Televisión

Frodo y Ahmadinejad

El régimen iraní­ resiste como puede los envites de la oposición reformista. No deja de ser curioso que, después de acusar al movimiento de Musavi de estar alentado por el diablo norteamericano, recurran al cine de Hollywood para intentar mantener a la población en sus casas durante el próximo fin de semana. Concretamente se programa una maratón con la trilogí­a de El Señor de los Anillos, pelí­cula que ha alcanzado un notable éxito en Irán. Aunque existen más motivos para justificar esta particular programación.

Además de destruir el anillo único, el joven Frodo tiene ahora una nueva misión, conseguir que los iraníes se queden en casa, y renuncien a secundar las continuas revueltas callejeras en las que se encuentra sumido el aís. Para ello el canal estatal Channel Two ha programado un maratón de El Señor de los Anillos. Si lo normal es que la televisión emita una o dos películas americanas o europeas a la semana, ahora se puede disfrutar de tres o cuatro al día. Paradójicamente el cine norteamericano se convierte ahora en aliado coyuntural de Mahmudd Ahmadinejad. ¿Es la elección de El Señor de los Anillos casual? Esto sería difícil de creer dadas las circunstancias, más teniendo en cuenta las múltiples lecturas que se le suelen dar a la épica de este tipo de films, dependiendo del interés. Los programadores de la televisión iraní pretenden establecer un claro paralelismo con la realidad del país. Concretamente, entre la trama de la película y la trayectoria de Musavi: la búsqueda no deseada y, a la vez, arriesgar la vida en la búsqueda de un destino inesperado. Pero una de las notas más llamativas es que en el doblaje iraní de la película en lugar de emplear la palabra hobbit usan “kootoole”, es decir, algo así como “hombre pequeño en farsi. Un término que ha sido usado en muchos de los cánticos de las manifestaciones para referirse a Ahmadinejad de forma despectiva, en relación a su estatura. Se le cambia así el sentido al pretendido insulto, convirtiendo al “kootoole” en el humilde héroe salvador de la tierra. Las mentes más retorcidas intentan rebuscar entre el kilométrico metraje del film más referencias que justifiquen ideológicamente la particular decisión. Sin duda la más sorprendente es la que hace referencia al diálogo que el personaje Peregrin Tuk mantiene con Bárbol, un vejestorio gigantón dotado de una tupida barba, que recuerda mucho al líder espiritual iraní. “-¿Y usted de que lado está?”-pregunta el hobbit- “Nosotros no estamos de lado ni de unos ni de otros”-contestará el barbudo. Una sorprendente medida para un régimen que ataca constantemente a la cultura norteamericana, aunque la historia nos enseña que hace falta algo más que largas superproducciones de Hollywood para encerrar en casa a un pueblo con ansias de justicia.

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