Europa se vuelve contra Alemania

«Cuanto más se amplí­a la crisis del euro a una crisis existencial para la Unión Europea, más crí­ticos son los otros Estados miembros con Alemania, la mayor economí­a del continente y la cuarta más grande en todo el mundo. «Esto trata de Alemania, y es todo sobre el fin del apetito alemán para firmar cheques a la periferia de Europa», dijo el historiador de la Universidad de Harvard Niall Ferguson en una entrevista reciente con la cadena CNN.»

Todos los ojos de Euroa están puestos en Berlín estos días, porque se opone a los eurobonos, insiste en que los prestamistas privados participen de las quiebras gubernamentales y delibera sobre escenarios que pondrían fin a la actual unión monetaria. Las opiniones difieren sobre las posiciones hacia Berlín. Hay señales conciliadoras de París, mientras que las banderas alemanas están siendo quemados en Atenas. Hay críticos mordaces como los españoles y escépticos como los italianos, mientras que los escandinavos muestran solidaridad con Berlín. (DER SPIEGEL) ALAI.- Entre 2001 y 2008 el ingreso del 10% de los más pobres creció seis veces más que el 10% de los más ricos. El de los ricos creció el 11.2%, y el de los pobres el 72%. Mientras tanto, desde hace 25 años, según el IPEA, la mitad del ingreso total del Brasil permanece en manos del 10% más rico. Y el 50% de los pobres se reparten entre sí apenas el 10% de la riqueza nacional. Con el gobierno de Lula los más pobres obtuvieron unos recursos anuales de 10.500 millones de dólares; a los más ricos, a través del mercado financiero, les fueron destinados más de 100,500 millones, lo que ha impedido la reducción de la desigualdad social. Le faltó al gobierno disminuir el contraste social por medio de la reforma agraria, de la multiplicación de los organismos de transferencia de riqueza y de la reducción de la carga tributaria en las áreas del trabajo y del consumo. Y gravar las del capital y la especulación. Alemania. Der Spiegel Europa se vuelve contra Alemania El controvertido planteamiento de Alemania en la lucha contra la crisis del euro ha dividido a la Unión Europea. Algunos países se quejan del rumbo rígido de Berlín, mientras que otros acusan a la canciller Merkel de traicionar el proyecto europeo. Lo único que parecen estar de acuerdo es en que la UE necesita a Alemania como motor si quiere sobrevivir. Cocinar es un arte. François Vatel, chef famoso en la corte de Luis XIV, estaba tan angustiado por su incapacidad para servir una comida suficientemente deliciosa al rey que se suicidó. En la cumbre europea de la semana pasada de la Unión Europea en Bruselas, los líderes europeos que asistían descartaron riesgos desde el principio, eligiendo con antelación de una lista de los mejores chefs que habían hecho ofertas para el contrato. El menú que se sirvió el pasado jueves en el edificio del Consejo Europeo en la Plaza Schuman de Bruselas tuvo un marcado sabor mediterráneo. Incluía gazpacho de remolacha roja con centollo, lenguado a la Provenzal con puré de guisantes picante y, de postre, repostería mallorquina con fruta de la pasión, todo preparado por el chef alemán Gerhard Schwaiger, gerente del restaurante de lujo con estrellas Michelin "Tristán", situado en un resort Mediterráneo en la isla de Mallorca. Fue, sin duda, una coincidencia, pero los alemanes también dominaron el escenario político en Bruselas, una vez más. Los 26 jefes de Estado y de Gobierno cedieron a la demanda de la canciller alemana, Angela Merkel, para modificar el Tratado de Lisboa de la Unión Europea para incluir un fondo de crisis permanente, conocido como mecanismo de estabilidad, para la zona euro, a partir de 2013. También a petición de la canciller, se insertó un pasaje que indica que el mecanismo de estabilidad es sólo "para ser activado en caso indispensable para salvaguardar la estabilidad de la zona euro en su conjunto." El grupo también aprobó la demanda de Alemania de que los prestamistas privados participen en caso de bancarrota de un gobierno. "Llegamos a un acuerdo", anunció una Merkel claramente satisfecha. "Fue un buen día para Europa". Los otros participantes de la cumbre no tuvieron más