Cumbre de La OTAN

Entre el Afpak y la refundación de la OTAN

El discurso de la guerra global contra el terrorismo, la pamema de la extensión global de la democracia y el banderí­n de enganche de la defensa de la civilización occidental frente al bárbaro exterior, van languideciendo y desaparecen de las estrategias y el discurso Norteamericano.

Ha afirmado Hillary Clinton a bordo del avión que la trasladaba a Euroa para asistir a la cumbre de la Haya. Con esta sencilla pero importante declaración «La administración ha dejado de usar esta expresión, y eso obviamente habla por si mismo» la Secretaria de Estado de EEUU da por finalizada la Guerra Global contra el Terrorismo, expresión que inventó el binomio Cheney-Rumsfeld para denominar a las operaciones militares que se desarrollaron a lo largo y ancho del planeta para luchar contra el» terrorismo islamista global». La expresión que se utilizará en el futuro para referirse a estas operaciones -que no por ello dejarán de desarrollarse- será «operaciones de contingencia exterior».Con este gesto -que tiene además su primer reflejo práctico en la reciente estrategia AfPak- el gobierno de EEUU acaba con un término que intelectualmente era tremendamente inconsistente y que incomodaba a todos los aliados -musulmanes y occidentales- que pretendí­a liderar. ´Pero este anuncio no es una ruptura con la polí­tica de seguridad desarrollada hasta ahora, en realidad sólo es la certificación de una defunción que se produjo cuando Robert Gates fue nombrado por el presidente Bush como Secretario de Defensa allá por 2006 ante el estrepitoso fracaso en Irak y Afgansitán al que habí­a dirigido Rumsfeld a la maquinaria de seguridad y defensa más potente de la historia .Así­, el discurso de la guerra global contra el terrorismo, la pamema de la extensión global de la democracia y el banderí­n de enganche de la defensa de la civilización occidental frente al bárbaro exterior, van languideciendo y desaparecen de las estrategias y el discurso Norteamericano.Este viraje semántico, que en primera instancia parece semantico, encierra todo un cambio en la estrategia de EE UU, definitivamente el enfoque casi exclusivamente militar que presidió la acción inicial de Bush por uno decididamente integral: más recursos económicos, más cooperación, más herramientas civiles, más diplomacia y más inteligencia.En definitiva más implicación de la OTAN y sus aliados. Aún más compromiso y seguro con más claridad, apoyo y determinación.»Muchos de nuestros conceptos estratégicos del siglo XX son todaví­a útiles. Pero hay que conseguir ahora una Alianza que sea capaz de responder a los retos del siglo XXI, hay que reexplicar la OTAN a los ciudadanos y a los potenciales enemigos. Hay, puede decirse así­, que reinventar la OTAN», declaró ayer el consejero nacional de Seguridad de la Casa Blanca, el general retirado James Jones, en una conferencia de prensa en Londres.Jones explicó que, actualmente, la OTAN necesita meses de largas negociaciones y gestiones para responder, frecuentemente con demasiado retraso, a las crisis desatadas. Una acción preventiva permitirí­a, según este punto de vista, actuar con mucha más rapidez y a menor coste.En Afganistán habrá elecciones presidenciales en agosto y Washington quiere que la OTAN santifique en abril una nueva estrategia aliada que evite el desastre. Obama dice que para ganar la guerra se precisa mayor coordinación militar y diplomática interaliada y más esfuerzos para desarrollar el paí­s. Su ministro de Defensa acaba de añadir en Cracovia que espera nuevas y sustanciales aportaciones -militares y civiles- de los europeos. Gates piensa en miles, no en cientos de soldados. Es fundamental en esta tesitura que la UE contribuya a elaborar esa estrategia. En una guerra donde Occidente se juega mucho, poner más tropas sobre el terreno resulta imprescindible. Pero aún más necesario es un punto de vista coherente. Washington y sus socios deben tener claro hacia dónde se dirigen en Afganistán. O los acontecimientos allí­ pueden empequeñecer a Irak.James Jones aseguró que la OTAN sigue siendo una prioridad dentro de la estrategia de seguridad de Estados Unidos, pero añadió que la Alianza tiene que hacer un esfuerzo de modernización para no perder vigencia. El consejero afirmó que este proceso será, por supuesto, discutido con los aliados, aunque no precisó qué tipo de organismos dentro de la Alianza será preciso renovar o si será necesaria la creación de otros nuevos.Esta iniciativa empezará a ser debatida con ocasión de la reunión de jefes de Estado y de Gobierno en Estrasburgo y Kehl para celebrar el 60º aniversario de la creación de la Alianza. En esa reunión, según informó ayer la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, en la misma conferencia de prensa, EE UU solicitará al resto de los socios que sigan el ejemplo de Washington y revisen sus estrategias en Afganistán.El general Jones se manifestó ayer optimista sobre la posibilidad de que las reticencias actuales puedan vencerse en la cumbre. «Creo que existe un nuevo entendimiento de que estamos en esto juntos, creo que hay un nuevo espí­ritu, un nuevo sentimiento», opinó.Clinton, por su parte, descartó que las diferencias que hayan podido existir entre EE UU, Francia y Alemania en la cumbre del G-20 puedan trasladarse a la OTAN. «No tenemos evidencia de ningún tipo de fricción», afirmó.Para asegurarse de ello, Obama visitará al presidente francés, Nicolas Sarkozy, y a la canciller alemana, Angela Merkel, hoy horas antes del inicio de la cumbre. El presidente de EE UU quiere ofrecer sus respetos al mismo eje al que George Bush denostó como sí­mbolo de la vieja Europa. Pero eso no impide que Washington mantenga su interés en reforzar lazos con los nuevos aliados, los paí­ses de Europa del Este.En la actualidad, la OTAN está preparándose como anuncia James Jones para una transformación: Además de las tareas de defensa tradicional, ampliará sus funciones en la energí­a global, el cambio climático y otros dominios, para convertir la OTAN en una «organización internacional omnipotente».Para hacer realidad este objetivo, los dirigentes de la OTAN se proponí­an en un principio firmar una nueva «Carta del Atlántico» o formular una «edición actualizada» para el «Concepto Estratégico de la Alianza» aprobado por la Cumbre de Washington en 1999.No obstante, debido a la baja tasa de apoyo dentro de la OTAN, se ha bajado la categorí­a para emitir una «Declaración sobre la Seguridad de la Alianza». A criterio de los altos dirigentes de la OTAN, esta declaración anunciará poner en práctica una serie de tareas desde el núcleo de defensa colectiva hasta la garantí­a de la seguridad y aclarará la razón por la cual la OTAN seguirá existiendo y, además, ofrecerá una orientación polí­tica para el nuevo concepto estratégico de la OTAN y definirá su rumbo de desarrollo.Esta es una razón que las personas dentro y fuera de la OTAN tendrán que pensar concienzudamente. Lo que más preocupa a la gente es dónde y en qué forma será puesta en práctica.

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