Hoy toca salir a la calle contra la reforma laboral. Nos convocan los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO. Sí, los arásitos sociales que chupan de la teta del Estado; los que viven del cuento con sus miles (que digo miles, millones) de liberados que no han dado un palo al agua en la vida; los que llevan una vida de lujo, con sueldazos, cruceros y restaurantes caros.Pero ser críticos con los sindicatos no es un motivo para quedarse hoy en casa, sino una razón más para acudir a las manifestaciones. No andamos muy sobrados de fuerzas, y se trata de sumar, no dividir más. Quienes piensan que con estos sindicatos no llegaremos muy lejos, deben reconocer que sin ellos vamos menos lejos todavía. Por eso son muchos los colectivos, 15-M incluido, que han decidido salir hoy a la calle, juntos pero no revueltos, con sus propias pancartas y lemas. Después de la reforma, y con lo que está por venir, yo tengo claro quién es el enemigo. Y no son los sindicatos.