España entra en el núcleo duro del euro

El encuentro celebrado ayer en Roma entre los dirigentes de Alemania, Francia, Italia y España se podría considerar el arranque de una nueva fase en la UE con la constitución de un núcleo duro de países que van a dirigir la trayectoria del euro en los próximos diez años. Sería ilusionante pensar que si en 1957 la Ciudad Eterna fue testigo de los comienzos de la Comunidad Económica Europea, Roma volvió ayer a marcar un antes y un después en el avance hacia una mejor Europa. Pero demasiadas decepciones nos hemos llevado en los últimos meses como para dejarse llevar por el optimismo.En cualquier caso, en Villa Madama el objetivo era alcanzar de cara a la cumbre europea de junio una «visión común» sobre los medios para superar una crisis de la deuda que amenaza con arruinar el proyecto del euro. En caso contrario, los ataques especulativos que se podrían producir amenazaban con poner en peligro todo el edificio europeo.Ayer, Mario Monti, en su papel de anfitrión; la canciller Angela Merkel; el presidente francés, François Hollande, y el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, anunciaron su acuerdo para proponer en dicha cumbre la movilización del 1% del PIB europeo (unos 130.000 millones de euros) en favor del crecimiento.