remedio que hacer declaraciones similares. Cocer a fuego lento los conflictos Esta cumbre tenía que enviar señales de calma, equilibrio y solidaridad, aunque sólo fuera para tranquilizar a los mercados financieros, pero la unidad no fue más que un artificio. El conflicto continuó a fuego lento detrás del escenario, especialmente la disputa por los euro-bonos comunes de la zona euro. El primer ministro de Luxemburgo Jean-Claude Juncker hizo campaña a favor de la idea una vez más, y fue respaldado por muchos de los asistentes. Sin embargo, Merkel se apresuró a oponerse, argumentando que un sistema de euro-bonos recompensaría a los gobiernos despilfarradores y penalizaría a los países disciplinados como Alemania. En resumen, nada se resolvió en la cumbre. Cuanto más se amplía la crisis del euro a una crisis existencial para la Unión Europea, más críticos son los otros Estados miembros con Alemania, la mayor economía del continente y la cuarta más grande en todo el mundo. "Esto trata de Alemania, y es todo sobre el fin del apetito alemán para firmar cheques a la periferia de Europa", dijo el historiador de la Universidad de Harvard Niall Ferguson en una entrevista reciente con la cadena CNN. El historiador británico Timothy Garton Ash se queja de la falta de visión. "Hoy está mucho más claro lo que Alemania quiere de Europa que lo que quiere para Europa", escribió en un editorial de The Guardian. Ambas observaciones implican que Alemania ya no es la locomotora de la integración europea que una vez fue. En las últimas décadas, cada vez más países se sumaron al proceso de unificación, porque lo veían como un camino hacia la prosperidad común en paz y libertad. Viejos temores La comunidad europea de naciones, una construcción por la que Francia, en particular, abogó para dominar de una vez por todas las furias del nacionalismo europeo, se enfrenta a una dura prueba, que vuelve a despertar viejos temores. Fue Jean Monnet, el hijo de un comerciante de coñac, quien, en 1950, redactó el plan de reunir a la industria pesada Europea Occidental en el marco de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, que posteriormente se convirtió en la Unión Europea. Al apoyar el plan, París trató de protegerse a sí misma del poderío económico alemán y de la revancha política. También permitió que el entonces canciller alemán Konrad Adenauer rompeira el aislamiento internacional de Alemania. Monnet, al que se considera el "padre de Europa", quiso orientar a los países europeos en un super-Estado "sin que sus pueblos comprendieran lo que está sucediendo. Esto se puede lograr por etapas sucesivas, cada una disfrazada de una finalidad económica". Al parecer, los padres del euro han seguido actuando de conformidad con esta misma filosofía. La nueva moneda se convirtió en un vehículo para una mayor integración, y la UE se convirtió en una unión monetaria, pero no económica, por no hablar de una unión política. Como resultado, la actual crisis financiera es muy difícil de controlar para el continente y el coloso UE. ¿La euro crisis del 2010 también conducirá a una crisis existencial de la Unión? ¿En lugar de una Alemania europea, el continente podría hacer frente a una Europa alemana en su lugar? ¿Está el país que ha servido como tesorero durante tanto tiempo tratando de erigirse como el capataz de toda la comunidad? ‘Una lucha contra Bruselas’ Todos los ojos de Europa están puestos en Berlín estos días, porque se opone a los eurobonos, insiste en que los prestamistas privados participen de las quiebras gubernamentales y delibera sobre escenarios que pondrían fin a la actual unión monetaria. "Esta forma de crear áreas tabú en Europa y no ocuparse de las ideas de otros es una manera muy poco europea de tratar los asuntos europeos", se quejó el primer ministro luxemburgués Juncker. A pesar de que la paz estuvo a la orden del día en la cumbre de la UE de Navidad, la crítica continúa haciendo estragos. Un alto funcionario de la Comisión Europea dijo con enojo que "en Berlín, la política europea en los últimos años se ha tratado principalmente como una lucha contra Bruselas." Y Daniel Cohn-Bendit, miembro del Parlamento Europeo por