Andalucí­a. Hostelerí­a en lucha

Hotel Los Monteros: Una historia de despropósitos

e ha producido un cierre patronal ilegal de manos del grupo petrolero ruso North-West Oil, última propietaria que se hizo cargo de este emblemático establecimiento hotelero hace seis meses. Este supuesto empresario ruso compró el hotel por las deudas, sin poner un solo euro, como los dos últimos propietarios. Primero la familia Garcí­a Egocheaga, que entró en escena en los años 90 comprando el Hotel Incosol y el Hotel los Monteros, con sus respectivas fincas y con mucho terreno para construir viviendas. Este propietario compró los activos de estos dos hoteles a la Reserva Federal Norteamericana por el precio simbólico de una peseta.

Lógicamente esta emresa se hizo cargo de las deudas que tenían contraídas con la Seguridad Social, Hacienda, bancos y con los trabajadores de ambos hoteles. El sindicato CCOO y el comité de empresa llegaron a un acuerdo con la propiedad para que el Hotel Los Monteros cerrase sus puertas por seis meses para llevar a cabo un plan de reformas. Los trabajadores del Hotel Los Monteros pasaron al desempleo con un expediente de suspensión por reformas. Las obras se fueron eternizando y duraron veinte meses, ya que tuvieron varios parones en el tiempo porque el propietario se había quedado sin financiación. Tanto es así que se tuvo que hacer cargo la Cadena Hotelera Le Meridien, que fue la que asumió la última parte del gasto de la reforma para que pudieran abrir sus puertas.Estos empresarios fueron vendiendo partes del hotel. Primero se segregó el campo de golf Río Real por parte de la familia Coca, dejándolo libre de cargas, donde estaba ubicado el club hípico, además de unos veinte bungalows que pertenecían al Hotel los Monteros, ubicados a unos doscientos metros del mismo. La familia García Egocheaga vendió el club de tenis –unos 18.000 m2 — con el objetivo de urbanizarlo y construir adosados. En el año 2005, un empresario libanés, tomó el relevo del hotel para dárselo, hace tan solo seis meses, al grupo petrolero ruso North-West Oil. El empresario libanés también especuló con parte del hotel: como ya no quedaban terrenos, vendió unas cien habitaciones del edificio Mirador a un fondo de inversiones Aralia Properties SL, con número de CIF B92648906; también segregó el Club de Playa “la Cabane” en una nueva sociedad, seguramente con la idea de venderlo. No le dio tiempo ya que la situación financiera de este empresario, que también es el dueño del Hotel Las Dunas, hace agua. Por ello se produjo la venta al grupo petrolero North-West Oil el 03 de Diciembre de 2008. En principio todos nos alegramos, ya que se presentó en sociedad como un grupo inversor importante, con la idea de reflotar el hotel y captar clientes de alto standing a nivel general, sobre todo del mercado ruso. Pero la alegría en la casa de los pobres dura poco. A finales del mes de diciembre del año 2008 la empresa despidió a 72 trabajadores sin mediar palabra. Los trabajadores convocaron la primera huelga para el día 31 de diciembre, con el objetivo de presionar para que se pagaran los salarios adeudados y por la readmisión de los 72 trabajadores. Tras la intervención de CCOO junto con el comité de empresa y el apoyo de todos los trabajadores, haciendo un esfuerzo para buscar soluciones y tras una reunión de doce horas, se llegó a un acuerdo con un plan de viabilidad para que este establecimiento de lujo siguiera generando empleo y riqueza, como ha hecho desde el año 1962, a pesar de los avatares de los distintos empresarios. El plan de viabilidad contemplaba la readmisión de los 72 trabajadores despedidos y el pago de los salarios adeudados, además de las reformas que todavía estaban pendientes, como la creación de un SPA y la reforma integral de unas 32 habitaciones, la remodelación de la cocina central, etc. En total la inversión se acercaba a los cinco millones de euros. Pero además, el acuerdo contemplaba la puesta en marcha de un plan comercial para captar clientes así como la negociación con los distintos acreedores, como la Seguridad Social, Hacienda y bancos principalmente, para fraccionar el pago de la deuda en un periodo amplio.En el aspecto laboral, los trabajadores harían sus aportaciones y sacrificios, como la negociación de un plan de prejubilaciones a partir de 55 años. Mientras se buscaba la financiación, se acordó un expediente de suspensión de cerca de 50 trabajadores durante un año y con carácter rotativo. El objetivo general del Plan de Viabilidad era que el Hotel Los Monteros recobrara su esplendor. Sin embargo, los incumplimientos del plan de viabilidad por parte de la empresa no tardaron en llegar. En el mes de febrero volvió a despedir a 37 trabajadores que se vieron obligados a una nueva convocatoria de huelga. En este caso se hizo un solo día, llegando