Chile lucha contra la impunidad

Exhuman el cadáver de Victor Jara

Efectivos de la Policí­a de Investigaciones y del Servicio Médico Legal chilenos iniciaron este jueves la exhumación del cuerpo del cantautor Ví­ctor Jara, -asesinado el 15 de septiembre de 1973 dí­as después del golpe de Estado de Augusto Pinochet-, en el Cementerio General en Santiago, donde llegó el juez Juan Fuentes Belmar, encargado de investigar el crimen del artista.

La exhumación de Jara, ordenada or Fuentes Belmar, se considera una diligencia clave para contrastar la declaración del único procesado de la causa, el ex conscripto José Adolfo Paredes, que se encuentra recluido en prisión preventiva en la Cárcel de Alta Seguridad de la capital chilena, donde estaba detenido e incomunicado desde el 22 de mayo junto a otro ex militar por orden del juez a cargo del caso, Eduardo Fuentes.En principio, Paredes -de 54 años-, confesó ser uno de los soldados que dispararon en repetidas ocasiones contra el autor de «Te recuerdo Amanda».Sin embargo, más adelante se retractó y se declaró inocente, además de ratificar que Jara fue asesinado por el subteniente Pedro Barrientos de un disparo en la sien, que lo dejó al borde de la muerte, luego de lo cual el subteniente le ordenó al pelotón que vaciaran sus cargadores en el cuerpo del cantante progresista. Justifica su primera declaración -ahora errada- porque estaba «sicoseado (perturbado) y no aguantaba más», interpuso el detenido, al tiempo que juró «por mi hija, que está muerta, que nunca estuve en el Estadio Chile. Sí­ conocí­a los camarines, porque antes del 11 de septiembre fui a un campeonato de boxeo del Ejército y eso les describí­ a los policí­as».El primer disparo -según Paredes- que recibió Jara de manos del subteniente Barrientos, fue una orden del teniente Nelson Edgardo Haase Mazzei, apodado «El Prí­ncipe», que estaba al mando de un contingente de Regimiento de Ingenieros Tejas Verdes, con asiento en San Antonio, región de Valparaí­so (este), y que participó en el acribillamiento de Jara.La nueva versión del ex conscripto difiere de lo establecido por el Servicio Médico Legal, que determinó que Jara fue torturado y recibió 44 disparos en todo el cuerpo.Ví­ctor Jara, asesinado el 15 de septiembre de 1973, fue un artista identificado con tendencias polí­ticas progresistas, lo que le valió su condición de perseguido por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990).Al camposanto acudió también la viuda del artista, Joan Turner, en compañí­a de las hijas que tuvo con el cantautor, quien recibió la nacionalidad chilena este miércoles de manos de la presidenta Michelle Bachelet, en un acto en el palacio de La Moneda.Durante la ceremonia, donde resonó la voz del difunto cantautor, Turner declaró que el paí­s suramericano «me ha dado lo más hermoso y lo más horrendo de mi vida: me ha dado el amor y el odio ajeno».»Chile me ha dado lo más hermoso y lo más horrendo de mi vida: me ha dado el amor y el odio ajeno, me ha dado la felicidad de una familia, de ser parte de un gran movimiento social y cultural, y la experiencia de una tragedia colectiva», dijo con voz entrecortada la bailarina.Turner, nacida en 1922 en Gran Bretaña, adquirió la ciudadaní­a chilena 35 años después de la muerte de Ví­ctor Jara, torturado y asesinado cinco dí­as después del golpe de Estado de Augusto Pinochet.Cantautor de canciones como «Te recuerdo Amanda», «Plegaria del labrador» y «El derecho de vivir en paz», Ví­ctor Jara fue detenido un dí­a después que las fuerzas golpistas de Pinochet asaltaron la Universidad Técnica Metropolitana, donde se desempeñaba como profesor. Luego de sufrir indescriptibles torturas por parte de las represivas fuerzas militares en el Estadio de Chile, que hoy dí­a lleva su nombre, y que en esa época fue convertido en centro de prisioneros, Jara fue acribillado y su cuerpo arrojado cerca de un cementerio de Santiago. Jara es una de las más de 3 mil ví­ctimas, entre muertos y desaparecidos, que dejó la dictadura de Pinochet, que llegó al poder luego de dar un golpe de Estado que derrocó al fallecido presidente socialista Salvador Allende.

Deja una respuesta