Cargando...http://blogs.ft.com/the-world/2013/04/spain-and-the-threat-from-portugal-and-cyprus/
La negativa de los tribunales portugueses a autorizar la versión completa de la última ronda de recortes de austeridad será vigilado de cerca en la vecina España – que es, por supuesto, una economía más grande y más importante sistémicamente. El temor español es que, económica y políticamente, Portugal ofrece una visión de su futuro. La recesión es más profunda y también lo son los recortes en el gasto público. Pero con España frente a otro año de recesión y recortes – el español también se pregunta cuánto tiempo su gente tolerará la austeridad.Hasta hace unas semanas, las autoridades españolas esperaban que la crisis del euro se estabilizara finalmente. La famosa «prima de riesgo» de los tipos de interés entre la tasa que paga España para pedir prestado –y la tasa que paga Alemania– fueron bajando. Pero ahora ha habido dos grandes golpes a la confianza. El problema de Portugal es un golpe. El otro, por supuesto, fue el rescate chipriota.Es justo decir que el ministro europeo más impopular en Madrid en este momento es Jeroen René Victor Anton Dijsselbloem – el ministro de Finanzas holandés. Su sugerencia de que el acuerdo chipriota podría ser una «plantilla» para futuros rescates se considera profundamente perjudicial en Madrid, ya que implica que si los bancos españoles necesitaran ser rescatados, los grandes depositantes también podría tener una quita allí. El riesgo, obviamente, es la fuga de capitales. Los españoles también están alarmados y furiosos de que, a raíz de Chipre, los diferenciales han dejado de estrecharse. Tanto las finanzas públicas como las empresas españolas están, según ellos, pagando un precio por esa observación sobre la «plantilla». Como me señaló un funcionario español, España contribuye realmente más –en términos económicos– al rescate chipriota que los Países Bajos. (Es un país más grande.)Detrás de los holandeses, los españoles ven a los alemanes como los arquitectos del nuevo acuerdo. Y, de nuevo, se desata la ira y la ansiedad. «Los alemanes van a darse cuenta de que si se introducen más desequilibrios en la zona euro, van a destruir el euro» – dice un político español. Su solución es la unión bancaria. Pero eso es un trabajo lento, y la crisis del euro se está acelerando de nuevo.