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Acosada por las deudas, Esther Koplowitz pierde el control de FCC.
Los años de expansión por Europa y medio mundo llevaron a la mayor de las Koplowitz a endeudar su sociedad patrimonial holding, B-1998, en más de 1.000 millones de euros con un grupo de grandes bancos, y especialmente con dos de ellos, BBVAy La Caixa.
La garantía de los préstamos eran las propias acciones de FCC, de las que Esther Koplowitz era propietaria en un 50,01%. Llegado el momento del vencimiento, la caja de Koplowitz, de B-1998 y de FCC estaban vacías.
Solución: BBVA y La Caixa aplazan el pago hasta 2018. Pero eso sí, Esther Koplowitz debe seguir pagando durante estos cuatro años los intereses, para lo que tampoco dispone de dinero. Por lo que deberá hacer una ampliación de capital en FCC de 1.350 millones de euros, poniendo a la venta al menos el 50% de sus acciones. Lo que significa perder el control de FCC en manos, previsiblemente, de algún gran fondo internacional o de algún especulador como el norteamericano Georges Soros, que ya se ha posicionado en la constructora y controla cerca del 4% de su capital.
Endeudamiento aventurero e inconsciente de Koplowitz, necesidades de capital de unos bancos tan endeudados con el exterior como ella y el carroñero instinto de los fondos buitre que han olido la sangre han dado así como resultado un cóctel perfecto en que otra gran empresa española tiene todos los boletos para acabar en manos del capital extranjero. Endesa, Iberia, ahora FCC… ¿quién será el siguiente?