el Partido Verde, acusa al gobierno alemán de basar su política para la UE exclusivamente en lo que los tabloides están diciendo. Aunque el ex canciller Helmut Kohl, también promovió los intereses alemanes, ha dicho Cohn-Bendit, nunca perdió de vista el panorama de conjunto. "Si Merkel hubiera sido canciller en ese momento, no habría habido unificación europea". Las opiniones difieren sobre las posiciones hacia Berlín. Hay señales conciliadoras de París, mientras que las banderas alemanas están siendo quemados en Atenas. Hay críticos mordaces como los españoles y escépticos como los italianos, mientras que los escandinavos muestran solidaridad con Berlín. DER SPIEGEL. 21-12-2010 Ecuador. ALAI El gobierno de Lula Frei Bretto Al conocer la victoria de Lula en las elecciones de 2002 publiqué en "O Globo" (28/10/2002) el artículo "El amigo Lula", resumido en esta frase: "Sobreviviente de la gran tribulación del pueblo brasileño, Lula es ahora un vencedor". Apoyado por una amplia mayoría de la opinión pública brasileña (que hoy es del 87%), Lula gobierna este país desde hace ocho años. Sorprendió a aliados y opositores. Lula es también ahora un vencedor, digo parafraseándome. Viví siempre de mi trabajo, como recomienda el apóstol Pablo. Durante breves períodos mantuve un vínculo laboral con la iniciativa privada. Rechacé nombramientos del poder público. Por considerarlo compatible con mi actividad pastoral, acepté la invitación del presidente Lula para integrar, en el 2003, su asesoría especial en el gabinete de Movilización Social del Programa Hambre Cero, al lado de Oded Grajew. Permanecí allí dos años. Tuve la oportunidad de implementar dos programas de amplia capilaridad nacional y que siguen vigentes: la Red de Educación Popular, que trabaja según el método de Paulo Freire en la formación ciudadana de beneficiarios del Bolsa Familia; y el Escuelas Hermanas, que establece conexiones solidarias entre profesores y alumnos de instituciones de enseñanza. Mi tarea principal consistía en movilizar a la sociedad civil en pro del Hambre Cero, sobre todo los Comités Gestores que, elegidos democráticamente en los municipios, cuidaban del censo de los beneficiarios y supervisaban el cumplimiento de las condiciones del programa de erradicación de la miseria. Eso provocó la reacción de muchos alcaldes. Querían reservarse el control del Hambre Cero. Temían el surgimiento de nuevos liderazgos locales vía Comités Gestores. Exigían el decidir, por obvias razones electorales, quién entra y sale del censo. A su vez el lobby del latifundio -cerca de 200 parlamentarios del Congreso- presionaba para que el Hambre Cero no hiciera efectiva la reforma agraria, que le aseguraría un carácter emancipatorio y constituía una cláusula petrea del programa del PT. La Casa Civil dio oídos a los descontentos. Trató de sustituir el Hambre Cero por un programa de carácter compensatorio y hasta hoy sin visos de salida, cuyo censo es controlado por los alcaldes: el Bolsa Familia. Oded Grajew regresó a São Paulo, el ministro Graziano fue sustituido y yo, en noviembre del 2004, puse la dimisión. Volví a ser un feliz ING (Individuo No Gubernamental). En vísperas de acabar el gobierno de Lula, lo avalo como el más positivo de nuestra historia republicana. El Brasil cambió para mejor. Entre 2001 y 2008 el ingreso del 10% de los más pobres creció seis veces más que el 10% de los más ricos. El de los ricos creció el 11.2%, y el de los pobres el 72%. Mientras tanto, desde hace 25 años, según el IPEA, la mitad del ingreso total del Brasil permanece en manos del 10% más rico. Y el 50% de los pobres se reparten entre sí apenas el 10% de la riqueza nacional. Con el gobierno de Lula los más pobres obtuvieron unos recursos anuales de 10.500 millones de dólares; a los más ricos, a través del mercado financiero, les fueron destinados más de 100,500 millones, lo que ha impedido la reducción de la desigualdad social. Le faltó al gobierno disminuir el contraste social por medio de la reforma agraria, de la multiplicación de los organismos de transferencia de riqueza y de la reducción de la carga tributaria en las áreas del trabajo y del consumo. Y gravar las del