Cargando...Fue a mediodía del pasado jueves cuando de una de las salas más discretas del Centro de Congresos de Davos, la bautizada como Pischa por una de las cumbres alpinas que rodean la localidad suiza, salían serios los presidentes de Telefónica, César Alierta, del Santander, Ana Botín, y de Iberdrola, Ignacio Galán. Acababan de mantener una reunión a puerta cerrada con el ministro de Finanzas de Brasil, Nelson Barbosa. í‰ste les aseguró que el país saldrá adelante tras un período de transición y no es que les disgustara lo que oyeron, pero conocen la gravedad la situación del antaño floreciente mercado emergente.
Fue a mediodía del pasado jueves cuando de una de las salas más discretas del Centro de Congresos de Davos, la bautizada como Pischa por una de las cumbres alpinas que rodean la localidad suiza, salían serios los presidentes de Telefónica,César Alierta, del Santander, Ana Botín, y de Iberdrola, Ignacio Galán. Acababan de mantener una reunión a puerta cerrada con el ministro de Finanzas de Brasil,Nelson Barbosa. Éste les aseguró que el país saldrá adelante tras un período de transición y no es que les disgustara lo que oyeron, pero conocen la gravedad la situación del antaño floreciente mercado emergente.
Por si fuera poco lo que tienen en Brasil, nuestras grandes del Ibex se encuentran con se complica el mercado español justo en un momento en que no debía darles problemas, porque la economía crece por encima del 3%.
«A mí todo el mundo me lo pregunta. El año pasado estaban sorprendidos por lo bien que se estaban haciendo las cosas en nuestro país y ahora la gran pregunta es ¿qué pasa con el Gobierno en España?», afirma el presidente del BBVA,Francisco González, veterano de los pasillos de alto nivel internacional de Davos y con la suerte de no tener nada en Brasil.
¿Tanto influye que no se sepa quién va a gobernar? «Mi director financiero ha estado en Londres y los inversores le han dicho: no nos vamos de España, pero, de momento stop a más operaciones», asegura el presidente de una de las empresas del Ibex.
Botín y González responden como pueden al problema. Acuden por el interés de sus entidades, pero son embajadores de la Marca España en Davos y no hay que desdeñar su papel. González intervino en un reducido panel sobre el sistema financiero europeo y Botín fue la presentadora y moderadora en un selecto coloquio a puerta cerradísima con el primer ministro británico, David Cameron.
Por mucho que los dos principales bancos defiendan las bondades de la economía española, lo que se impone de momento entre los grandes fondos presentes en Davos son análisis como el de JB Capital Markets, la entidad financiera de Javier Botín, el hermano de la presidenta del Santander. «Los resultados de las elecciones generales del 20 de diciembre son muy negativos, porque ninguno de los dos resultados clave de los sondeos se ha materializado en las cifras oficiales: el PP y Ciudadanos, que son los más favorables para el mercado, han alcanzado la mayoría absoluta; y Ciudadanos no basta para ninguna combinación, por lo que una alianza de izquierdas con partidos separatistas podría tener la mayoría, aunque es difícil ver que esta alianza funcione».
Finalmente, sobre la opción preferida del Ibex, que es un gobierno en minoría del PP con abstención de C’s y PSOE, señala que «convertiría al Gobierno en un rehén de los socialistas».
Otro factor que se añade entre grandes inversores en Davos es que no quieren que España se una al ya preocupante resto del sur de Europa. El nuevo Gobierno portugués ha recibido castigo en los mercados y el del italiano Matteo Renzi está defraudando las expectativas del pasado año. En cuanto al antaño desafiante,Alexis Tsipras, era impresionante verle intentando mejorar su relación en Davos con el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble.
Cuando se tiene una deuda gigantesca con, entre otros, los fondos asistentes en Davos, no hay que prometer lo que no se puede cumplir. Es una lección para Tsipras y ¿para el PSOE?
El comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, sonrió pícaro cuando este cronista le preguntó por la iniciativa del PSOE de derogar la reforma laboral que se trata pasado mañana en la Mesa del Congreso de los Diputados. «De ese tema prefiero no hacer ningún comentario».
Bajo condición de anonimato, una alta fuente de la Comisión Europea sí da una respuesta: «La reforma laboral que hizo el Gobierno del PP está dando sus frutos y, si los socialistas quieren cambiarla, nos tendrán que mostrar que su alternativa va a dar resultados mejores. No es fácil revertir una reforma como ésa». El último informe del pasado diciembre de la Comisión Europea sobre «post-vigilancia a España» -así se llama- establecido en el rescate bancario de 2012 se señala que al menos parte de la recuperación del empleo se debe a la reforma laboral. No solo no defiende que se derogue, sino que cree que hay que profundizar en ella. No hay que olvidar que el informe se realiza en el marco de ver si España evoluciona de manera que podrá devolver la deuda.
Tanto el PP como el PSOE coinciden en que, si forman gobierno, intentarán que Bruselas flexibilice su objetivo de déficit para 2016 para evitar ajustes adicionales de 10.000 millones. Y ésta no lo hará, si se revierten reformas que respalda. Tsipras lo sabe ya.