Huelga en Cristalera Española

Exprimir al trabajador, asfixiar la empresa auxiliar

Aunque no su nombre no lo diga, Cristalera Española es una multinacional francesa. Y, aunque en su enunciado no venga, la Reforma Laboral permite que las grandes multinacionales extranjeras ganen por partida doble. En primer lugar por la precarización en las condiciones laborales de sus trabajadores, razón por la que se han convocado paros en la factorí­a de L`Arboí§ (Tarragona). Y, en segundo lugar, porque permite ejercer el chantaje y la asfixia sin lí­mite a las empresas auxiliares, estas sí­ de capital autóctono.

Saint Gobain fue creada como taller de cristalería para espejos en el S. XVII por Luis XIV de Francia para dar un impulso a los artesanos franceses de cara a embellecer Versalles y su Sala de los Espejos. Hoy es un emporio extendido por todo el planeta y un líder en ingeniería de materiales, centrado no sólo en trabajar el vidrio sino también productos de construcción y los materiales de alto rendimiento. Sus ventas superan los 40 000 millones de dólares. En España Cristalería Española se creó en 1905 en Bilbao e inició su primera planta en Arija (Burgos) un año después. En 1920 inició su expansión nacional diversificando su producción. A principios de los setenta abrió su fábrica de L’Arboç (Tarragona), un punto estratégico para el transporte por mar, avión, ferrocarril y autopista; a una hora de Barcelona, dos de Zaragoza y tres de Valencia, cerca de grandes plantas automovilísticas (Seat, Ford, Renault, Nissan…) a las que nutre de lunas y parabrisas. El boom de la construcción significó también un boom para su división de vidrio plano.

Industria auxiliar: asfixiaO bajan precios o no se les hacen pedidos. La industria auxiliar española está ligada indisolublemente a la marcha y los planes de las multinacionales extranjeras. La única salida que les queda a estas es recortar los costes en salarios (o materiales) y una parte de ellas desaparecen estranguladas.

Estos son algunos de los hechos relatados por un trabajador de una auxiliar de Cristalera.

La respuesta de la empresa a la huelga ha sido la amenaza de paros en la producción. El miedo a los despidos. Las formas de presión son sutiles. Se traen los cristales distribuidos en muchos almacenes para concentrarlos en el almacén central de la fábrica y así dar la imagen de que hay un stock enorme. Con ello se crea el miedo al ERE o a los despidos.

Cuando viene una auditoría, tienen que esconder las lunas en el sótano, puesto que en los informes oficiales la planta tiene que aparecer como que vende. Y como en el sótano no hay condiciones adecuadas para la conservación del vidrio tienen que volver a poner el cristal en su sitio al finalizar la auditoría. Total, se gastan un dineral sólo en “imagen y acojone” de cara a la dirección y los trabajadores respectivamente.

El trato hacia la industria auxiliar entra en el terreno de lo innombrable. La política de ahorro de costes lleva a que la empresa presione permanentemente a las auxiliares para que bajen precios.

Uno de los puntos calientes en el ahorro de costes es la reparación de los hornos. La planta de L’Arboç resulta ser más competitiva en la producción de lunas que las factorías alemanas del grupo. La diferencia está en detalles como que, cuando se produce una avería, el trabajador alemán abre el horno y deja que se enfríe durante horas antes de meterse dentro a hacer la reparación. El trabajador español entra con el horno a 70º, incluso a 100º. Esas horas de diferencia son las que suman miles de lunas de diferencia al cabo del año.

La política de la multinacional respecto a las auxiliares es también la de la libre disposición. Una cosa es que los reparadores tienen que estar disponibles las 24 horas del día, los 365 días del año. Pero otra muy diferente es que la empresa organice turnos irracionales obligando a un mismo equipo de trabajadores a acudir a realizar un montaje de piezas del horno en dos partes cuando podría hacerse en una. La multinacional dispone y exige porque ha hecho el pago del trabajo previamente, pero a una pequeña empresa no le cuesta lo mismo mover a cuatro trabajadores para un trabajo de 4 horas una tarde que hacerlo dos horas por la mañana y dos por la noche. Los costes se multiplican.

Las empresas auxiliares pueden ser convocadas a reuniones de la multinacional para que expresen sus puntos de vista sobre los cambios operativos que se hagan en la empresa. El punto de vista que puede aportar alguien que trabaja dentro de los hornos en condiciones duras es valioso, para que los diseños hechos por ingenieros (que ven el tema a ocho metros de distancia) no queden en modelos sobre el papel. No sólo no se les pagan las horas de reunión o las aportaciones que hagan, sino que lo más llamativo es que cuanto más ahorra y gana la empresa gracias a ellos, más pueden salir perdiendo de dichas reuniones. Si los cambios llevan a ahorrar media hora en el proceso de reparación de los hornos, luego se les exige que esa media hora se compense a la multinacional con trabajo extra.

Si las empresas multinacionales que se instalaron en España en el siglo pasado practicaban el “paternalismo” con los trabajadores (ver abajo) hoy son ejemplo de todo lo contrario. Un trabajador que se prejubilaba pidió que su hijo ocupara su puesto en la fábrica. De los miles de euros que le correspondían de indemnización por toda una vida trabajando en la fábrica, la dirección le restaba la mitad a cambio de darle el empleo al hijo. Claro, con los tiempos que corren qué padre no iba a sacrificarse para que su hijo mantenga a su familia. Aceptó. Probablemente sea una práctica extendida.Papá CristaleraSu implantación en el municipio arbosense desbordó todos los planes previstos, lo que palió la dirección de la empresa con la construcción de 408 viviendas, ubicadas 200 en el Arboç, sitas en el conocido Barrio de Santa Llucía, se le acondicionó Economato, Polideportivo con su piscina, Kiosco de prensa y escuelas de forma temporal. En Banyeres, en el Barrio del Pujolet, se levantaron 193 y 15 en el Vendrell en la Urbanización la Montañeta.

Cristalería Española, S. A. realizó una obra social y apoyo a los trabajadores, extraordinaria. El tiempo ha ido perdiendo estas bondades que habían sido ventajas sociales, adquiridas por los trabajadores. Por la festividad de Reyes, la dirección, regalaba a los hijos de los productores juguetes y los empleados, sin excepción, tenían una pequeña cesta de Navidad, que aún perdura, incluso para jubilados, prejubilados y viudas. Durante el verano los hijos de los trabajadores podían ir de colonias (Madrid, Guadalajara, Segovia). Posteriormente, se daba la paga de fin de año, aparte del mes y la paga extra y una mini paga en verano para las vacaciones. También existía la paga de beneficios.

Saint Gobain puso servicio de Transporte para los trabajadores y los hijos que estudiaban en el entorno, tanto de la Comarca como de la Provincia, así como servicios de autobuses para desplazarse, los operarios y familiares a la Residencia de la Seguridad Social en Tarragona. Para los hijos, los cuales los llevaba por la mañana, los iban a buscar para comer en casa y por la tarde. Los que estudiaban en Tarragona, existía un autocar por la mañana y los recogía por la tarde. De otra ventaja que se aprovechaban era de las becas que se otorgaban según los estudios que realizaran.

HISTORIA DE SAINT GOBAIN DESDE ARIJA A L’ ARBOÇ. José Antonio Rodríguez Peña

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