Corresponsalí­a Mdrid

En Tres Cantos se gastan 24.000 euros en una Web fantasma

El Ayuntamiento de Tres Cantos tiene arches “para un roto y para un descosío” así lo pudimos comprobar en la ejecución en medio de la escasez de la crisis de una página Web que resulta inservible y que ha costado 24.000 euros.Lo más grabe es que la historia viene de atrás. Hace ya un año que el equipo de gobierno de Tres Cantos encargó a dos empresas la creación de una página Web interactiva en la que los vecinos pudieran gestionar diferentes servicios a través de ella, facilitando de esta forma la gestión de diferentes servicios como la reserva de pistas deportivas y diferentes actividades relacionadas con la juventud y el deporte. Tras un año no había noticia alguna de esta página, por lo que el equipo del PSOE pidió explicaciones sobre el proyecto en el que se había gastado casi cinco millones de las antiguas pesetas.El parche al roto ha sido de órdago. Lejos de reclamar a ambas empresas la ejecución inmediata de calidad de este servicio, El concejal de Deportes y Juventud, Valentín Panojo, excusó la tardanza, por la complejidad del trabajo, asegurando que la página estaría lista en breve y tendría servicios adicionales a los previstos. Pero ¿Cuánto cuesta poner en marcha una página Web? La verdad, recuesta creer que sea tan complejo y tardío cuando un medio como el De Vedad Digital, que sale diariamente con la totalidad de contenidos nuevos se puso en marcha en un mes, si, el problema es la burocracia de los Ayuntamientos que permite prácticas como esta, ya que ellos mismos participan y alientan la desidia en el trabajo y la poca eficacia. Sin embargo estaban aún a tiempo de rectificar, pero el hecho consumado ha sido presentar una semana después una sección incluida en la Web de la Concejalía de Deportes y juventud que lejos de crear un lugar interactivo, se limita a recorrer algunos escritos y folletos relacionados con las actividades deportivas municipales.Un gasto de 24.000 euros en una página fantasma que no existe, un gasto de dinero público derrochado en un proyecto inexistente un despilfarro impune en el que podían haber pedido explicaciones a las empresas contratadas y la devolución del presupuesto debido a la falta de seriedad para entregar el trabajo a su tiempo, pero antes un mal parche que reconocer errores y reponer el daño, antes un gasto de despilfarro inútil que pedir explicaciones, antes tirar 24.000 euros, que reconocer errores. Atajar los gastos superfluos son una clave en esta crisis, para ahorrar e invertir en la creación de trabajo productivo, ahorrar y atajar el despilfarro que una clase política lleva a cabo sin dar explicaciones a nadie de lo que hacen con el dinero de todos.

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