Cargando...La ley que va a permitir la fusión entre las más importantes televisiones privadas avanza a pasos agigantados. El Pleno del Congreso ha dado luz verde al proyecto de ley. El texto ha sido aprobado después de que el PSOE cediera ante las demandas de los nacionalistas para que no se tocara sus poderes autonómicos, sus competencias sobre la adjudicación del espacio radioeléctrico. La única prisa que tiene el gobierno es que se dé luz verde a su plan de rescate para los monopolios de la información. Permitirles que se fusionen para poder evitar las graves consecuencias de la crisis económica.
Mientras PRISA ha odido renegociar por los pelos y de momento la inmensa deuda contraída y la Sexta busca desesperadamente una fusión como sea, el gobierno de Zapatero les ofrece todas las facilidades al eliminar el tope máximo del 5% que un accionista podría tener en dos cadenas. La ley establece que las empresas fusionadas no rebasen el 27% de audiencia. Es decir, tal y como se reparte la cuota de pantalla en estos momentos, la única alianza no permitida sería la de Antena 3 y Telecinco.Y la demagogia siempre presente, el lenguaje orwelliano. El portavoz del PSOE, Óscar López, ha dicho que la norma evita la concentración del poder mediático “en unas manos como en Italia”. La realidad es que, al contrario, detrás de una frágil apariencia de pluralidad, lo que existe es un gran salto en la monopolización de los medios de información y comunicación. Salto que va a suponer un fuerte aumento del control de la información que llega a los ciudadanos de a pie. La censura monopolista.