a un nuevo acuerdo que nunca se cumplió.En estos seis meses los trabajadores del Hotel Los Monteros han tenido que soportar todo tipo de barbaries y tropelías por parte del representante de la empresa, Ernest Malyshev, en forma de agresiones físicas y verbales a los trabajadores; represión sindical a los representantes de los trabajadores; prohibición de la entrada al centro de trabajo y posterior despido del presidente del comité de empresa e impagos de los salarios. Al día de hoy se les deben seis mensualidades a los cerca de 180 trabajadores. La última perla de Ernest Malyshev ha sido calumniar a los trabajadores del Hotel Los Monteros, estos legendarios profesionales que lo que han hecho durante muchos años es ofrecer lo mejor de su capacidad e ilusión al reto diario de hacer un buen trabajo, poniendo mucho corazón y mucha dignidad en atender a los clientes que se han hospedado en este excelente hotel. La Costa del Sol tiene el prestigio internacional como destino turístico, entre otras razones, gracias a estos magníficos hoteles. Habrá que recordar una vez más que esa vieja máxima hotelera: Un destino turístico es tan bueno como sus hoteles. Pues bien este personaje no tiene bastante con sus incumplimientos y la falta de respeto a las normas de las que nos hemos dotado en el Estado de Derecho, como la Constitución Española y las más elementales leyes laborales, como la de libertad sindical y los derechos civiles, que se ha atrevido a denunciar a los trabajadores, mintiendo ante la autoridad laboral, cuando dice de ellos: a) Comportamiento agresivo contra los huéspedes y los empleados del hotel, especialmente de nacionalidad rusa. b) Comportamiento agresivo hacia mí, como el ciudadano de la Federación Rusa c) Imposibilidad de lograr un acuerdo social con los trabajadores y sus representantes e) La actual crisis financiera que incapacita a la propiedad de cumplir con los objetivos propuestos.Toda esta sarta de mentiras ha sido utilizada para justificar el cierre del hotel y han sido desmentidas inmediatamente por parte de la Inspección Provincial de Trabajo en su informe del día 05 de junio de 2009, que concluye: “Se ha comprobado la existencia de una posición completamente pacífica por parte de los trabajadores, no advirtiendo la existencia de peligro notorio, de violencia para las personas, ni daños graves para las cosas; muy al contrario estos trabajadores han venido manteniendo durante estos últimos seis meses una actitud al diálogo, con sacrificios para salvar un hotel que consideran suyo”. El informe de la Inspección de Trabajo concluye que la solicitud de cierre patronal es ilegal por no ajustarse a derecho y requiere la apertura con carácter inmediato del centro de trabajo Hotel Los Monteros. El representante de la empresa ya ha comunicado que no va a abrir el hotel, por lo tanto desobedece una vez más las leyes.Desde CCOO vamos a pedir que el Delegado de Empleo de la Junta de Andalucía envíe el informe de la Inspección a la Fiscalía y que se inicie la actuación por delito penal. En el fondo del conflicto laboral de Hotel Los Monteros subyace el cumplimiento de las leyes de nuestro país o la impunidad que nos quiere imponer este seudo empresario.En este momento LOS MONTEROS SOMOS TODOS. Al menos así lo vemos desde CCOO, que le vamos a pedir a todas las administraciones que actúen enérgicamente para que cuanto antes se abra el hotel y se normalice esta situación. No queremos que ocurra como hace ya casi cinco años, con el Hotel Don Miguel, que lo cerró para especular con su finca y convertir el hotel en residencial. Al día hoy el hotel sigue cerrado, pero los especuladores no han conseguido ninguno de sus objetivos. Los trabajadores han ganado todos sus juicios y en el Plan de Ordenación Urbana de Marbella la finca donde está ubicado el hotel está calificada de Equipamiento Hotelero, todo ello gracias a la lucha de los trabajadores.En definitiva, no queremos que se judicialice el conflicto del Hotel Los Monteros. Tenemos que buscar soluciones políticas para este grave problema que afecta, en primer lugar a sus trabajadores, pero también a la imagen turística de la Costa del Sol y a la de Marbella, que en los últimos años ha sido expoliada por sus gobernantes. Por lo tanto, esperamos y confiamos en que el Hotel Los Monteros no lo expolien. Como dice el compañero y amigo Rafael de la Fuente, que durante muchos años fue director del Hotel Los Monteros: “En cualquier parte del mundo un hotel es parte del patrimonio”. Pues bien, el Hotel Los Monteros no le pertenece a nadie; es un patrimonio de Marbella que todos tenemos que conservar para que siga dando prestigio a este destino turístico y siga generando empleo y riqueza. Gonzalo Fuentes Guerrero Secretario general FECOHT-CCOO Andalucía

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