España: paí­s de la eurozona donde se hunden los salarios reales

Es real que baja nuestro salario

Eurostat -la agencia estadí­stica de la UE- publica un informe donde muestra que España fue en 2008 el paí­s de la eurozona donde menos subieron los salarios por hora trabajada. En concreto, un 3,1%, lo que significa un punto por debajo del crecimiento del Índice de Precios de Consumo (media anual). Mientras en la zona del euro, de media la hora trabajada aumentó un 3,9%, frente al 3,3% que creció el IPC.

Nuestro salario nominal ha subido ero nuestro salario real ha retrocedido; el incremento salarial del año pasado está por debajo del aumento del coste de la vida. En el otro extremo del caso español se encuentra Alemania donde el salario por hora trabajada creció dos puntos por encima de la inflación (un 4,7% frente al 2,8%). ¿A qué se debe esta abismal diferencia? Son dos modelos productivos completamente diferentes. Mientras en nuestro país no se invierte en I+D, en mano de obra cualificada ni en mejorar la productividad, Alemania, se dedica a la industria y a la maquinaria. Dado que en España el modelo productivo está basado en la construcción y el turismo – con cero inversión en productividad- la única fuente para mantener la ganancia capitalista proviene de bajar los salarios. Por ejemplo, no nos puede extrañar que la parte fundamental que explica el aumento del PIB en los últimos años sea la superexplotación, principalmente inmigrante, cuyo salario, según el Banco de España, es un 20% inferior al del conjunto. En palabras del Banco Central, “reducidos niveles salariales han reforzado la tendencia de la economía española a sobreespecializarse en actividades constructoras y en servicios con poco valor añadido incorporado”. Mientras Alemania, además de la ganancia de poder adquisitivo de sus trabajadores, mantiene su capacidad de competir respecto de sus socios europeos, gracias fundamentalmente a su elevada productividad. En España los salarios nominales (con inflación) crecen “sustancialmente” por encima de la media al igual que sucede en Irlanda, Greciay Holanda, pero en estos tres países los avances de la productividad permiten mantener los salarios por encima de la inflación. ¿A qué nos lleva todo esto? Es urgente y necesario –como advierten hasta los más conservadores expertos económicos- un cambio sustancial en el modelo productivo español. Estaremos abocados al franco retroceso –y más con la crisis- de nuestros salarios mientras nuestra economía se base en la hipertrofiada construcción y el frágil turismo.

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