su derecho sobre las mismas. Predomina la inversión extranjera debido a la preocupación imperialista por el control y manipulación de los “negocios” sobre la seguridad alimentaria y energética, es uno de los motivos principales de estas operaciones, que pueden terminar con otro sistema ce colonización.