SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Enemigo público nº 1

Arde febrerillo el loco entre la incertidumbre y la falta de certezas. Se está moviendo el suelo bajo nuestros pies, como dice Alberto Garzón, que intenta recoger los pedazos de IU, mientras el PP y el PSOE inician un cruce de mítines. Hacen gárgaras en el espejo para una cosecha de asientos, un reparto de culos. Vuelve la propaganda para atraer a los incautos, a los membrillos, la claque de cada secta. Los partidos ya no venden sueños: utilizan la coacción de la propaganda a la hora de enchufar los telediarios.

El primer zafarrancho fue en Torremolinos con los sones del himno de Andalucía. Mariano Rajoy fue a arropar a Juamna, -el candidato- error de los fontaneros contra el criterio de María Dolores de Cospedal. «Me quedan -presumió- 43 días para ser presidente de la Junta de Andalucía». Contestó como en una zarzuela Susana Díaz desde Martos (Jaén), acusando a Mariano Rajoy de ir a hacer turismo. «Viene a Andalucía a salvar al soldado Bonilla». La reina de Triana juró que no pactará jamás con la derecha porque ha hecho mucho daño a las familias.

Mariano en el papel de corregidor, y Susana en el de la pícara molinera, hablarán de todo menos de la maquila de la corrupción. Lo cuenta muy bien Emilia Landaluce: «El candidato del PP estuvo menos duro que en otras ocasiones respecto a los escándalos de los ERE». Dos partidos que posiblemente tengan que gobernar juntos tendrán que ser más prudentes, volviendo a recuperar la hipocresía bradominiana, aquel elogio de la mentira que hace el marqués para que los partidos turnantes no aprieten la faja real de seda azul turquí: «¿Cuándo aprenderán que las almas donde sólo existe la verdad, son almas tristes, torturadas, adustas, que tienden sobre la vida una capa de ceniza? ¡Salve, risueña mentira, pájaro de luz que cantas como la esperanza!».

Claro que los de Podemos, a pesar de haber perdido la virginidad, insisten de forma irreverente en que el bipartidismo es ya un abrazo agónico para no caer KO en la lona. En Andalucía les va dar la réplica Teresa Rodríguez, Teresa de Rota, con el temple de Mariana Pineda que quiere bordar en carmesí la nueva bandera revolucionaria. Esta muchacha de suave plata viene de la plataforma anticapitalista, y no sólo da el cante al bipartidismo, sino al grupo dirigente de Podemos: apoya a Miguel Urbán, que se enfrenta a Luis Alegre de la lista ortodoxa, promoviendo una alternativa -Podemos de la Protesta- en la que están el doctor Luis Montes y el actor Alberto San Juan.

Estaba yo pensando que el 2015 va a ser el año más divertido cuando llamó Juan Carlos Monedero, al que yo había llamado previamente: «Soy el enemigo público número 1. Me están acosando con la campaña de intoxicaciones». Le pedí disculpas por estar jugando al golf, un deporte de la casta, y le dije: «Se habla de cantidades más grandes que la de los 400.000 euros». Y él contestó: «Todo son embustes… Que presenten las transferencias y los talones».

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