«Francia es el único de los principales países europeos que no ha hecho nada significativo para arreglar su déficit presupuestario. Los diferenciales de los bonos franceses casi se han duplicado desde principios de junio. En torno a 50 puntos básicos para el bono a 10 años, se mantienen en una zona de confort. Pero no hay duda de la tendencia.»
Durante meses, el Gobierno francés ha tardado en anunciar la necesidad de ajustes resupuestarios y una cooperación más estrecha de la zona euro. Se ha limitado a reiterar que está considerando una congelación del gasto público en los próximos tres años. Hará poco para reducir un déficit que ascenderá al 8% del PIB este año, el segundo más alto entre los mayores países de la UE, después de Reino Unido. El Banco Santander parece no inmutarse ante los problemas que la banca atraviesa en España. Mientras que sus competidores están inmersos en dolorosas reestructuraciones, Santander ha anunciado otra adquisición en el extranjero. El mayor prestamista del país está recomprando la participación del 25% de Santander México que vendió a Bank of America (BREAKING VIEWS) THE WALL STREET JOURNAL.- En un momento en que los problemas financieros españoles han conmocionado a Europa, algunos inversionistas los ven como una oportunidad. Su esperanza: algunas cajas de ahorros podrían empezar a deshacerse de sus activos inmobiliarios más rápido de lo previsto por los fuertes esfuerzos puestos en la reestructuración. El motivo de la reestructuración del sector es el reconocimiento por parte del Banco de España de que los potenciales miles de millones en préstamos impagados correspondientes a compañías inmobiliarias y constructoras son uno de los mayores riesgos de la quinta mayor economía europea. Reino Unido. Breaking Views Francia y la crisis de la deuda soberana Pierre Briançon Puede que Francia no esté atrapada en una tercera ronda de contagio de la deuda soberana, pero el mercado está enviando una señal de aviso. Como debe ser. Francia es el único de los principales países europeos que no ha hecho nada significativo para arreglar su déficit presupuestario. Los diferenciales de los bonos franceses casi se han duplicado desde principios de junio. En torno a 50 puntos básicos para el bono a 10 años, se mantienen en una zona de confort. Pero no hay duda de la tendencia. Italia se ha movido, el Reino Unido está a punto y el plan de reducción del déficit de Alemania es serio. En este contexto destaca la falta de acción de Francia. Durante meses, el Gobierno francés ha tardado en anunciar la necesidad de ajustes presupuestarios y una cooperación más estrecha de la zona euro. Se ha limitado a reiterar que está considerando una congelación del gasto público en los próximos tres años. Hará poco para reducir un déficit que ascenderá al 8% del PIB este año, el segundo más alto entre los mayores países de la UE, después de Reino Unido. Sarkozy ha decidido no hacer mucho. Incluso dijo a los franceses que la austeridad no está a la vuelta de la esquina. Algún tipo de reforma de las pensiones está en la agenda, con la posibilidad de incrementar la edad legal de la jubilación, actualmente en los 60. En cualquier caso, la reforma es a largo plazo, y Francia necesita hacer más y más rápido. Pero incluso si Sarkozy está dispuesto a recortar el gasto público, deberá enfrentarse a un serio problema de credibilidad. Durante años los Gobiernos franceses se han comprometido a hacer algo sobre la deuda y los déficit y regularmente han fracasado. Cualquier plan de reducción del déficit tendrá que ser del tipo duro y audaz para impresionar a los mercados. Y cuanto más esperemos, más duro tendrá que ser. Santander, un trocito mexicano Nicholas Paisner El Banco Santander parece no inmutarse ante los problemas que la banca atraviesa en España. Mientras que sus competidores están inmersos en dolorosas reestructuraciones, Santander ha anunciado otra adquisición en el extranjero. El mayor prestamista del país está recomprando la participación del 25% de Santander México que vendió a Bank of America (BofA) hace ocho años. El último movimiento no fue iniciado por Santander. BofA quería vender siguiendo sus esfuerzos continuos por librarse de negocios no básicos. Hace dos semanas, liquidó una participación de 4.500 millones de dólares del brasileño Itaú Unibanco. La proposición de nuevas regulaciones, que podrían desincentivar a los bancos de poseer participaciones minoritarias, pueden haber jugado un papel importante. Sin embargo, el mayor banco de España hace lo correcto ejerciendo su derecho de opción preferente de compra. Santander no es inmune a las tensiones del sistema financiero español. Ha realizado fuertes provisiones por préstamos incobrables, y se dolerá de los mayores costes de financiación. Pero el acuerdo de 2.500 millones de dólares no recargará demasiado su balance: reducirá la ratio Tier 1 del banco en sólo 0,3 puntos porcentuales hasta el 