capital y la especulación. Hoy día los programas de transferencia de riqueza de gobierno representan un 20% del total de los ingresos de las familias brasileñas. En el 2008, 18.7 millones de personas vivían con menos de 1/4 del salario mínimo. Si no fuera por las políticas de transferencia serían ahora 40.5 millones. Lo que significa que el gobierno de Lula sacó de la miseria a 21.8 millones de personas. Es una falacia el decir que, al promover transferencia de riqueza, el gobierno "mantiene a vagos". Eso sucede cuando no castiga a los corruptos, nepotistas, licitaciones amañadas, malversación de dinero público. Sin embargo la Policía Federal encarceló por corrupción a dos gobernadores. Más de la mitad de la población del Brasil tiene menos del 3% de las propiedades rurales. Y apenas 46 mil propietarios son dueños de la mitad de las tierras. Nuestra estructura agraria es idéntica a la del Brasil del imperio. Y el empleador rural no es latifundio ni agronegocio, es la agricultura familiar: ocupa apenas el 24 % de las tierras y emplea el 75% de los trabajadores rurales. La inflación se mantuvo por debajo del 5%, se crearon casi 11.7 millones de empleos formales y el salario mínimo de ahora es de más de US$ 200. Eso ha permitido al consumidor planificar mejor sus compras, facilitado por una política de créditos establecidos y a largo plazo, a pesar de las elevadas tasas de interés. El gobierno de Lula no criminalizó a los movimientos sociales; buscó el diálogo, aunque sea tímidamente, con líderes populares; mejoró las condiciones de los quilombos; demarcó las tierras indígenas, como Raposa Serra do Sol. Al rechazar el ALCA y cubrir las deudas con el FMI, Lula presentó al Brasil como país soberano e independiente. Lo cual le permitió mantener una confortable distancia de la Casa Blanca y aproximarse a África, a los países árabes y a Asia, hasta el punto de debilitar el G8 y fortalecer el G20, en el cual participan países en desarrollo. Estrechó relaciones con Sudáfrica, China y la India, valoró la UNASUR y quebró el "eje del mal" de Bush al defender la autodeterminación de Cuba, Venezuela e Iraq. El gobierno termina sin que, en los ocho años de su mandato, hayan sido abiertos los archivos de las Fuerzas Armadas sobre los años de la dictadura, ni apoyado iniciativas para entregar a la Justicia a los responsables de los crímenes de aquella época. El país sigue sin ninguna reforma estructural, como la agraria, la política, la tributaria, etc. La inversión en educación no superó el 5% de PIB, cuando la Constitución exige al menos el 8%. Aunque el acceso a la enseñanza elemental se haya universalizado, el Brasil está a la par, según el IDH de la ONU, de Zimbabwe en materia de calidad de educación. Los profesores son mal remunerados, las escuelas no disponen de recursos electrónicos y la deserción sigue siendo alta. Los programas de alfabetización de adultos fracasaron y el MEC se mostró remiso en la aplicación del ENEM. Como positivo, la ampliación de las escuelas técnicas y de las universidades públicas, el sistema de cuotas y el ProUni. El SUS continúa siendo deficiente, y en cuanto a la atención a la salud va siendo privatizado progresivamente. Hoy 44 millones de brasileños están inscritos en planes de salud de la iniciativa privada. Más del 50% de las viviendas del país no tienen saneamiento, los alimentos transgénicos son vendidos al consumidor sin advertencia y los derechos de las personas con deficiencias no están debidamente atendidos. Gobernar es el arte de lo posible. Implica imprevistos y exige soluciones sobre la marcha. Lula supo hacerlo con maestría. Espero que el gobierno de Dilma pueda mejorar los avances de la administración que termina y corregir sus fallas, sobre todo en lo tocante a la disposición de efectuar reformas estructurales y ampliar el rigor en la preservación ambiental. Ojalá que la presidenta consiga superar la deficiencia congénita de su gestión: el matrimonio, por conveniencia electoral, entre el PT y el PMDB. PS. El poder no cambia a nadie, hace que las personas se manifiesten. AGENCIA LATINOAMERICANA DE INFORMACIÓN. 21-12-2010

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