España tendrá que pagar pronto sus deudas

«Los hogares españoles son de los más endeudados en Europa, con alrededor del 85% del PIB. Eso hace especialmente vulnerables a los consumidores al paro o a las bajadas de los precios de las casas. Al mismo tiempo, las empresas han acumulado también grandes préstamos en los años del boom. Las deudas de las compañí­as españolas que cotizan en Bolsa son equivalentes a 3,4 veces el Ebitda, el doble de la media europea»

El FMI esera que el PIB español disminuya en 2010 un 0,6%, tras la caída del 3,6% de 2009. La contracción elevará la morosidad en los préstamos. De hecho, los bancos españoles tienen un problema. La morosidad seguirá subiendo. La tendencia es especialmente mala para los préstamos a los consumidores, que no tienen garantía. Las provisiones para las pérdidas por préstamos se comerán los beneficios bancarios. Muchas instituciones financieras, en especial las cajas de ahorros, necesitarán reestructurarse este año. España tendrá que pagar pronto sus deudas (BREAKING VIEWS) DEUTSCHE WELLE.- ¡Tenemos que salvar a Grecia para sostener el euro! Sí, pero ¿cómo? Mientras la especulación agrava la ya dramática situación de Atenas, los Estados de la UE buscan posibilidades de frenarla y ayudar a Grecia. Se trata de evitar el contagio de España y Portugal (lo que sería fatal para la moneda común), así como no tener que recurrir a la ayuda del Fondo Monetario Internacional, pues ello significaría aceptar una intervención económica desde Washington Reino Unido. Breaking Views El problema real de la deuda española Fiona Maharg-Bravo España no es Grecia, a pesar de lo que puedan pensar algunos inversores. El Gobierno español fue algo prudente durante el boom de la economía española, de hecho, tuvo un superávit del 2% del PIB en 2007. Así que mientras el déficit fiscal de 2009 era de un peligroso 11,4% del PIB, la deuda total del Gobierno es de un todavía relativamente bajo 55% del PIB -la mitad de la ratio griega-. El problema es que el sector privado es otra historia. Los hogares españoles son de los más endeudados en Europa, con alrededor del 85% del PIB. Eso hace especialmente vulnerables a los consumidores al paro o a las bajadas de los precios de las casas. Al mismo tiempo, las empresas han acumulado también grandes préstamos en los años del boom. Las deudas de las compañías españolas que cotizan en Bolsa son equivalentes a 3,4 veces el Ebitda -el doble de la media europea, según las estimaciones del UBS-. Los bajos tipos de interés han facilitado la vida tanto a hogares como a empresas, pero el desafío de erosionar esa montaña de deuda privada es uno de los mayores retos que afronta España. Las condiciones económicas no son propicias -un 20% de desempleo y unas perspectivas de crecimiento anémicas-. Las buenas noticias para las finanzas del país son que el ahorro de los hogares se ha disparado a niveles históricos, según el Banco de España. Los consumidores españoles, al igual que el Gobierno, se aprietan el cinturón. Esa austeridad tiene un coste en términos de crecimiento en el corto plazo. El FMI espera que el PIB español disminuya en 2010 un 0,6%, tras la caída del 3,6% de 2009. La contracción elevará la morosidad en los préstamos. De hecho, los bancos españoles tienen un problema, aunque no con la deuda soberana. Sus títulos de deuda pública, unos 88.000 millones de euros, parecen pequeños en comparación con los 324.000 millones de los promotores inmobiliarios españoles. La morosidad seguirá subiendo. La tendencia es especialmente mala para los préstamos a los consumidores, que no tienen garantía. Las provisiones para las pérdidas por préstamos se comerán los beneficios bancarios. Muchas instituciones financieras, en especial las cajas de ahorros, necesitarán reestructurarse este año. España tendrá que pagar pronto sus deudas. BREAKING VIEWS. 