Productores de leche

En Oviedo quedan una docena de productores de leche

En Oviedo tan solo quedan una docena de exlotaciones lecheras. En estos últimos diez años el número de explotaciones ha pasado de 180 a 12, una bajada del 93,3%. Los motivos que se apuntan son la falta de personal para este trabajo duro que requiere una dedicación de 365 días al año. El cambio generacional que no ha dado el relevo a seguir con la tarea de sus padres es otra de las razones, pero ¿Es posible esta brutal bajada tan solo debido a estas causas?Una dedicación histórica y arraigada en la que han participado multitud de generaciones hasta hace unos años. Una dedicación que era habitual en Oviedo, donde casi todas las familias de los pueblos tenían vacas, y de la producción de leche se mantenían en su gran mayoría. El problema no será pues lo duro del trabajo, sino más bien la rentabilidad estrangulada en la que se encuentra el sector lechero en nuestros días.La comparación de las explotaciones de leche con la evolución que ha tenido a la par el sector de explotaciones vacunas dedicados a la producción de carne nos plantean la contradicción fundamental, ya que a sendos trabajaos duros y con dedicación diaria les separan destinos muy diferentes. La bajada del sector productor de carne ha bajado tan solo un 15% en estos mismos diez años, por lo que cabe preguntarnos entonces si la bajada de productores de leche corresponden a la falta de personal, o la falta de rentabilidad y la orientación dirigida desde Europa de estrangulamiento, con cotas de producción que otros países no tienen que solo benefician a que se deje de producir leche propia para facilitar la exportación desde Francia o Portugal.Ya hemos comprobado en multitud de ocasiones como la única medida que se pone es el incentivo que reciben los ganaderos, que asfixiados, dejan la actividad de producir leche. Por eso el centro de la cuestión debe estar claro, ya que lo que se dirija a dividir planteando la dureza del trabajo tan solo cumple el papel de dividir, de poner el centro en los productores que parecen tener unos hijos gandules a los que no les apetece seguir con la faena que ha mantenido a la familia durante años ¿Alguien se lo puede creer? Pues claro que no, el problema es otro bien diferente, el precio al que se paga la leche, la competencia desleal de diversas firmas que venden en sus envases leche de Asturias o Galicia, mientras en el interior del envase, lo que hay es leche que han comprado de forma irregular traída desde Francia o Portugal, ya que el problema no es que no se consuma leche, el problema es que la política de la UE pone cotas y medidas que se dirigen a destruir este sector productivo de calidad que históricamente ha dado sustento a multitud de familias.Otra de las cuestiones que se plantea de forma totalmente errónea es la falta de adaptación de nuevos medios y tecnologías en muchas de las producciones de leche, pero ¿Cabe en la cabeza de alguien que se promueva unas cotas asfixiantes, una competencia desleal y unas primas por el cese y alguien se pueda permitir en esta situación y con una economía en merma constante una inversión? Claro que hace falta una inversión en esta dirección, pero esto se debe usar como reivindicación justa y clave en la crisis para potenciar financiación en I+D+I que potencie el sector, a la vez que una posición que desde la UE reclame un cambio en el sistema de cotas y que defienda la producción de este sector clave en Asturias y Galicia.

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