8,5%. El banco genera casi todo ese capital de las ganancias acumuladas cada trimestre. El acuerdo meterá más distancia entre el Santander y sus competidores domésticos. Aunque sólo una cuarta parte de los beneficios del banco proviene de España. La operación mexicana reforzará aún más la proporción de los mercados emergentes e incrementará la contribución mexicana a los beneficios del grupo de un 5% a un 7%. Parece también que el Santander está obteniendo un buen precio -como debe ser, teniendo en cuenta que ya controla el negocio-. El acuerdo valora el tercer banco más grande de México en poco menos de once veces los 911 millones de dólares de ganancias del último año. Santander está pagando una prima del 56% sobre lo que pagó BofA en 2002. Pero su pronóstico de crecimiento del 3,9% en términos de PIB mexicano este año resulta acertado; el banco podría valer mucho más. México no es una apuesta segura. La violenta lucha para eliminar la droga podría hace descarrilar la recuperación económica del país. Pero por el momento, al menos, el trocito de México Santander le ayuda a situarse otro paso por delante del resto de bancos españoles. BREAKING VIEWS. 10-6-2010 EEUU. The Wall Street Journal Los inversionistas inmobiliarios ponen a mira en España William Boston En un momento en que los problemas financieros españoles han conmocionado a Europa, algunos inversionistas los ven como una oportunidad. Su esperanza: algunas cajas de ahorros podrían empezar a deshacerse de sus activos inmobiliarios más rápido de lo previsto por los fuertes esfuerzos puestos en la reestructuración. El motivo de la reestructuración del sector es el reconocimiento por parte del Banco de España de que los potenciales miles de millones en préstamos impagados correspondientes a compañías inmobiliarias y constructoras son uno de los mayores riesgos de la quinta mayor economía europea. Las cajas se han resistido mucho tiempo a fusionarse. Pero ahora el Gobierno las está forzando a hacerlo como condición para recibir dinero de su fondo de rescate, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, conocido como FROB por sus siglas. Más de 30 cajas de las 45 existentes se apresuran a fusionarse a finales de mes, fecha límite para que las cajas puedan solicitar ayuda del FROB antes de que expire el plazo concedido por la Comisión Europea. Aunque el fondo se creó hace más de un año, hasta el momento sólo se ha utilizado para inyectar dinero en la intervenida CajaSur. El Banco de España también está presionando para que las fusiones se aceleren. El banco central ha propuesto nuevas medidas de provisiones para forzar a las entidades a deshacerse de sus activos morosos con mayor rapidez. Hasta ahora, los bancos podrían en algunos casos esperar hasta seis años para aumentar sus provisiones destinadas a cubrir el 100% de la pérdida de un préstamo impagado. Con la nueva normativa, las entidades tendrán que disponer de estas provisiones en un año. El banco central también ha propuesto cambios para provisionar los préstamos asegurados con un activo inmobiliario. Anteriormente, el banco central no permitía a los bancos reconocer el valor de esa propiedad como parte de la provisión frente a pérdidas; ahora propone que se haga. "El impacto de estos cambios será que los bancos se verán forzados a liquidar" activos inmobiliarios, dice Adolfo Ramírez-Escudero, director gerente de CB Richard Ellis en España. El Banco de España lanzó un aviso a las cajas reacias a fusionarse. Cuando CajaSur, una caja regional prácticamente insolvente, se negó a fusionarse con Unicaja, otra caja regional, el banco central actuó e intervino la entidad andaluza. Estas acciones puede que no parezcan demasiado drásticas teniendo en cuenta el tamaño del problema. El Banco de España calcula que a finales de 2009 había 445.000 millones de euros (US$530.300 millones) en préstamos a promotores y constructoras. Unos 165.000 millones de euros de esos activos se consideran "de riesgo", según el Banco de España. Los préstamos son sólo inmobiliarios. Los deudores de unos 42.800 millones de euros en préstamos han dejado de efectuar al menos un pago en los últimos 90 días. Para finales de año, las entidades españolas se habían adjudicado préstamos inmobiliarios por valor de unos 59.700 millones de euros. "Esta es la crisis subprime española", dice Andrés Escarpenter, consejero delegado de Jones Lang LaSalle en España. Las entidades financieras han sido reacias a deshacerse de sus préstamos inmobiliarios porque no querían asumir pérdidas. Pero incluso si los bancos aumentan sus provisiones, podrían decidir mantener los activos antes que venderlos, con la esperanza de que se revaloricen. Los valores están sufriendo claramente. A finales del mes pasado, el fondo inmobiliario Banif de Banco Santander pospuso sus planes de vender 2.600 millones de euros en activos que controla por las condiciones del mercado. THE WALL STREET JOURNAL. 9-6-2010