15-2-2010 Alemania. Deutsche Welle El futuro del euro, en juego En la cumbre económica de emergencia de los 27 miembros de la UE, que discutirá hoy el rescate de la economía griega, se centran esta mañana los editorialistas europeos. Alemania y Francia han liderado las negociaciones. El Neue Zürcher Zeitung escribe en Zürich: "(La crisis griega) muestra que las debilidades nacionales, sobre todo dentro del espacio del euro, también pueden convertirse en un problema para otros Estados miembros; así como que las notables desigualdades al interior de la Zona Euro comportan un gran riesgo. Si Atenas hubiera escuchado antes los consejos de la UE, no sólo para sanear su presupuesto sino también para elevar su competitividad, habría evitado algunas de las actuales consecuencias y los jefes de Estado y Gobierno se habrían podido dedicar con calma a cuestiones estratégicas". El diario independiente francés Le Monde recuerda por su parte: "Apenas un año tras el rescate de los bancos, que costó sumas colosales a ambos lados del Atlántico (…), estas mismas instituciones financieras atacan ahora a los Estados, tremendamente endeudados. Esta es una de las ácidas lecciones de la crisis griega, la más dura que ha sufrido el euro desde su introducción. El negocio de la especulación con las dificultades de un Estado para pagar sus deudas, incrementa los problemas del país, incluso los provoca". "La situación actual es aún más inaceptable – argumenta Le Monde – porque los (así llamados) Credit Default Swap (CDS) se concentran en manos de unos pocos actores: los tres bancos J.P. Morgan, Goldman Sachs y Deutsche Bank dominan más del 75 por ciento del mercado. Basta con un actor que especule para alterar considerablemente los precios en el mercado. Y aquí no acaba el rol de los bancos en la crisis del euro. No sólo tienen en su poder la mayor parte de la deuda griega sino que conceden préstamos a los especulativos fondos de inversión libre. Estos fondos especulan de la forma más opaca posible para minimizar sus riesgos". El rotativo de izquierda-liberal Nepszabadsag, en Budapest, afirma sin embargo: "En breve se verá si los más ricos países europeos pueden salvar a Grecia o si la sociedad griega reconoce, por su propio bien, en qué clase de desastre se halla inmersa. No se puede hacer responsable de la crisis a ninguna fuerza externa, a ningún avispado especulador. La situación la conocemos en Hungría demasiado bien. Un gobierno intenta mantenerse a flote a toda costa, pero aún no está claro si sus esfuerzos obtendrán el apoyo de la sociedad que le ha confiado el poder. Si no obtienen apoyo en su propio país, será difícil que logren cumplir las exigencias de los acreedores internacionales." Desde Nancy, al este de Francia, L’Est Républicain advierte: "¡Tenemos que salvar a Grecia para sostener el euro! Sí, pero ¿cómo? Mientras la especulación agrava la ya dramática situación de Atenas, los Estados de la UE buscan posibilidades de frenarla y ayudar a Grecia. Se trata de evitar el contagio de España y Portugal (lo que sería fatal para la moneda común), así como no tener que recurrir a la ayuda del Fondo Monetario International, pues ello significaría aceptar una intervención económica desde Washington". El País, desde Madrid, opina: "La crisis griega, la depreciación especulativa del euro y el recrudecimiento del debate sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas ilustran hasta qué punto la necesidad de incrementar la gobernanza económica de la UE se ha vuelto imperiosa. Es imprescindible completar la unificación monetaria con una política económica común, designio en el que anda implicada con buen criterio la presidencia semestral española. Veremos hoy si el líder de la Comisión y el del Consejo sintonizan sus distintos enfoques sobre la estrategia económica a medio plazo, exigida por la realidad y por la renovación de la fracasada Agenda de Lisboa". El conservador La Razón precisa también desde Madrid: "París y Berlín deben encabezar una corriente de compromiso y respaldo por parte de la UE hacia el Gobierno griego con los instrumentos disponibles y los esfuerzos precisos. El riesgo de no actuar parece mucho mayor que el de intervenir, para así salvar males mayores o situaciones de no retorno que lastrarían la recuperación y el progreso de la Unión. La estabilidad en Grecia repercutirá positivamente sobre el conjunto de la UE y, muy especialmente, sobre aquellos países en serias dificultades, como España." DEUTSCHE WELLE. 11-2-2010

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